La oposición y Assad reactivan el diálogo, pero el destino sirio está más allá de Damasco

Al término de una reunión de dos días en Ginebra, la Comisión de Negociación Siria espera que se reanuden las conversaciones con el presidente y el régimen. La perspectiva de un relevo se desvaneció con el reingreso a la Liga Árabe. La cuestión central es la pobreza y la economía, la reconstrucción está en manos de particulares. De Riad a Teherán, de la guerra en Ucrania a Erdogan, hay muchos factores en juego.

Damasco (AsiaNews) - Después de haber archivado años de violencia, superado la fase más sangrienta del conflicto y sancionado el retorno del presidente Bashar al-Assad a la Liga árabe, después del aislamiento regional, los líderes de la oposición siria convocan a Damasco para entablar nuevas conversaciones destinadas a reconstruir el país. "Estamos en una fase de espera", subrayó una fuente institucional de AsiaNews en la capital, "y todavía no vemos grandes cambios. La cuestión central sigue siendo la economía, la prioridad es la pobreza generalizada. Por último, hay que esperar a las decisiones que se tomen a nivel internacional, para ver si realmente será posible un cambio, para poder reconstruir con mayor libertad y organización, y no sólo confiando o contando con las iniciativas particulares, como ocurre actualmente".

Ayer, la oposición siria, al final de una reunión, pidió que se reanuden las "moribundas" negociaciones patrocinadas por la ONU con el presidente Assad, que llevan mucho tiempo paralizadas, incapaces de sacar al país de su estancamiento. Las negociaciones están en punto muerto desde 2018 y la cuestión central es el papel y el futuro del presidente en la transición política hacia una nueva Constitución y hacia las elecciones. Las sucesivas reuniones y negociaciones de los últimos cinco años fracasaron siempre, y no hay señales de recuperación a corto plazo.

"Las condiciones internacionales, regionales y sirias proporcionan una circunstancia apropiada para la reactivación de las negociaciones directas... según una agenda y un calendario específicos", subrayó la Comisión de Negociación Siria (SNC) en una nota al final del encuentro. Este organismo está formado por representantes de la principal alianza política de la oposición, la Coalición Nacional Siria, que fue la principal delegación presente en las últimas reuniones de la ONU que se celebraron en Ginebra, Suiza.

En la declaración final del evento de dos días, la oposición también pidió a los "países hermanos y amigos" que "apoyen" los esfuerzos de la ONU para "adoptar todas las resoluciones necesarias para lograr una solución política global". El frente anti-Assad espera una solución acorde con la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, que establece una hoja de ruta para una transición política. Después de 12 años de guerra, una nación reducida al hambre y más de medio millón de muertos, lo que desean todos es poder reconstruirse, dialogando también con los actuales dirigentes, enfrentados desde hace tiempo. Entre otras cosas, porque la propia oposición ha perdido gran parte de su impulso y apoyo del pasado, especialmente de los países de la región. Empezando por los sauditas, que recientemente han restablecido lazos con Assad y aprobado la readmisión de Damasco en la Liga Árabe, dentro de la cual sólo queda Qatar haciendo barricadas. También desde Turquía llegan señales de apertura, aunque habrá que esperar a los próximos movimientos del sultán Recep Tayyip Erdogan, flamante vencedor de las elecciones presidenciales y parlamentarias.

El mes pasado, el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pedersen, había hablado también de un momento "favorable" "que hay que aprovechar" para retomar el diálogo, y había invocado también la necesidad de un "compromiso constructivo" por parte del régimen de Damasco. Se espera, explicó la fuente de AsiaNews, que "el diálogo entre Arabia Saudita e Irán y la reincorporación a la Liga Árabe puedan efectivamente conducir a un cambio, aunque hasta ahora no hay perspectivas claras. Mucho depende también de la evolución de la guerra rusa en Ucrania, de los movimientos de Erdogan y de Vladimir Putin, porque son muchos y variados los intereses que están en juego. Lo que falta es una decisión, y una visión, de perspectiva a nivel internacional". "Parece que la fase más sangrienta y cruenta ya ha pasado", concluyó, "y el deseo de volver a empezar es fuerte, pero hace falta la confianza mutua de las dos partes, que se ha perdido. La gente quiere paz y estabilidad, quiere luchar contra la miseria y la bomba de la pobreza".