Bangkok y Phnom Penh firman acuerdos en los papeles, pero las fronteras siguen cerradas
A pesar del acuerdo del 10 de septiembre en Koh Kong para reducir las tensiones, la situación en la frontera entre Tailandia y Camboya sigue siendo tensa. Bangkok evalúa ejercer presión económica, mientras continúan las acusaciones mutuas sobre los centros de estafas en línea que Camboya favorece desde hace tiempo, tratando de minimizar las consecuencias del enfrentamiento armado que estalló el 24 de julio. Sin embargo, una investigación reciente ha revelado que murieron al menos 50 personas de las fuerzas armadas de Phnom Penh.
Bangkok (AsiaNews) - A pesar de los esfuerzos diplomáticos, la situación en la frontera entre Tailandia y Camboya todavía no ha vuelto a la normalidad. En un encuentro bilateral del Comité General de Fronteras (GBC) que se llevó a cabo el 10 de septiembre en la provincia de Koh Kong, en Camboya, ambas partes se comprometieron a implementar una serie de iniciativas para reducir las hostilidades. El Ministerio de Defensa camboyano afirmó en un comunicado que "ambas partes acordaron la urgente necesidad de aliviar las tensiones mediante la retirada de las armas pesadas y letales y el regreso a sus respectivas instalaciones militares habituales". Las dos partes también acordaron reabrir los pasos fronterizos y establecer un comité de coordinación para la limpieza de minas terrestres en la frontera, una situación que ha causado la muerte de varios soldados.
Sin embargo el teniente general Boonsin Padklang, comandante de la 2ª Región del ejército, defendió recientemente en un foro en Chiang Mai el cierre de las fronteras para presionar a Camboya. "Es una estrategia que otorga una ventaja a Tailandia en el conflicto y podría traer una paz permanente a la frontera sin que haya más pérdidas", afirmó, oponiéndose a la reapertura de los pasos fronterizos. "La seguridad nacional debe tener prioridad sobre los beneficios económicos a corto plazo", añadió.
Estas declaraciones coinciden con un momento de fragilidad política para Tailandia. La primera ministra Paetongtarn Shinawatra fue destituida recientemente de su cargo por la Corte Constitucional y, con el apoyo de los pro monárquicos y los progresistas del Partido del Pueblo, fue nombrado primer ministro Anutin Charnvirakul. El Bangkok Post informa que Charnvirakul declaró ayer en la Federación de Industrias Tailandesas que los puestos de control permanecerán cerrados hasta que se resuelva el conflicto.
El conflicto que estalló el 24 de julio entre Tailandia y Camboya ha causado la muerte de decenas de personas y el desplazamiento de otras 300.000. Según el último informe del Foro de Respuesta Humanitaria, más de 15.000 personas todavía no han regresado a sus hogares. El documento también señala que está aumentando el número de trabajadores camboyanos que regresan de Tailandia porque no se sienten seguros. A principios de septiembre el número oficial de migrantes repatriados ascendía a 878.818, pero según otras estimaciones el número real podría ser de al menos un millón. Este éxodo masivo ha creado grandes problemas en varios sectores laborales de Tailandia, que en respuesta a la emergencia ha preferido conceder visas de trabajo a los refugiados birmanos.
El enfrentamiento armado estalló debido a una disputa geográfica sobre la ubicación del templo de Preah Vihear, que oficialmente se encuentra en territorio camboyano pero es reclamado por Tailandia. Sin embargo la disputa se debe en gran medida a la presencia de centros de estafas en línea. Para Camboya es una importante fuente de divisas de la que depende aproximadamente el 60% de los ingresos nacionales, pero para Tailandia constituye una amenaza para sus ciudadanos. Según las estimaciones, los tailandeses pierden cada año 115.300 millones de baht (unos 3.600 millones de dólares) en estafas en línea.
Esa es la razón de la diferencia en el estilo comunicativo de los dos países del sudeste asiático: Phnom Penh quiere mostrarse como víctima de los ataques tailandeses en su propio territorio, mientras que Bangkok afirma desde hace mucho tiempo que quiere cerrar todos los centros de ese tipo que se encuentran a lo largo de sus fronteras. Por ejemplo, ha colaborado en varias ocasiones con las fuerzas de seguridad chinas para repatriar a los ciudadanos extranjeros liberados de las instalaciones de estafas en línea localizadas entre Tailandia y Myanmar.
El ex primer ministro camboyano Hun Sen, padre del actual primer ministro y actual presidente del Parlamento, no aceptó las críticas de Paetongtarn Shinawatra sobre los centros de estafas, a menudo vinculados a su propia familia. En mayo, por ejemplo, Estados Unidos había sancionado al Grupo Huione, relacionado con el sobrino de Hun Sen, Hun To, acusado de haber blanqueado miles de millones de dólares procedentes de actividades del crimen organizado. Por eso algunos analistas consideran que Hun Sen habría luego difundido la llamada en la que la primera ministra Shinawatra criticaba a los generales de su propio ejército, lo que provocó su propia destitución.
Al mismo tiempo las autoridades camboyanas no han difundido el balance de víctimas de los enfrentamientos armados, en un intento de minimizar la cuestión y no centrar la atención en sus problemas internos. Sin embargo, una investigación de Nikkei Asia, que analizó los mensajes de pésame enviados por las autoridades a las familias y otras publicaciones en Facebook (la red social más utilizada en Camboya, incluso por los miembros del gobierno), reveló que al menos 50 soldados murieron en el conflicto. Tailandia ha declarado 15 militares muertos y 15 civiles, mientras que Camboya reportó solo cinco muertos militares y ocho civiles, sin revelar las identidades.
12/07/2024 15:32
17/02/2025 18:24