28/03/2017, 14.33
PAKISTÁN
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Mons. Arshad: en Cuaresma, abracemos nuestras cruces cotidianas

de Shafique Khokhar

El obispo de Faisalabad difundió el mensaje para la preparación a la Pascua, Se dirige a los jóvenes, aquellos que más soportan las dificultades en sus búsquedas de trabajo, por la crisis económica y para colocarse en la sociedad. Invita a todos a seguir el ejemplo de Jesús, que con su muerte y resurrección da significado “a nuestras cruces de la vida de todos los días”.

Faisalabad (AsiaNews)- “En este período de cuaresma, Jesús nos invita a tomar nuestra cruz o mejor, nuestras cruces cotidianas, sin buscar fáciles soluciones. Él nos invita a aceptar las cruces con un espíritu de fe, a ofrecer a Él nuestras cruces. Las palabras de Jesús nos recuerdan que abrazando nuestras cruces, podemos estar más cerca de él en la cruz”. Los escribe Mons. Joseph Arshad, obispo de Faisalabad y presidente de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia episcopal paquistaní. En su mensaje para la Cuaresma difundido en los días pasados, él recuerda que la Cuaresma es “un período de penitencia y reflexión que nos invita a una conversión del corazón”. Luego se dirige en particular a los jóvenes, “que llevan cruces de todo tipo: las dificultades de encontrar trabajo, la crisis económica, la amargura de no ser tomados en consideración en la sociedad”.

Frente a las dificultades de cada día- las “cruces”- el obispo invita a “no permanecer pasivos cediendo a los obstáculos”. Por el contrario él subraya que “la cruz de Jesús representa la luz y la fuerza de soportar nuestros esfuerzos […] Esto significa que con la esperanza que él resucitó, también nosotros debemos experimentar un nuevo alba de luz y resurrección”. Según Mons. Arshad, el período santo de la Cuaresma es “el momento justo para tomar decisiones justas. La Palabra de Dios nos ayuda a abrazar y comprender nuestras cruces de la vida de todos los días. Estas encuentran significado en la muerte y resurrección de cristo”. “Junto (a la aceptación) de las cruces cotidianas- agrega- estamos llamados a convertirnos y a iniciar nuevamente para realizar acciones buenas como la caridad, el ayuno y la oración. Estas obras nos refuerzan y nos ayudan en nuestra vida espiritual”.

El presidente de la Comisión Justicia y Paz afirma que en el mundo de hoy “las fuerzas del mal son activas y el pecado debilita el alma de cada ser humano”. Todo esto es evidente en la situación actual de Pakistán, “donde el diablo quiere acortar la vida humana”. Él refiere que la población “tiene miedo de frecuentar lugares públicos a causa de bombas que explotan en todo el país. Parece que el hombre esté lentamente marginando a Dios de su propia vida, olvidando su inmenso amor y su benevolencia”.

En este escenario, sugiere el obispo es siempre de Jesús que llega el ejemplo para superar con coraje las tentaciones y el mal: “Transcurriendo cuarenta días en el desierto, Él nos ha mostrado como vencer a las fuerzas malignas y a las tentaciones mundanas porque nosotros, en cuanto cristianos, no concedemos nada en cambio de los valores evangélicos”. “La Cuaresma-concluye- es el templo de renuncia a todas las fuerzas del mal […] Pueda Dios guiarnos hacia la conversión del corazón. Pueda este período ser para todos nosotros un momento de crecimiento en la fe, para prepararnos dignamente a la fiesta de la Pascua”.

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