La prohibición de viajar impuesta por Trump: un duro golpe para las esperanzas de los refugiados birmanos.
Las restricciones migratorias impuestas por la administración Trump han tenido un impacto devastador en los ciudadanos de Myanmar, afectando de manera desproporcionada a los refugiados y estudiantes. Muchos de ellos, que llevan años esperando en campos de refugiados, ven ahora cómo se rompen sus sueños de una vida mejor en Estados Unidos, mientras que las nuevas políticas corren el riesgo de sentar un peligroso precedente a nivel mundial.
Bangkok (AsiaNews) - La suspensión de visados a algunos países por parte de la administración de Donald Trump también ha afectado a Myanmar. Las medidas restrictivas se justificaron con la afirmación de que casi la mitad de los titulares de visados de estudiante birmanos permanecen en Estados Unidos más allá de la fecha de caducidad. Pero, en realidad, las personas más afectadas por esta medida serán los inmigrantes y refugiados que llevan mucho tiempo viviendo en campos de refugiados de Tailandia y Malasia y que buscan acceder a un trabajo o a una carrera académica en Estados Unidos.
Por lo tanto, la prohibición de viajar ha arrojado una sombra de desesperación, especialmente sobre aquellos que estaban a punto de completar el proceso de inmigración a Estados Unidos, incluidos aquellos que tenían la intención de reunirse con sus familias. Incluso aquellos que tuvieron la suerte de ganar la lotería de la «visa de diversidad» ahora viven en la incertidumbre, abatidos por la decepción y con su futuro pendiendo de un hilo.
Nicolas Seng Ja, un estudiante cuyos sueños de estudiar en una universidad estadounidense ahora están en peligro, expresó sus sentimientos, haciéndose portavoz de muchos de sus compañeros: «La prohibición parece profundamente injusta, especialmente para personas comunes como estudiantes y familias que huyen de la persecución, que no tienen ninguna relación con las razones que motivan estas restricciones».
«Esta política supone un obstáculo importante para los refugiados de Myanmar», afirmó Seng Naw, voluntario en un campo de refugiados. «Limita nuestro acceso a una educación de calidad y a una vida mejor, elementos esenciales para los jóvenes refugiados que intentan reconstruir sus vidas».
Las repercusiones de las nuevas restricciones de viaje también afectan a quienes ya habían obtenido un visado para trasladarse a Estados Unidos desde Malasia o Tailandia. Estas limitaciones complican aún más la ya precaria situación de los refugiados y solicitantes de asilo: atrapados en un limbo, no pueden regresar a Myanmar, luchan por sobrevivir donde se encuentran y ahora se enfrentan a nuevas barreras para llegar a Estados Unidos.
Aung Kyaw Min, un activista por los derechos de los migrantes residente en Tailandia, ha sido testigo de la destrucción de las esperanzas y los sueños de la población refugiada. «Esta decisión afecta de manera desproporcionada a los más vulnerables: los refugiados y los solicitantes de asilo», explicó.
Robert Nay Win, una importante figura juvenil en Yangón, considera que la prohibición de viajar supone un serio obstáculo para las aspiraciones de muchos jóvenes birmanos. «Confiamos en que las políticas futuras se basarán en los principios de equidad, compasión y una comprensión profunda del complejo contexto de Myanmar, garantizando a los refugiados la dignidad y las oportunidades que merecen», declaró. Sin embargo, los posibles efectos en cadena de esta política son motivo de gran preocupación. Otros países podrían adoptar medidas migratorias igualmente restrictivas, lo que dificultaría aún más que los refugiados encontraran lugares seguros.
22/06/2017 15:11
