La empleada doméstica filipina que salvó a un bebé de tres meses del infierno de Tai Po

En el devastador incendio del complejo Wang Fuk Court, la filipina Rhodora Alcaraz, de 28 años, protegió con su cuerpo a un bebé de tres meses. La tragedia, que según el último balance ha causado más de 150 muertos, ha puesto en evidencia el papel de las empleadas domésticas del sudeste asiático en Hong Kong. Mientras tanto, crece la indignación y siguen llegando las condolencias, pero Beijing ha advertido que cualquier manifestación será reprimida.

Hong Kong (AsiaNews) - Durante el incendio que devastó ocho edificios del complejo Wang Fuk Court de Hong Kong, una empleada doméstica filipina salvó la vida de un bebé de tres meses. Su historia ha vuelto a centrar la atención en las miles de mujeres extranjeras que viven en la ex colonia británica junto a las familias para las que trabajan.

Rhodora Alcaraz, de 28 años, había llegado a la ciudad solo unos días antes de que estallara el incendio el 26 de noviembre. Atrapada en el apartamento con el bebé, intentó contactar a su hermana, Raychelle Loreto, por Facebook: "Me siento débil, no puedo respirar", dijo desesperada. “Somos pobres. Nuestro padre es solo un pescador, por eso decidió trabajar en el extranjero para ayudar a la familia. Estamos muy orgullosos de nuestra hermana que no abandonó al bebé hasta que fue rescatado”, comentó Loreto a las agencias de prensa internacionales.

Imposibilitada de escapar, Alcaraz envolvió al bebé en una manta mojada y usó su propio cuerpo para proteger al recién nacido de las llamas y el humo. Todavía lo estaba abrazando cuando los bomberos la socorrieron. Actualmente se encuentra hospitalizada y ha recibido la visita de la senadora Imee Marcos (hermana del actual presidente, Ferdinand Marcos Jr.) y de algunos funcionarios de la Overseas Workers Welfare Administration, la entidad que se ocupa de los trabajadores filipinos en el extranjero. Las autoridades locales informaron que el bebé también se encuentra en condición estable.

Según datos de 2024, en Hong Kong, que cuenta con una una población de 7,5 millones de habitantes, viven 368 mil empleadas domésticas, procedentes sobre todo de Filipinas (55%) e Indonesia (42%). Su presencia permite a las mujeres jóvenes continuar en el mercado laboral después de tener un hijo, pero también es fundamental para el cuidado de los ancianos. Su salario, sin embargo, ronda los 5 mil dólares de Hong Kong, equivalentes a 642 dólares al mes, en una de las ciudades más caras del mundo, especialmente en lo que respecta a los alquileres. Entre las víctimas del incendio - la cifra de muertos aumentó esta mañana a 151, y hay 40 desaparecidos - también hay siete mujeres indonesias, informó el gobierno de Yakarta. Mientras tanto, las autoridades locales han dispuesto fondos de emergencia, pero no está claro si la ayuda incluirá también a las trabajadoras extranjeras.

En respuesta a la tragedia, cientos de miles de personas se movilizaron para ofrecer ayuda a los sobrevivientes o incluso solo para rezar. Ayer, cientos de personas participaron en una mañana de condolencias a la comunidad filipina, mientras que esta mañana la fila de personas que llevaron ramos de flores a Tai Po era de dos kilómetros, según los medios locales.

Mientras tanto, las fuerzas policiales han arrestado a 14 personas relacionadas con las obras de renovación del complejo, que comenzaron el año pasado. En un primer momento parecía que las llamas se habían desatado a causa de los andamios de bambú. En realidad, en las imágenes que circularon online se puede ver que el bambú permaneció intacto en varios puntos a pesar de que los edificios, de más de 30 pisos, siguieron ardiendo durante decenas de horas. Las investigaciones llevadas a cabo hasta ahora han revelado que la empresa a cargo de las obras de renovación (que ya había sido sancionada por corrupción y otras prácticas ilegales) había decidido utilizar redes de protección y paneles de poliestireno de mala calidad (menos costosos) que no cumplían con los estándares de seguridad contra incendios, sobre todo después de que en julio las lluvias dañaron algunas de las redes protectoras. La policía explicó que un rollo de red ignífuga, por ejemplo, cuesta 100 dólares, pero la empresa prefirió las que no cumplen las normas, que cuestan cerca de la mitad. Los mismos residentes habían planteado diversas dudas sobre los materiales utilizados.

La situación ha provocado indignación en la ciudad, sobre todo después de las declaraciones del secretario jefe, Eric Chan, quien la semana pasada afirmó en una conferencia de prensa que la ciudad eliminaría gradualmente los andamios de bambú para reemplazarlos por los metálicos. Ayer Beijing - que en 2020 impuso en la ciudad la ley de seguridad nacional, que se utiliza para silenciar el disenso y las protestas en favor de la democracia - advirtió que todas las manifestaciones de pésame que se transformen en protestas "antichinas" serán reprimidas con la fuerza. Un estudiante de 24 años, Miles Kwan, que había lanzado una petición para pedir una investigación independiente sobre los casos de corrupción detrás de la tragedia y una revisión de la supervisión de la construcción (había recogido 10 mil firmas el sábado antes de que la campaña fuera clausurada) fue arrestado por la policía y posteriormente liberado.

El gobierno local también parece decidido a mantener para el 7 de diciembre las elecciones locales para el Consejo Legislativo, en las que solo han sido admitidos los candidatos que Beijing considera "patrióticos". A pesar de la campaña de propaganda masiva llevada a cabo hasta ahora por el gobierno pro-chino para aumentar la afluencia, las urnas podrían quedar vacías en señal de protesta. “No son los andamios los que deben ser examinados sino el sistema”, dice una nota colocada entre los ramos de flores que llevaron a Tai Po en recuerdo de las víctimas.