Meghalaya, las comunidades khasi contra los planes de extracción minera de Delhi
Un memorándum del Ministerio de Medio Ambiente ha eximido a los proyectos mineros de las consultas públicas, reavivando las tensiones en un estado que alberga el 16 % de las reservas nacionales de uranio. Desde hace décadas, la Unión de Estudiantes Khasi lidera la movilización contra la explotación minera, denunciando los riesgos para la salud y el medio ambiente, y las comunidades piden una moratoria permanente, mientras que el Gobierno de Delhi quiere seguir adelante con sus planes nucleares.
Shillong (AsiaNews) - Crece la preocupación entre las organizaciones civiles y los grupos tribales de Meghalaya tras la divulgación de un memorándum del Ministerio de Medio Ambiente que exime a la extracción de minerales atómicos de las consultas y audiencias públicas obligatorias. La medida ha reavivado las tensiones en un estado que alberga una de las mayores reservas de uranio de la India, llamando la atención sobre la relación entre la política minera a nivel regional y los planes nucleares del gobierno liderado por el primer ministro Narendra Modi.
Meghalaya alberga alrededor de 13.000 toneladas de uranio, lo que equivale al 16 % del total nacional. Las operaciones de exploración comenzaron en 1996, tras unos estudios que confirmaron la presencia de yacimientos significativos en los distritos de Domiasiat y Wahkaji. La Uranium Mining Corporation of India Limited (UCIL) se encargó de iniciar la extracción a cielo abierto.
Desde los años 80, la comunidad khasi, que representa el 80 % de la población del estado, se ha opuesto firmemente a cualquier proyecto de explotación. La Unión de Estudiantes Khasi lidera la movilización denunciando los graves riesgos para la salud de las personas y el medio ambiente.
Por un lado, los partidarios de la extracción presionan a los residentes para que cedan sus tierras con el fin de favorecer la construcción de nuevas infraestructuras relacionadas con la actividad minera. Por otro lado, los grupos contrarios advierten de que los costes sociales y ecológicos serían enormes: contaminación radiactiva, pérdida de tierras ancestrales y riesgo de desplazamientos forzados.
La reciente decisión del Ministerio de excluir la extracción de minerales atómicos de las consultas públicas confirma el compromiso del Gobierno indio de expandir la actividad minera relacionada con el uranio, una tendencia que seguirá creciendo en los próximos años.
No es la primera vez que el Gobierno central interviene con decisión en la cuestión del uranio. En Jharkhand, la UCIL lleva décadas extrayendo en el distrito de Singhbhum, no sin tensiones. Las audiencias públicas para la apertura de nuevas minas han sido a menudo objeto de protestas contra la exposición a la radiación y la pérdida de medios de subsistencia. Además, los habitantes acusan a la Corporación de publicar avisos en idiomas que desconocen y de ignorar sistemáticamente las objeciones.
La comunidad khasi reitera su oposición a la extracción, considerada una amenaza significativa para la salud y el territorio. A pesar de que los 36 diputados elegidos en las circunscripciones de las colinas khasi han hablado públicamente de la necesidad de proteger a la población y las tierras locales, hasta ahora nadie ha presentado en la Asamblea una resolución para pedir una moratoria permanente de la actividad minera. Los grupos locales reiteran su petición de un bloqueo definitivo de la extracción, subrayando que la resistencia a la mina seguirá viva y decidida.
03/01/2019 14:59
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