Prada acusada de apropiación cultural por sus sandalias dalit

En la Semana de la Moda de Milán Primavera/Verano 2026, Prada presentó unas sandalias de cuero con un diseño idéntico al de las tradicionales Kolhapuri chappal de Maharashtra, sin reconocer en absoluto a los artesanos Chamar, una de las tribus indígenas y fuera de casta de la India. El elevado precio y la distribución de anillos de cuero durante el desfile para enfatizar el detalle típico de la sandalia desencadenaron protestas en las redes sociales indias. Desde hace tiempo, los activistas piden a las casas de moda que reconozcan los orígenes culturales y compartan los beneficios con las comunidades locales.

Mumbai (AsiaNews) – La moda de lujo que se apropia de diseños indígenas vuelve a ser objeto de debate: esta vez es Prada la que se encuentra en el centro de la polémica por haber presentado, en la Semana de la Moda Primavera/Verano 2026 de Milán, un par de sandalias de cuero que se asemejan a las tradicionales «Kolhapuri chappal», calzado originario del estado indio de Maharashtra. En las redes sociales indias se ha desatado inmediatamente un debate: en el desfile no se hizo ninguna mención al origen del diseño, ni se citó ningún reconocimiento a los artesanos que llevan generaciones manteniendo viva esta tradición.

Las sandalias, sin ninguna referencia a la India, se presentaron en al menos siete de los 56 looks de la pasarela. Caracterizadas por su confección en piel, sus finas correas y el típico anillo para el dedo del pie, se ofrecen en el mercado a un precio que alcanza los 1300 euros. La maison, dirigida por Miuccia Prada y Raf Simons, incluso distribuyó anillos de piel simbólicos durante el evento para resaltar ese detalle.

En las redes sociales, la reacción fue inmediata. Un usuario escribió en X: «Prada vende las Kolhapuri chappal a 120 000 rupias. Estos zapatos, que forman parte del patrimonio de Maharashtra, se pueden encontrar en los mercados de Kolhapur por entre 300 y 1500 rupias. Prada les pone su logotipo, los llama «sandalias de cuero» y borra sus raíces culturales. No es lujo, es robo».

Otro usuario señaló: «Este diseño ha sido robado a la comunidad chamar de la India, que los fabrica a mano desde hace generaciones. Sin reconocimiento. Sin crédito. Solo apropiación cultural disfrazada de marca de lujo».

Otros episodios similares han llevado a más voces a pedir que las grandes marcas no solo reconozcan los orígenes de los diseños tradicionales, sino que también compartan parte de los beneficios con los artesanos que fabrican los productos originales.

Los chamar son uno de los muchos grupos indígenas dalit que forman parte de las castas y tribus registradas, las poblaciones aborígenes reconocidas por la Constitución india. Viven principalmente en el norte de la India y tradicionalmente trabajan en las curtidurías (su nombre deriva del sánscrito «charmakara», que significa trabajador del cuero), una ocupación humilde a la que las castas superiores de la India no se dedican para evitar el contacto con animales muertos.

En realidad, los chamar de los barrios marginales de Dharavi, en Bombay, han creado su propia marca: en 2018, Sudheer Rajbhar fundó Chamar Studio, una marca sostenible que reúne el trabajo de los artesanos locales. Sus bolsos tienen precios que oscilan entre los 20 y los 75 euros. En los últimos meses, el líder del Congreso, el principal partido de la oposición india, Rahul Gandhi, también visitó la tienda para contar su historia de éxito.

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