07/04/2021, 12.48
VATICANO
Enviar a un amigo

Papa: en la Iglesia todo respira y participa de una gracia que nos une a los santos

“Cuando rezamos, nunca lo hacemos solos: aunque no pensemos en ello, estamos inmersos en un majestuoso río de invocaciones que nos precede y continúa después de nosotros”. Francisco recordó "en la oración, a las víctimas de las inundaciones que se produjeron en Indonesia y Timor Oriental en los últimos días". Que el Athletica Vaticana continúe con su compromiso de "difundir la cultura de la fraternidad en el ámbito del deporte".

 

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "En la Iglesia no hay luto que se sufra en soledad, no hay lágrima que se derrame en el olvido, porque todo respira y participa de una gracia común". El Papa Francisco explicó, en la audiencia general de hoy, el tema "Orar en comunión con los santos", y dijo que "cuando rezamos, nunca lo hacemos solos: aunque no lo pensemos, estamos inmersos en un majestuoso río de invocaciones que nos precede y continúa después de nosotros”.

La audiencia de hoy tuvo lugar en la biblioteca privada. Al concluir, Francisco quiso recordar "en la oración a las víctimas de las inundaciones que han golpeado a Indonesia y Timor Oriental en los últimos días". “Que el Señor - continuó - acoja a los fallecidos, consuele a sus familias y ayude a los que han perdido sus hogares”.

Las oraciones, afirmó el Papa, "son 'difusivas', se propagan continuamente, con o sin mensajes en las redes sociales: desde las salas de hospital, desde los momentos de encuentro y hasta desde los momentos en que se sufre en silencio... El dolor de cada uno es el dolor de todos, y la felicidad de uno se derrama sobre el alma de los demás. El dolor y la felicidad son parte de una única historia: son historias que se convierten en historia en la propia vida. Las oraciones - continuó - siempre renacen: cada vez que juntamos las manos y abrimos nuestro corazón a Dios, nos encontramos en compañía de santos anónimos y santos reconocidos que rezan con nosotros, y que interceden por nosotros, como hermanos y hermanas mayores que han pasado por nuestra misma aventura humana”. Y el hecho de que antes se enterrara a los fieles alrededor de las iglesias era una manera de decir que “la multitud de los que nos precedieron participa de alguna manera en cada Eucaristía. Están nuestros padres y abuelos, nuestros padrinos y madrinas, los catequistas y otros educadores…”.

“Los santos siguen estando aquí, no lejos de nosotros; y sus representaciones en las iglesias evocan esa “nube de testigos” que siempre nos rodea (cf. Hb 12, 1). Son testigos que no adoramos —por supuesto, no adoramos a estos santos—, pero que veneramos y que de mil maneras diferentes nos remiten a Jesucristo, único Señor y Mediador entre Dios y el hombre. Un santo que no te remite a Jesucristo no es un santo, ni siquiera cristiano”.

Los santos, continuó, “nos recuerdan que también en nuestra vida, aunque débil y marcada por el pecado, la santidad puede florecer. Leemos en los Evangelios que el primer santo “canonizado” fue un ladrón y fue “canonizado” no por un Papa, sino por el mismo Jesús. Nunca es tarde para convertirse al Señor, que es bueno y grande en el amor (cf. Sal 102, 8). El Catecismo explica que los santos «contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquéllos que han quedado en la tierra. […] Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero» (CCE, 2683). En Cristo hay una solidaridad misteriosa entre los que han pasado a la otra vida y nosotros los peregrinos en esta: nuestros seres queridos fallecidos continúan cuidándonos desde el Cielo. Rezan por nosotros y nosotros rezamos por ellos, y rezamos con ellos. Este vínculo de oración entre nosotros y los santos, es decir, entre nosotros y personas que han alcanzado la plenitud de la vida, este vínculo de oración lo experimentamos ya aquí, en la vida terrena: oramos los unos por los otros, pedimos y ofrecemos oraciones... La primera forma de rezar por alguien es hablar con Dios de él o de ella. Si lo hacemos con frecuencia, todos los días, nuestro corazón no se cierra, permanece abierto a los hermanos. Rezar por los demás es la primera forma de amarlos y nos empuja a una cercanía concreta. Incluso en los momentos de conflicto”.

“La primera forma de afrontar un momento de angustia es pedir a los hermanos, a los santos sobre todo, que recen por nosotros. ¡El nombre que nos dieron en el Bautismo no es una etiqueta ni una decoración! Suele ser el nombre de la Virgen, de un santo o de una santa, que no desean más que “echarnos una mano” para obtener de Dios las gracias que más necesitamos. Si en nuestra vida las pruebas no han superado el colmo, si todavía somos capaces de perseverar, si a pesar de todo seguimos adelante con confianza, quizás todo esto, más que a nuestros méritos, se lo debemos a la intercesión de tantos santos, unos en el Cielo, otros peregrinos como nosotros en la tierra, que nos han protegido y acompañado, porque todos sabemos que aquí en la tierra hay gente santa, santos de todos los días. Ellos no lo saben, nosotros tampoco lo sabemos, pero hay santos, santos de todos los días, santos escondidos o como me gusta decir los “santos de la puerta de al lado”, los que viven con nosotros en la vida, que trabajan con nosotros y llevan una vida de santidad. Bendito sea Jesucristo, único Salvador del mundo, junto con este inmenso florecimiento de santos y santas, que pueblan la tierra y que han hecho de su vida una alabanza a Dios”.

Al final de la audiencia, recordando que ayer se celebró el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, Francisco invitó a "difundir la cultura de la fraternidad en el ámbito del deporte". "Espero -añadió- que pueda relanzar la experiencia del deporte como un evento de equipo, para fomentar el diálogo solidario entre diferentes culturas y pueblos". "Me complace animar a la Athletica Vaticana -concluyó- a continuar su compromiso de difundir la cultura de la fraternidad en el deporte, prestando mucha atención a las personas más frágiles, convirtiéndose así en testigos de paz".

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Papa: El hombre nos es dueño del tiempo, que pertenece a Dios
26/11/2013
Bartolomé: un rol fundamental de las religiones per crear comunión entre los pueblos
05/12/2016 17:00
Mons. Peña Parra inauguró la sede de la nunciatura apostólica en Dili
22/09/2022 16:35
Nusa Tenggara Oriental, Seroja: continúa la situación crítica, es difícil hacer llegar la ayuda (VIDEO)
09/04/2021 12:38
Nusa Tenggara Oriental, el mal tiempo impide que llegue la ayuda a las víctimas del ciclón Seroja
08/04/2021 13:07


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”