31/08/2018, 12.06
EGIPTO
Enviar a un amigo

Al-Sisi nombra a la primera mujer cristiana copta en el cargo de gobernadora

Manal Awad Mikhail guiará el gobierno de la provincia de Damieta, sobre el delta del Nilo. Anteriormente se desempeñó como vicegobernadora de Guiza. Graduada en Veterinaria, ha recibido reconocimientos nacionales e internacionales por su trabajo. En el proceso de reorganización emprendido por el presidente se cambiaron 22 de los 27 gobernadores.

El Cairo (AsiaNews) – Entre los nuevos gobernadores que en los últimos días han jurado fidelidad al gobierno y a las instituciones ante el presidente Abdel-Fattah al-Sisi, también figura una mujer, que es cristiana copta. Se trata de Manal Awad Mikhail, la flamante gobernadora de la provincia de Damieta (situada sobre el delta del Nilo, a unos 200 km de El Cairo), que será la primera mujer no islámica en cubrir el prestigioso cargo, que hasta ahora era asignado casi exclusivamente a hombres musulmanes. Cabe mencionar que en el pasado ha habido otro funcionario cristiano que ocupó el cargo de vicegobernador de la provincia de Guiza.

Nacida el 1º de junio de 1967 en Tanta, Manal Awad Mikhail  se graduó en Medicina veterinaria en el año 1989, para luego obtener una maestría en 1995. Por su trabajo y sus investigaciones en el campo de la inmunología, ha recibido numerosos reconocimientos, tanto en el ámbito nacional como internacional, entre ellos, un premio otorgado por la UNESCO el año pasado.

Los nuevos nombramientos promovidos por el presidente han afectado a 22 de las 27 gobernaciones en que se subdivide el país, entre ellas, a El Cairo, Guiza, Luxor, y Sinaí del Norte. En esta última área, hace tiempo que los militares llevan adelante una campaña contra grupos extremistas y milicias yihadistas.

Para el presidente Sisi, éste no constituye el primer nombramiento femenino en la conducción de una porción importante de territorio. El año pasado, de hecho, él había elegido como gobernadora de la provincia de Buhayra a la musulmana Nadia Ahmed Abdou, confirmando el rol preeminente de la mujer en el seno de la sociedad y de las instituciones. Sin embargo, en el recambio de autoridades llevado adelante por al-Sisi en los últimos días también quedó comprometida Ahmed Abdou, quien fue apartada de sus funciones en Buhayra.

En una nación de con una población de casi 100 millones de habitantes, cuya gran mayoría son musulmanes, los coptos –nombre dado a los cristianos de Egipto- constituyen una minoría importante, que representa aproximadamente el 10% y se cuenta entre las más antiguas del Oriente Medio. El año pasado, en el país se registraron una serie de atentados sangrientos, con cientos de víctimas, que involucraron a la comunidad cristiana –en el pasado, promotora de denuncias  debido a las discriminaciones que sufren y a su escasa representación.

Los cristianos de Egipto, tanto coptos como católicos, se cuentan entre los principales sostenedores del  presidente actual, autor del golpe de Estado cuando estaba en la cima del ejército, que determinó la expulsión del presidente anterior, Mohammad Morsi, cercano a los Hermanos Musulmanes (movimiento filo-extremista islámico). El poder Ejecutivo actual incluye ocho mujeres que ocupan cargos de ministro, siendo éste el número más elevado en la historia moderna de la nación.

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Musulmana, ex radical: Riad y el salafismo (wahabí) un peligro para el islam y para el mundo
17/12/2016 13:14
Ahmad el-Tayyeb, el Gran Imán de Al-Azhar, la modernidad del islam y sus enemigos
01/05/2017 12:42
El Cairo: Al-Sisi apoya la construcción de mezquitas, pero olvida escuelas y hospitales
18/01/2023 12:21
También Occidente contribuye a la masacre de los cristianos y de la esperanza de Oriente Medio
10/04/2017 14:25
Sacerdote egipcio: las iglesias legalizadas, un paso positivo. Sigue el alerta de seguridad
07/08/2019 15:35


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”