El Jefe del Ejército de Pakistán visita Washington. Diplomacia, intereses y sombras de guerra
Un encuentro privado en la Casa Blanca entre Donald Trump y el poderoso mariscal de campo pakistaní Asim Munir vuelve a poner el foco en el frágil equilibrio entre la India y Pakistán después de las tensiones en Cachemira. Mientras Modi toma distancia, Trump se atribuye una vez más el mérito de haber evitado una guerra nuclear. Como telón de fondo se entrelazan múltiples intereses y el ambiguo papel de Pakistán entre Irán, China y Estados Unidos.
Washington DC (AsiaNews) - El encuentro entre el presidente estadounidense Donald Trump y el jefe de Estado Mayor del Ejército pakistaní, Asim Munir, debía durar una hora, pero se extendió a dos. El primer ministro de la India, Narendra Modi, quien había sido invitado a prolongar su estancia en Washington después del G7 en Canadá, declinó la invitación, probablemente temiendo que Trump solo buscara una “photo opportunity” para atribuirse una vez más el mérito de haber terminado el conflicto que estalló en mayo entre la India y Pakistán a raíz de un ataque en Cachemira.
El mariscal de campo Munir "estaba de acuerdo conmigo. La razón por la que lo hice venir aquí es porque quería agradecerle por no declarar la guerra" con la India, declaró Trump. "Y también quiero agradecer al primer ministro Modi, quien partió hace unos días. Estamos trabajando en un acuerdo comercial con la India y Pakistán. Estas dos personas muy inteligentes han decidido no continuar una guerra que podría haber sido nuclear. Pakistán e India son dos grandes potencias nucleares".
El día previo a la llegada de Munir a Estados Unidos, el subsecretario de Relaciones Exteriores indio, Vikram Misri, había informado sobre la primera conversación telefónica entre Modi y Trump después de los enfrentamientos del 7 al 10 de mayo, subrayando que, contrariamente a las afirmaciones de Trump, no hubo una mediación estadounidense entre los dos vecinos del sur de Asia: "Las conversaciones para el cese de las acciones militares se llevaron a cabo directamente entre la India y Pakistán a través de los canales militares existentes y por insistencia de Pakistán. El primer ministro Modi señaló que la India no ha aceptado la mediación en el pasado y nunca lo hará", reiteró Misri.
Es la primera vez que un presidente estadounidense invita a la Casa Blanca a un jefe del ejército pakistaní que no sea también jefe de gobierno, como ocurrió a menudo en el pasado durante los períodos de dictadura militar. Asim Munir, ex director de inteligencia militar (que se ocupa principalmente de asuntos internos) y luego de la Inter-Services Intelligence (ISI, los famosos servicios secretos para el exterior), es considerado desde hace tiempo el hombre más poderoso de Pakistán. Los recientes éxitos militares en el enfrentamiento con la India han consolidado su posición, eliminando la necesidad de derrocar al gobierno civil, actualmente encabezado por el primer ministro Shahbaz Sharif. Esta dinámica comenzó tras la destitución del ex primer ministro Imran Khan, que se encuentra en prisión desde hace casi dos años.
La portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, declaró que Trump había recibido al mariscal de campo Munir después de que este último solicitara la nominación del presidente al Premio Nobel de la Paz por haber evitado una guerra nuclear entre la India y Pakistán. Sin embargo, el periódico en inglés Dawn afirma que el encuentro no se organizó a través de los canales diplomáticos habituales, sino que fue el resultado de "esfuerzos poco convencionales" por parte de un grupo de asesores, empresarios y otras figuras influyentes.
No está claro si, y en qué medida, esto está relacionado con la guerra actualmente en curso entre Israel e Irán: los pakistaníes "conocen a Irán muy bien, mejor que nadie, y no están contentos para nada. No es que sean malos con Israel. En realidad, los conocen a ambos, pero conocen mejor a Irán", afirmó Trump.
Como escribió el analista Michael Kugelman en X, el encuentro entre Trump y Munir "no se debe ver solamente en la perspectiva de la guerra entre Israel e Irán. Ha habido compromisos entre Estados Unidos y Pakistán sobre minerales críticos, criptomonedas y contraterrorismo. Trump tiene un profundo interés personal en todos estos temas. Y Munir tiene el poder de hablar de ellos. También sobre Cachemira". Recientemente Pakistán entregó a Estados Unidos a un miembro del Estado Islámico de la provincia de Khorasan (IS-K) considerado responsable de la muerte de una decena de soldados estadounidenses durante la retirada estadounidense de Afganistán, y el general Michael Kurilla, jefe del Comando Central de Estados Unidos, había elogiado en las últimas semanas la "colaboración crucial" con el ejército pakistaní en clave antiterrorista en Afganistán, y a pesar de que el 81% del armamento suministrado a las fuerzas armadas pakistaníes se importa de China. Beijing ha mediado recientemente un encuentro entre los ministros de Relaciones Exteriores de Pakistán y Afganistán, en el que se acordó colaborar en la lucha antiterrorista, aunque también expandir proyectos de infraestructura que forman parte del Corredor Económico entre China y Pakistán.
Pero Pakistán también comparte una extensa frontera con Irán (donde reside mayoritariamente la población de etnia baluchi) y las relaciones entre ambos países se caracterizan por cierta ambivalencia. Algunas fuentes consultadas por Reuters esperaban que Munir presionara para evitar una implicación estadounidense en el conflicto. Islamabad no solo ha condenado los ataques israelíes, sino que también ha intensificado los contactos diplomáticos con los países de mayoría musulmana de la región. Sin embargo, los expertos creen que se trata más bien de un intento de Pakistán de no involucrarse directamente. En los últimos días había circulado información falsa según la cual Islamabad podría intervenir junto con Teherán, noticia inmediatamente desmentida por las autoridades pakistaníes.
15/07/2019 14:06