Barco hundido por los hutíes: hay 11 marineros desaparecidos, algunos de ellos en manos de los milicianos
El ataque que reanudó las hostilidades del grupo yemení contra el comercio marítimo en el Mar Rojo como represalia por la guerra de Gaza, habría dejado al menos 4 muertos. Rescataron diez marineros, pero el resto de la tripulación, compuesta en su mayor parte por filipinos, sigue desaparecida. Stella Maris pidió al gobierno de Manila que se proteja la seguridad de los marineros. El domingo es el Día que la Iglesia dedica a los trabajadores del mar.
Manila (AsiaNews/Agencias) - Sigue siendo incierto el destino de once marineros, en su mayoría filipinos, que desaparecieron el 9 de julio tras el hundimiento del barco Eternity C en el Mar Rojo, en un nuevo y reiterado ataque de los rebeldes hutíes. En las últimas horas los socorristas han recuperado a otros cuatro supervivientes - tres miembros de la tripulación y un guardia de seguridad griego -, elevando a 10 el número de personas rescatadas: ocho marineros filipinos, un marinero indio y un guardia de seguridad griego. Los últimos llevaban más de 48 horas en el agua.
Además de las otras 11 personas que siguen desaparecidas, hay otras cuatro (entre ellos dos filipinos) que, según el testimonio de los supervivientes, habrían muerto en los ataques de los hutíes. Los milicianos afirman que han salvado a algunos miembros de la tripulación y los han llevado "a un lugar seguro". Sin embargo, no está claro a cuántos marineros se refieren y si hay otras personas que todavía no han aparecido.
El Eternity C, un buque de carga con bandera liberiana y gestionado por una empresa griega que transportaba cereales a Somalia para el Programa Mundial de Alimentos, fue atacado dos veces por los milicianos hutíes con drones marinos y cohetes RPG el 8 y 9 de julio. El barco se hundió el miércoles 10 de julio, pocos días después del hundimiento de otro barco griego, el Magic Seas, cuyos 17 marineros fueron rescatados. Estos ataques marcaron la reanudación de la campaña de los hutíes contra los barcos en el Mar Rojo, que, según afirman, es en solidaridad con los palestinos de Gaza. Desde noviembre de 2023 se han atacado más de 100 barcos, mientras que las últimas víctimas se habían registrado en junio de 2024.
La Misión de Estados Unidos en Yemen ha acusado a los hutíes de secuestrar a algunos miembros de la tripulación y ha exigido su liberación inmediata. Los portavoces militares hutíes afirman que han rescatado a algunos marineros, les han proporcionado atención médica y los han trasladado a un lugar seguro. Las autoridades marítimas griegas y la empresa operadora, Cosmoship Management, están coordinando las búsquedas, pero no han emitido declaraciones oficiales.
Esta dramática situación ha vuelto a plantearse en la víspera del Domingo del Mar, que la Iglesia celebra cada año en julio para centrar la atención en la asistencia pastoral y humana a todas las personas que trabajan en el mar. "La salvaguarda de nuestros ciudadanos en el extranjero debe ser siempre una prioridad absoluta", declaró el padre John Mission, director nacional de Stella Maris-Filipinas, en un llamamiento dirigido al gobierno del presidente Ferdinand Marcos Jr. "Nuestro más sentido pésame a las familias y seres queridos afectados por este desgarrador suceso", declaró el sacerdote a la agencia UCANews. "En cuanto a los marineros desaparecidos, esperamos y oramos para que puedan ser encontrados. Pedimos a nuestras capellanías que se pongan en contacto con las familias afectadas y las acompañen en su dolor", añadió el padre Mission, quien pidió al gobierno filipino que refuerce las medidas de seguridad para los marineros empleados en zonas de alto riesgo.
Mientras tanto, el secretario de trabajadores migrantes, Hans Leo Cacdac, recordó a los marineros filipinos que tienen derecho a negarse a navegar en zonas clasificadas como "de alto riesgo o similares a zonas de guerra", como el Mar Rojo y el Golfo de Adén, tras los ataques más recientes de los hutíes. A pesar del riesgo continuo de piratería, secuestros y ataques navales en aguas africanas y otras partes del mundo, Filipinas sigue siendo uno de los principales proveedores de personal marítimo a nivel mundial, representando más del 20% de los 1,2 millones de marineros del mundo.