Papa: dos años de Francisco, popular hasta entre los "lejanos"
Roma (AsiaNews)- A dos años de la celebración de la misa con la cual iniciaba su pontificado, los "números" de Papa Francisco son impresionantes, algunas veces superiores a los de u Papa amado como Juan Pablo II. Es un juicio plebiscitariamente positivo (lo es, dicen algunos sondeos, el del casi 90% de los italianos y de los católicos estadounidenses) confirmado por los casi 15 millones de personas que han participado a sus encuentros, 19 millones de clientes que lo siguen en Twitter, al cual se unen una evidente simpatía de la mayor parte de los medios mundiales y el cuidado que los líderes políticos de todo color y proveniencia- con pocas, si bien con significativas excepciones- ponen en el encontrarlo. Su afirmación "¿Cómo es posible que los diarios no escriban un renglón, cuando un anciano ciruja muere de frío, mientras que una variación de 2 puntos en la Bolsa está en las primeras páginas?, fue usada por el presidente Obama.
Francisco gusta. Gusta a los "lejanos", a aquellos que son críticos hacia la Iglesia, considerada "institución", "poder" y "opresión". Aquellos que de su magisterio subrayan más sus gestos que sus palabras, a menudo reducidas a eslogan. Como el ya célebre "¿Quién soy yo para juzgar?", dicho en respuesta a una pregunta sobre los gay, que le hizo un periodista el 28 de julio de 2013 cuando volvía de Rio de Janeiro, pero de la cual omite siempre la parte que la precede: "si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad", ya sea el sucesivo expreso en referencia al "Catecismo de la Iglesia Católica". O evitan de hablar de afirmaciones como "Jesús es la única puerta" para entrar en el Reino de Dios, "todos los otros caminos son engaños, no son verdaderos, son falsos".
Gusta, naturalmente a la mayor parte de los católicos practicantes. Y hoy se ve que una frase dicha hace dos años, durante una ceremonia, era en un cierto modo un programa. "No, no olvidemos nunca- dijo- que el verdadero poder es el servicio y que también el Papa para ejercitar el poder debe entrar siempre más en aquel servicio que tiene en su vértice luminoso sobre la Cruz; debe mirar al servicio humilde, concreto, rico de fe, de S. José y como él abrir los brazos para cuidar y custodiar a todo el Pueblo de Dios y recibir con afecto y ternura a la entera humanidad, especialmente a los pobres, a los más débiles, a los más pequeños".
"Quiso llamarse Francisco- lo evidenció el p. Lombardi, director de la Sala de Prensa Vaticana- porque los pobres son el centro de su atención. Y sabemos quiénes son los pobres, en un sentido más amplio: son todas las personas violadas en su dignidad, no sólo del punto de vista espiritual, de la pobreza de relaciones sociales y así en adelante. Y en esto, francisco manifiesta una gran atención y ha llevado a la atención pública tantos aspectos significativos de las nuevas esclavitudes, los problemas de los tráficos de órganos y de personas humanas, los problemas de la marginación de los ancianos o de los enfermos...".
Y de los cristianos. Sobre todo en los últimos tiempos, a los tantos pedidos por la paz se unieron las denuncias de los cristianos "asesinados sólo porque cristianos", asesinatos "que el mundo trata de ocultar". Cristianos, subrayó varias veces y no sólo católicos los que indican ese "ecumenismo de sangre", que muestra el camino para superar antiguas divisiones. Camino evidenciado en particular en los viajes a Tierra santa y a Turquía para los encuentros con el patriarca Bartolomé.
Este ya iniciado tercer año de pontificado será por muchos aspectos cruciales porque hay encuentros como el Sínodo sobre la familia y sobre todo el Jubileo de la Misericordia que tendrán un previsible y gran impacto fuera y dentro de la Iglesia, como lo será también la prevista reforma de la Curia romana. Para los tres es fácil prever aplausos y algunas polémicas. Que no deberían modificar la popularidad mundial y el afecto de los fieles que acompañan al Papa venido "desde el fin del mundo". (FP).
