04/10/2023, 14.35
ASIA - PACÍFICO
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En Asia todavía hay 53 millones de personas sin electricidad

Los datos están contenidos en un informe sobre el cumplimiento de los objetivos de sostenibilidad para 2030 que publicó hoy la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico, según el cual otros 1.200 millones de ciudadanos asiáticos utilizan a nivel doméstico combustibles tradicionales contaminantes. Sin embargo, en los últimos 10 años también se han registrado grandes avances e inversiones en tecnologías renovables, aunque estas se han concentrado en unos pocos países.

 

Bangkok (AsiaNews)- Al menos 53 millones de ciudadanos asiáticos no tienen acceso a la electricidad y 1.200 millones de personas que viven en las zonas rurales dependen de fuentes de energía tradicionales (leña, excrementos animales o carbón) para cocinar y calentar sus hogares, registra el informe que publicó hoy la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (CESPAP), en sintonía con la exhortación apostólica "Laudate Deum" del Papa Francisco, que también se ha publicado en el día de hoy. El pontífice afirma que en los ocho años transcurridos desde la publicación de la encíclica "Laudato si'", no se ha producido una "reacción suficiente" para contrarrestar los efectos del cambio climático y garantizar una distribución justa de los recursos entre los países avanzados y los países en desarrollo.

El informe de la CESPAP, titulado “Closing the gap for SDG 7 in the Asia-Pacific region” señala que uno de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, el número 7, que consiste en garantizar el acceso a tecnología asequible, confiable, sostenible y moderna para todos para 2030, está demostrando, a pesar de las recientes mejoras, ser difícil de alcanzar para Asia, el continente donde vive más de la mitad de la población mundial, consume más del 40% de la energía mundial y produce más del 50% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, si bien 53 millones de personas todavía no tienen acceso a la electricidad, los avances en Asia-Pacífico han sido más rápidos que el promedio mundial, y en 2021 más del 98% de la población de Asia obtuvo acceso a la electricidad frente al 87,2% de 2010, gracias a "la mejora de las redes eléctricas nacionales y la introducción de soluciones descentralizadas en zonas remotas", dice el informe. No obstante, en el mismo período el acceso a tecnologías limpias para cocinar pasó de apenas el 50% a más del 70%, un porcentaje que aún está lejos del objetivo del acceso universal.

El continente está experimentando un rápido desarrollo que alimenta (y alimentará durante los próximos años) una demanda creciente de energía. En los últimos años ciertamente ha crecido la oferta de energías renovables -cuya contribución a la producción energética pasó del 29,2% en 2011 al 38,2% en 2020-, gracias a los avances tecnológicos y a la caída de los costos, una tendencia que se espera que continúe en los próximos años, pero las inversiones se han concentrado sólo en unos pocos países (sobre todo Japón, Corea del Sur, China, India y algunos países del Sudeste Asiático como Vietnam e Indonesia), por lo que la producción de energía limpia y la construcción de infraestructuras energéticas modernas siguen siendo un problema para la mayoría de los ciudadanos asiáticos, mientras que el carbón y el petróleo todavía son las principales fuentes de energía. En concreto, en 2020, el carbón representó el 42,2% del suministro total de energía, el petróleo el 23,4% y el gas natural el 19,1%. La dependencia del carbón, explica el informe, afecta al cambio climático, pero también a la igualdad de género, la salud y el nivel de pobreza.

Aunque el 76% de los países de Asia-Pacífico se han comprometido a reducir a cero las emisiones en las próximas décadas, al ritmo actual no será posible alcanzar todos los objetivos fijados por la ONU para 2030. Sin embargo, los niveles de progreso varían mucho de un país a otro, siendo los países vulnerables los que registran los mayores retrasos porque no han tenido acceso a las inversiones. En efecto, grandes porcentajes de personas que no tienen acceso a la electricidad residen en un número limitado de países, en particular Myanmar, asolado por un conflicto civil desde hace dos años, y Pakistán, afectado por una grave crisis económica, seguidos de Papúa Nueva Guinea y la India. Esto “implica la oportunidad de lograr un impacto significativo con un número limitado de intervenciones” en unos pocos países específicos, explica el informe, tomando como ejemplo Afganistán, donde entre los años 2000 a 2021, antes de que el país fuera reconquistado por los talibanes, la tasa de electrificación había pasado del 1,6% al 97,7% gracias a la ampliación de la red y la difusión de nuevas tecnologías.

El documento también muestra que el aumento de la demanda de energía ha sido constante en el sector industrial, consolidando el papel de Asia como principal polo manufacturero del mundo, mientras que el consumo de la región en el sector del transporte creció un 91,5%, un incremento Esto se debe al rápido crecimiento de la clase media en estos países; a medida que más personas se traslada a las ciudades y aumenta la prosperidad, el número de vehículos en circulación también aumenta significativamente.

 

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