Católica de Sri Lanka: He oído la voz de María Rosa Mística, y he perdonado

de Melani Manel Perera

La mujer vivía en pecado a causa de una "gran dolor". La sobrina, hija de su hermana, ha abandonado la familia para casarse con un chico budista. "Vivimos en el odio durante ocho años, pero luego nos dimos cuenta de que no podemos rechazar su marido si realmente queremos poner en práctica las enseñanzas de Dios". La voz clara de la Virgen María dijo: "Hija mía, perdónalo".

Colombo (AsiaNews) - "Oí una voz extraña, diciendo palabras claras: 'Hija mía, perdónalo. De esta manera realizarás mi amor'. No podía no escuchar lo que había oído, y yo he perdonado. Ahora soy libre y estoy llena de alegría porque pude absolver mi pecado a través del amor de María Rosa Mística". Lo dijo a AsiaNews una mujer católica de Sri Lanka de casi 50 años, que quiere permanecer en el anonimato porque "no es mi nombre lo que importa, sino difundir el amor de la Virgen, por su intercesión".

La mujer, que está de acuerdo en ser llamado por su nombre de pila María, pero sólo porque "es el mismo que la Madre de Jesús", cuenta su vida, hecha de tantos años de sufrimiento. Hoy, sin embargo, ha encontrado la paz interior porque comprendió que había cometido un pecado, y buscó la reconciliación con Dios.

María informa que en 2008 ha tenido "un gran dolor", un episodio que marcó su familia durante los siguientes ocho años. En aquel período la sobrina, hija de su hermana, conoció a un chico budista. "Mi sobrina - dice ella - era una buena católica, estaba en la universidad y trabajado. Su familia siempre había garantizado un buen nivel de vida. Encontró un trabajo en una empresa privada y ahí comenzó un romance con un colega".

La chica informó a la familia de la relación, pero la madre no está de acuerdo. Esta última (la hermana de María), hace todo lo posible para disuadir a su hija, e incluso ha conocido a los padres del muchacho. "Busquen para su hijo - les dice - una niña buena y adecuada para él. Creemos en Dios, y por ello existen grandes diferencias entre mi hija y ustedes".

Pero el joven, una mañana se escapa con su enamorado, y más tarde se casa. "Para nosotros - recuerda – ha sido un terrible dolor. No podía pensar en hacer tal cosa, sin duda ha sido influenciada por su novio".

Desde aquel tiempo pasan cinco años, durante los cuales la muchacha corta todos los lazos con su familia y se trasladó a una pequeña ciudad lejos de Colombo, donde había nacido y criado. María dice: "No teníamos noticias de ella. Estábamos desesperados. Oramos tanto Jesús y Madre María para hiciera volver a nuestra hija [la sobrina]". Entonces, un día, la muchacha reaparece y "vuelve a visitarnos. Ella estaba embarazada y estaba buscando el apoyo de su madre. Nosotros la hemos recibido, también hemos dicho que íbamos a cuidar de ella, si ella decide dejar a su marido. No queríamos tener ningún contacto con él: habñia arruinado nuestras vidas, nuestro amor".

Pasan otros tres años, tiempo durante el cual María empieza a entender que vivía en el pecado, que odiaba con todo su ser el marido de su sobrina. "Incluso si él no era idóneo a nuestra fe, nuestras creencias y nuestra situación familiar - admite- no podíamos rechazarla si realmente queríamos poner en práctica las enseñanzas de Dios"

"Soy católica - dice - y me daba vergüenza por mi pecado. Dentro de mí que estaba luchando para ser capaz de perdonar el gran dolor recibido. Me sentía inadecuada, y porque durante tantos años no he participado en la novena dedicado a María Rosa Mística que tiene lugar en octubre en el santuario de Nuestra Señora de Lanka en Tewatta. Siempre había ido, ya que el 13 de octubre es mi cumpleaños, y de esa manera dio gracias al Señor".

Pero este año ha decidió superar sus miedos y participar en la novena. "Quería poner fin a mi vergüenza - dice - y perdonar al marido de mi sobrina. Empecé a orar intensamente a María Rosa Mistica y confesarme para encontrar el valor. Y luego una mañana yo estaba en mi habitación y oí esa voz. Era una voz clara que me dice perdonar".

Y así lo hizo: María invita al hombre a comer a su casa, en un gesto de reconciliación que dejó a todos sorprendidos. "Pero ahora estoy feliz - concluye - y ayer, en el día de mi cumpleaños, he participado de nuevo en la novena a María Rosa Mística".