21/10/2019, 12.44
HONG KONG – CHINA
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Hong Kong en la vigésima semana de protestas. Hidrantes con agua azul contra una mezquita

de Paul Wang

La manifestación de ayer, aunque ilegal, comenzó pacíficamente, pero luego dio lugar a enfrentamientos con la policía. Desde mediados de agosto, al menos ocho personas del movimiento han sido atacadas por desconocidos. El muro de silencio del gobierno y las acciones violentas de la policía aumentan el enfrentamiento con los grupos más radicales del movimiento que se deslizan cada vez más hacia un estilo de guerra de guerrillas urbanas.

Hong Kong (AsiaNews) - Por vigésimo fin de semana consecutivo, Hong Kong ha sido escenario de manifestaciones pacíficas, pero también de enfrentamientos con la policía. Para golpear a los manifestantes a la fuga, un camión con cañones de agua azul disparó contra la mezquita de Kowloon.

Las autoridades habían prohibido la manifestación para evitar la violencia y las "posibles bombas". Pero, como era de esperar, decenas de miles de personas se congregaron a lo largo de Nathan Road y Tsim Sha Tsui, la zona comercial, para reafirmar su derecho a manifestarse a favor de la democracia.

La manifestación, aunque ilegal, había comenzado pacíficamente, pero hacia las 15.00 horas algunos de los grupos más radicales bloquearon algunas calles, destruyeron escaparates relacionados con China y la mafia china y lanzaron bombas molotov contra la comisaría de policía de Tsim Sha Tsui.

En respuesta, las fuerza del orden público utilizaron camiones con hidrantes de agua azul. Y aunque no había grupos de manifestantes delante de la mezquita, la fachada y el atrio del edificio fueron golpeados y coloreados. Por la noche, el jefe de policía visitó al imán de la mezquita en un intento de calmar las críticas.

Gente común y miembros del Frente Cívico por los Derechos Humanos, los organizadores originales de la marcha, ayudaron a los miembros de la comunidad musulmana a limpiar el edificio (foto 2).

Por la tarde hubo enfrentamientos con la policía en Mong Kok (foto 4).

La manifestación de ayer también tenía por objeto responder a los ataques sufridos por algunos miembros del Frente. El 16 de octubre, el líder del Frente, Jimmy Sham, fue golpeado hasta sangrar con martillos y llaves inglesas por un grupo de personas enmascaradas. Hace dos días, un hombre que distribuía folletos anti-extradición fue apuñalado.

Desde mediados de agosto hasta hoy, al menos ocho personas del movimiento han sido atacadas por extraños. Los manifestantes acusan a grupos de delincuentes organizados de confabularse con Beijing.

También miembros del movimiento, durante las manifestaciones, han golpeado a veces a personas que expresaban su desacuerdo.

El movimiento nació en junio para rechazar un proyecto de ley que permitía la extradición de presuntos delincuentes a China. Sólo a principios de septiembre el gobierno canceló definitivamente el proyecto de ley. Pero mientras tanto, el movimiento había aumentado sus demandas de democracia plena y exigido una investigación sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de la policía. El muro de silencio del gobierno y las acciones policiales cada vez más violentas aumentan el enfrentamiento con los grupos más radicales del movimiento, que se deslizan cada vez más hacia un estilo de guerra de guerrillas urbanas.

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