06/03/2019, 12.24
SIRIA
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Párroco de Alepo: para Cuaresma, un tanque de aceite para cada familia pobre

de p. Ibrahim Alsabagh*

Es la iniciativa lanzada por el p. Ibrahim, para apoyar a cuántos todavía sufren hoy por el drama de la guerra. El conflicto no terminó aún y caen todavía misiles en los barrios occidentales. Con el invierno se agravó la emergencia decombustible. La falta de electricidad limita al sector productivo. Un gesto de misericordia hacia el prójimo en dificultad.

 

Alepo (AsiaNews) - En Alepo “caen aún misiles” y el conflicto “parece todavía largo”; la gente está expuesta “a dura prueba por la crisis económica”, que para algunos es “aún peor de todo el terror y los sufrimientos sufridos hasta hoy”. Es cuanto narra en la carta para Cuaresma, enviada para su conocimiento a AsiaNews, el p. Ibrahim Albasagh, de la parroquia latina de Alepo, metrópolis del norte por años epicentro del conflicto sirio que se desencadenó. Nacido en Damasco en 1971 , el religiosos se puso en primera persona en favor de las víctimas, cristianas y musulmanes, de una guerra que provocó casi medio millón de muertos y más de 7 millones de evacuados. En el período en preparación a la Pascua, el sacerdote lanza una iniciativa benéfica en favor de las familias en dificultad: un tanque de aceite de oliva para todos, como signo tangible de caridad y misericordia.

A continuación, el mensaje para Cuaresma del p. Ibrahim:

Queridos amigos,

Saben bien que la situación difícil que estamos atravesando en Siria, en modo particular en la ciudad martirizada de Alepo.

Estamos en el octavo año de guerra y jamás terminada. Caen aún misiles en los barrios del oeste de la ciudad y el conflicto parece largo y sin vía de salida. Hay quien dice claramente que no habrá futuro para nosotros. En este posterior empeoramiento de la situación, la gente está expuesta a una dura prueba sobre todo por la crisis económica, que para algunos padres de familia es aún peor de todo el terror y el sufrimiento que han sufrido hasta hoy.

En los fríos meses invernales se agregó la emergencia del combustible: faltaban gasóleo y gas. Recibimos promesas y aseveraciones que la provisión de electricidad se la habría  aumentado, ya sea como cobertura horaria, como de calidad, pero la situación empeoró en vez de mejorar. Ya estamos en un racionamiento de la energía eléctrica cada vez más severa.

Además, la falta de electricidad limita al sector productivo y tantos propietarios de negocios y otras actividades nos dijeron que desde hace 3 meses no hay entradas económicas. La gente continúa pagando un precio muy alto y el espectro del hambre no ahorra a nadie; es como una pesadilla que domina la situación y deja los corazones en la amargura y en la desesperación.

Por este motivo, como Iglesia católica, nos estamos movilizando en todos los frentes, en modo particular reforzando el compromiso en el apoyo alimentario. La distribución mensual de paquetes de alimentos es aún esencial para la mayor parte de las familias, que viven en condiciones de pobreza.

Mientras que en Italia, como dicen siempre, en una familia por más que sea pobre el pan no les falta ni el vino, en nuestras casas, aquí en Oriente Medio, lo que normalmente no faltaba nunca eran el pan y el aceite. En el centro del país, en particular, hay muchísimos árboles de olivo que producen un aceite buenísimo y en abundancia. Sin embargo, hoy, este producto local se volvió prohibitivo para muchos sirios por el precio tan elevado. El precio de un tanque de aceite hoy corresponde al sueldo mensual de un empleado estatal, o sea 50 euros. Generalmente una familia de 4 personas consume un tanque de aceite en un año. Vista la situación, hemos pensado que no hay un regalo más bello que se pueda ofrecer a una familia de Alepo es un tanque de aceite de oliva.

Este proyecto tiene además otras cosas positivas. Mirando la situación general del país, veo la necesidad de volver a la tierra, reforzando la agricultura y alentando el trabajo de los campesinos. Nuestro proyecto podrá ayudar también a los pequeños agricultores de los pueblos del centro y del norte de Siria, que tanto necesitan de nuestro apoyo.

Me interroga siempre la insistencia de Jesús que, como buen maestro, nos pide se caritativos y misericordiosos hacia el prójimo (cfr. Lucas 6,26-38). Él no nos pide una caridad cualquiera, sino una caridad práctica que tenga la fuerza de entrar en los detalles para manifestarse en toda su belleza en la vida cotidiana; una caridad directa no sólo hacia los amigos sino también hacia los amigos.

En esta crisis en Alepo, como Iglesia, siempre hemos tratado de vivir esta caridad práctica y real. Esto continúa siendo nuestro objetivo, también en Cuaresma inicia el proyecto “un tanque de aceite para cada familia” es una concreta e inmediata expresión.

¡Feliz Cuaresma!

* Sacerdote franciscano, guardián y párroco de la parroquia latina de Alepo

 

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