Nueva Delhi: atentado en el Red Fort, la sombra del terrorismo de Cachemira
El coche bomba que explotó ayer frente al Red Fort, histórico símbolo de la independencia india, dejó un saldo de 13 personas muertas y más de 20 heridos. Ningún grupo ha reivindicado el ataque y las autoridades sospechan que se trata de un atentado yihadista relacionado con Cachemira, tras el hallazgo de tres toneladas de explosivos en Faridabad, pero el ministro del Interior, Amit Shah afirmó que siguen abiertas "todas las pistas". La Conferencia Episcopal Católica India comunicó: "Seguimos rezando por la paz y la seguridad en nuestra amada nación".
Nueva Delhi (AsiaNews) - Una explosión que se produjo en la tarde de ayer, lunes 10 de noviembre, en las inmediaciones del Red Fort, el histórico complejo desde donde cada año el primer ministro indio dirige su discurso a la nación, dejó un saldo de 13 muertos y más de 20 heridos, sumiendo a la capital en el pánico y obligando a las autoridades a declarar el estado de máxima alerta.
Según las reconstrucciones realizadas hasta el momento, la explosión ocurrió poco antes de las 19:00, cerca de la Puerta n.1 de la estación de metro del Red Fort, en la parte antigua de la ciudad, una zona de alta densidad de tráfico y que se considera sensible a las tensiones religiosas porque allí se encuentra la mezquita Jama y el concurrido mercado de Chandni Chowk. La detonación se produjo en un coche en movimiento, un Hyundai i20 que, según las investigaciones preliminares, había estado estacionado durante más de tres horas cerca del Red Fort antes de comenzar a desplazarse. El vehículo habría explotado mientras se encontraba detenido en un semáforo. La explosión destruyó seis automóviles, cuatro motocicletas y tres e-rickshaw, y proyectó escombros y fragmentos de metal a decenas de metros de distancia.
Hasta el momento ningún grupo ha reivindicado el ataque, pero las autoridades indias consideran que la probabilidad de que se trate de un ataque terrorista es alta. El ministro del Interior, Amit Shah, declaró que las agencias de investigación están estudiando "todas las pistas" y "no descartan ninguna posibilidad". Un funcionario de policía de Delhi añadió, de forma anónima, que "la aguja de la balanza apunta hacia grupos con conexiones internacionales".
La policía de Delhi ha abierto una investigación en virtud de la UAPA (Unlawful Activities Prevention Act) y de la Ley de Explosivos, referidas a los actos de terrorismo. Los investigadores ya han identificado el vehículo involucrado: se trata de un Hyundai i20 que había cambiado de propietario varias veces, el último de los cuales ha sido identificado como un habitante de Pulwama, en Jammu y Cachemira, una región conocida por la inestabilidad y el alto número de atentados, el último de los cuales ocurrió en abril de este año en Pahalgam, donde murieron más de 20 turistas indios.
En las horas posteriores al atentado, las fuerzas de seguridad pusieron bajo custodia a la madre y a los dos hermanos del principal sospechoso, para verificar posibles vínculos con grupos armados. Mientras tanto, el Servicio Arqueológico de la India (ASI) ha dispuesto el cierre del Red Fort por tres días, hasta el 13 de noviembre, por motivos de seguridad y protección del sitio histórico.
El atentado se ha llevado a cabo en un momento de fuerte tensión regional. Precisamente el día anterior la policía de Jammu y Cachemira había incautado cerca de 3 toneladas de explosivos en dos edificios residenciales de Faridabad, en el estado de Haryana, al sur de Delhi. Entre los materiales confiscados había 350 kg de nitrato de amonio, un fertilizante que se utiliza a menudo para fabricar bombas. Aunque hasta el momento no se han encontrado vínculos directos entre la incautación de Faridabad y el atentado de Delhi.
Según los analistas, la dinámica y el lugar del ataque indican una clara intención de golpear un símbolo nacional. El Red Fort es el lugar donde el primer ministro pronuncia su discurso anual por el Día de la Independencia, y en el pasado ya ha sido blanco de grupos armados. Su ubicación en el corazón de la ciudad vieja, en una hora punta, podría haber provocado un número de víctimas mucho más elevado.
El contexto político añade una mayor tensión. El ataque ha ocurrido siete meses después de la masacre de Pahalgam, en la que militantes de un grupo llamado "Frente de la Resistencia" mataron a 26 civiles indios. A raíz de ese ataque, el gobierno liderado por Narendra Modi había lanzado la "Operación Sindoor", una serie de incursiones aéreas y misilísticas contra objetivos en Pakistán. La explosión de ayer podría desencadenar una nueva escalada militar con Islamabad. En la capital pakistaní también se produjo hoy un atentado terrorista que las autoridades están investigando, mientras el país se sumerge cada vez más en un creciente militarismo. En los últimos meses Delhi ha reiterado varias veces que cualquier ataque terrorista perpetrado por grupos con base en Pakistán será considerado "un acto de guerra".
La Conferencia Episcopal Católica expresó su "conmoción" y "profunda tristeza" por lo que ha ocurrido, que sume a "la nación en el dolor". "Ofrecemos nuestras más sentidas condolencias a las familias y a los seres queridos de las personas que han perdido la vida en este desafortunado incidente", dice el comunicado de los obispos indios, quienes también llamaron "a todos los ciudadanos a mantenerse alerta e informar de inmediato a la policía o a las autoridades locales sobre cualquier actividad sospechosa u objetos abandonados".
"Unámonos como una sola comunidad, defendamos la paz y colaboremos para proteger la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos. Seguimos rezando por la paz y la seguridad en nuestra amada nación", concluye el comunicado.
23/06/2021 14:54
