El regreso de las escuelas de Tiflis a la época soviética

de Vladimir Rozanskij

Desde los manuales comunes elaborados directamente por el Ministerio hasta los uniformes, la educación en Georgia está volviendo a las costumbres de la antigua Unión Soviética. Incluso la edad de matriculación en primer curso se ha vuelto a elevar a los 6 años, reduciendo a 11 el número de cursos de todo el ciclo escolar. La promesa: «En todas las escuelas habrá un único enfoque, un único estándar, un único nivel de calidad».

Tiflis (AsiaNews) - El Ministerio de Educación de Georgia ha presentado un «nuevo concepto de educación escolar» que reintroduce antiguas dimensiones que recuerdan a la época soviética, desde los manuales obligatorios hasta los uniformes, la edad de matriculación y el enfoque ideológico que debe seguirse. Esto está suscitando mucha oposición en la sociedad georgiana, que comenta en las redes sociales con los eslóganes de antaño: «¡Hurra, Georgia soviética!» y «¡Viva los pioneros!».

El ministro de Educación, Givi Mikanadze, presentó la reforma afirmando que el objetivo fundamental es «afrontar los grandes retos del sistema». La decisión más incisiva se refiere a los libros de texto, que serán comunes para todas las escuelas y serán elaborados directamente por el Ministerio en un plazo de dos o tres años, gracias al trabajo de un grupo de expertos seleccionados, afirmando que «en todas las escuelas habrá un único enfoque, un único estándar, un único nivel de calidad».

Estas afirmaciones han recordado a muchos los tiempos pasados, los de la «monotonía uniforme» de la URSS para el control del conocimiento y el pensamiento. Otra norma introducida por el Ministerio es la prohibición del uso de teléfonos celulares y tabletas, por lo que los dispositivos móviles se entregarán y se guardarán en lugares específicos durante las clases. Según el ministerio, «se observará un código de conducta que no obstaculice el proceso escolar, de modo que el niño tenga la posibilidad de comunicarse con sus padres y otras personas importantes cuando sea necesario». A partir del nuevo año escolar de septiembre de 2025, el uniforme escolar será obligatorio para las clases de primaria, y «el ministerio garantiza su ayuda a las familias más vulnerables en esta cuestión».

Mikanadze ha ilustrado las características del uniforme escolar, especialmente importante para los adolescentes «cuando empiezan a elegir cómo vestirse», en el que se exaltarán «los símbolos nacionales y los de la ciudad o provincia de residencia», aunque sobre este tema «hay margen para una evaluación común, es una idea aún por concretar». Cuando se establezcan los criterios específicos, se convocará un concurso al respecto, y todos podrán presentar sus soluciones, hasta la elección final mediante una evaluación e incluso una votación al respecto.

A partir de 2026, también se recuperará la edad de 6 años cumplidos para el inicio de la escuela primaria, en lugar de los 5 actuales, volviendo también en este caso a las costumbres soviéticas. Según el ministro, los niños más pequeños «aún no son capaces de integrarse en el proceso educativo». También se introduce un nuevo procedimiento de matriculación según el principio territorial, matriculando a los niños según su lugar de residencia, para que «la escuela esté cerca de casa», un principio que se introducirá primero en las principales ciudades y luego también en las provincias, con una doble matriculación, territorial y general. En lugar de 12 cursos de escolaridad obligatoria, habrá 11, mientras que el duodécimo seguirá siendo opcional, otra iniciativa que ha suscitado numerosas protestas, incluso por parte de los expertos del sector, ya que la continuación de los estudios superiores en universidades extranjeras con solo 11 años de estudios supondrá diversas dificultades burocráticas y, en algunos centros, no será aceptada.

El primer ministro Iraklij Kobakhidze ha precisado que «quienes quieran estudiar en el extranjero cursarán el duodécimo grado, con procedimientos especiales», con selección en marzo de cada año. El undécimo grado será, en cualquier caso, «preparatorio», con el estudio de las materias necesarias para los exámenes nacionales, para no verse obligados a pagar estudios extraescolares adicionales. No obstante, la reforma también tiene un carácter ideológico, como ha precisado Mikanadze, con un proyecto en el que también participa el patriarcado de la Iglesia ortodoxa georgiana para la «educación en los valores nacionales», como ya se ha experimentado en varias escuelas con la ayuda del clero, un factor que, según el ministro, «ha obtenido una gran popularidad y tenemos la intención de ampliarlo al máximo».