08/03/2023, 10.35
RUSIA
Enviar a un amigo

Los 'regionalistas' quieren una Rusia desmembrada y sometida al control internacional

de Vladimir Rozanskij

La propuesta fue presentada por el periodista Maksim Kuzakhmetov, exiliado en Praga. Una consecuencia de la posible derrota en Ucrania. Al igual que la Alemania posnazi, el país debe aceptar el control internacional durante cierto tiempo. Las oposiciones "moscucéntricas".

 

Moscú (AsiaNews) - Siguen extendiéndose opiniones y propuestas para un futuro que prevé la desintegración de la Federación Rusa y la organización de diversas estructuras étnicas y estatales. Al respecto habló en Idel.Realii el periodista Maksim Kuzakhmetov (ver foto), exiliado en Praga, creador del proyecto "Naiznanku" (Al contrario), que se considera el principal inspirador del movimiento "Ingermanlandi", los separatistas escandinavos en territorio ruso.

Kuzakhmetov afirma que la consecuencia de la guerra ruso-ucraniana debe ser la división del imperio y la introducción de una administración externa durante un período transitorio, para evitar los peligros del revanchismo y la deriva ultranacionalista, y para "garantizar la seguridad de toda Europa".

Lo compara con Alemania en 1945, y "seguramente será un gran problema psicológico para los rusos, pero no debería haber violencia ni disturbios, ni campos de concentración". La Alemania posnazi ​​tuvo que aceptar el control externo después de la capitulación, y mientras tanto los aliados trabajaban para garantizar la democracia, sin reducir el país a una colonia: "Se puede soportar, y todo irá mejor después".

Por su parte Putin ha instado a los servicios secretos internos del FSB a perseguir a todos aquellos que apoyen proyectos separatistas y disruptivos "de inspiración occidental". Según el periodista, "está claro que el FSB intentará fabricar acusaciones falsas, obteniendo confesiones por medio de la tortura, como en tiempos de Stalin".

En realidad los "regionalistas" no cometen crímenes contra la ley y no constituyen una amenaza real; “no atentan contra la propiedad de nadie, sino que pretenden aplicar en la práctica el derecho constitucional a decidir su propio futuro”. La Constitución soviética, por su parte, consagra el derecho de las repúblicas a la autodeterminación.

Si se observa el mapa de la Federación Rusa, la gran mayoría de los sujetos federales gozan de un conjunto de derechos diferentes, desde la estructuración nacional hasta la autonomía administrativa regional. Por ejemplo, el enclave de Kaliningrado, la antigua Prusia Oriental entre Polonia y Lituania, es un "pequeño país europeo ya formado", insiste Kuzakhmetov: "No hay forma de retenerlo por la fuerza, si se quiere separar".

En realidad no sólo los dirigentes del Estado federal están en contra de la desintegración, sino también una gran parte de la oposición, incluso aquellos que siguen a los grandes exiliados "liberales" como Mikhail Khodorkovsky y Garri Kasparov, o los perseguidos como el movimiento de Aleksej Navalny.

Kuzakhmetov admite que existe una fuerte división entre la oposición "moscucéntrica", que quiere conservar las fronteras actuales del imperio, y las regionalistas. A su juicio “sin duda es un grave defecto de los moscovitas, pero no es el momento de discutir qué debe ser lo primero, debemos sacarnos de encima la triste reputación del agresor que pisotea la sangre de sus vecinos, debemos pensar en cómo renacer después de la derrota".

En el esquema que él imagina, las regiones podrán reunificarse después del período de administración externa, si se les permite, o dar tiempo para que cada una se organice y después decida, como hicieron por ejemplo la República Checa y Eslovaquia.

Los crímenes de Putin, según los separatistas, de alguna manera obligan a Europa a dividir Rusia por la fuerza en esta etapa de su historia. “Es un imperio que nació hace 500 años, y si tiene fuerzas renacerá de sus cenizas, como sucedió en tiempos de los zares y también en los soviéticos”.

Occidente, y en particular Europa, “no tiene un único centro, hemos visto que los países de Europa del Este que estaban sometidos al imperio moscovita tomaron decisiones a partir de sus propias necesidades de seguridad”.

Antes de 1991, incluso en Occidente se temía una catástrofe en caso de disolución del imperio soviético, algunos ni siquiera querían la reunificación de las dos Alemanias. Se temía que pudieran surgir 15 potencias nucleares incontrolables, y que “es mejor tratar con un solo loco, que con 15 diferentes”. La URSS en realidad se disolvió de forma bastante pacífica, pese a los diversos conflictos periféricos, y ahora "debemos desterrar la fobia del Kremlin y todo irá bien", concluye Kuzakhmetov.

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Guerra de Ucrania: la Federación Rusa podría desintegrarse
12/10/2022 11:19
Ekaterimburgo: los nacionalistas ortodoxos quieren una Rusia ‘imperial’
21/07/2022 11:51
Kiev quiere destruir el puente de Putin en Crimea
21/06/2022 11:44
Invasión en Ucrania: el Donbass olvidado
03/03/2022 10:00
Moscú quiere que Astana se disculpe por la yurta de la discordia en Buča
13/01/2023 10:41


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”