03/09/2016, 13.17
FILIPINAS
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La Iglesia filipina reza por las víctimas del atentado en Davao

En la explosión de una bomba de fabricación casera murieron 14 personas y hubo al menos 60 heridos. Tras el ataque estaría la milicia extremista Abu Sayyaf. Entre las víctimas hay una mujer embarazada y un niño. El presidente Duterte anunció operaciones conjuntas de la policía y los militares contra el terrorismo y el tráfico de drogas. Obispos filipinos: "hermandad y armonía en Davao y en la nación".
 

Manila (AsiaNews) - La Iglesia Católica en Filipinas ora por las víctimas de la explosión que afectó a un mercado nocturno de la ciudad de Davao, al sur de Filipinas. Davao es el lugar de origen del actual presidente, Rodrigo Duterte: 14 personas murieron en el ataque y hubo al menos 60 heridos. En una nota, Mons. Sócrates Villegas, presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP), condena enérgicamente el brutal ataque y subraya que "cuando un compañero muere, muere al mismo tiempo una parte de la humanidad".

Entre las víctimas - en la noche del 2 de septiembre - hay una mujer embarazada y un niño pequeño. De acuerdo a las autoridades de Filipinas, tras la explosión estaría la milicia extremista islámica Abu Sayyaf, activa en el sur del país, aunque en un principio las sospechas se habían centrado en los traficantes de drogas.

El presidente, presente en la zona en el momento del ataque, ha declarado un "estado de ilegalidad" por el ataque. La medida no supone la ley marcial, pero presupone situar puestos de control en la zona y habrá un "esfuerzo coordinado" entre la policía y los soldados para luchar contra el terrorismo y el tráfico de drogas.

El ministro de Defensa de Filipinas Delfin Lorenzan confirmó que tras la explosión está la milicia Abu Sayyaf y que el ataque fue una venganza por las muchas pérdidas en la fortaleza de Jolo, a unos 900 km de Davao, como resultado de la ofensiva de las fuerzas especiales.

Los investigadores han encontrado fragmentos y pedazos de una bomba de fabricación casera en el lugar de la explosión. El estado de alerta es más alto en la capital Manila, donde las autoridades ya han reforzado las mallas de seguridad.

La explosión en Davao se produjo en una zona adyacente al hotel Marco Polo en un punto muy visitado por el presidente Duterte cada fin de semana, dentro de su ciudad de origen.

A raíz del atentado el presidente de los obispos filipinos anunció una "oración en común" con Mons. Romulo Valles, arzobispo de Davao, y con todos sus fieles. "Todos estamos de luto – ha dicho el presidente CBCP - por la muerte de los hermanos y hermanas inocentes" Rogamos por "la paz eterna para las víctimas", por "la curación de la herida" y "dar fuerza" a todas las familias que han sufrido la violencia. "Y, por último, oramos - concluyó - por la reanudación de la fraternidad y armonía en Davao y en toda la nación".

Davao es la ciudad más poblada en el sur de Filipinas, con sus dos millones de habitantes. Está aproximadamente a 1500 km de Manila y es parte de la región meridional de Mindanao, donde los militantes separatistas musulmanes han estado luchando una guerra separatista durante décadas. En la violencia que mató a más de 120 mil personas. Duterte fue alcalde de la ciudad durante más de 20 años, antes de ganar la elección y toma de posesión - el 30 de junio - como presidente.

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