Siro-malabares: sanciones canónicas para los sacerdotes que no celebren con el 'rito unificado'

de Nirmala Carvalho

Ultimátum del delegado pontificio Mons. Vasil para el próximo domingo, en el enfrentamiento que mantienen desde hace dos años el clero de la archeparquía de Ernakulam-Angamaly con el resto de esta antigua Iglesia de rito oriental de Kerala. Pero, mientras tanto, un grupo de fieles ha pedido a las autoridades indias que Mons. Vasil sea expulsado, vociferando peligrosamente contra la "injerencia extranjera".

Kochi (AsiaNews) - El arzobispo eslovaco Cyril Vasil, designado por el Papa Francisco para resolver la crisis, explica en una carta dirigida a todo el clero de la diócesis "rebelde" que los sacerdotes de la archieparquía de Ernakulam-Angamaly deberán celebrar la Santa Qurbana el próximo domingo según el "rito unificado" que estableció el Sínodo siro-malabar hace dos años, de lo contrario serán sometidos a sanciones canónicas. En la solemnidad de la Asunción el enviado papal sólo pudo ingresar a la basílica de Santa María escoltado por la policía, y en la homilía lanzó una dura advertencia, pero ahora ha llegado un ultimátum en el duro enfrentamiento que sacude a la comunidad cristiana de Kerala. Toda falta de acatamiento - dice la carta de Mons. Vasil - "será considerada 'desobediencia voluntaria, personal y culpable en relación con el Santo Padre' y 'conducirá inevitablemente a ulteriores medidas disciplinarias".

El enviado pontificio añade que si algún sacerdote siro-malabar en particular tiene dificultad para celebrar la liturgia eucarística según la decisión sinodal debido a intimidaciones o amenazas de violencia física, no está obligado a realizar ninguna celebración pública hasta que se presente una situación favorable.

Mons. Vasil también solicita que la carta del Papa Francisco de marzo de 2022 -el documento donde el pontífice exhortaba a todos a adherirse a la "liturgia unificada" aprobada por el Sínodo siro-malabar el verano anterior- se lea el 20 de agosto en todas las iglesias parroquiales, las iglesias sucursales y todas las demás instituciones de la Arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly donde se celebra la Qurbana dominical. Una vez cumplida esta orden, los sacerdotes deberán enviar una carta al canciller de la Curia arzobispal de la diócesis de Ernakulam-Angamaly para confirmar la lectura, que deberá estar firmada por el párroco, el vice párroco -si lo hubiera- y otros representantes del consejo parroquial.

“Os advierto que cualquier negligencia en el cumplimiento de esta orden dará lugar a la sanción prevista por el Código de Derecho Canónico de las Iglesias Orientales”, prosigue la carta, en la que el delegado pontificio exhorta a los sacerdotes a reflexionar seriamente sobre el compromiso de obediencia asumido en el momento de la ordenación. En el canon 1438, el Código de Derecho Canónico de las Iglesias Orientales establece que quien deliberadamente omite la proclamación de la comunión con el pontífice, el arzobispo mayor y su propio obispo en el rito de la celebración eucarística “si no se retracta cuando es legítimamente advertido, será castigado con una pena adecuada, que no excluye la excomunión".

La reacción de aquellos que se oponen a la decisión del Sínodo en la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly no se hizo esperar. Ayer por la tarde algunos grupos de fieles protestaron frente a la Basílica de Santa María -la iglesia primada que se ha convertido en el símbolo de la protesta- quemando públicamente la carta de Mons. Vasil. El P. Kuriakose Mundadan, secretario del Consejo Presbiteral de la arquidiócesis, declaró a la agencia UcaNews que los sacerdotes locales no va a adherir: “El Sínodo ha engañado incluso al Papa Francisco y ahora quieren que lo sigamos, pero eso no es posible”, afirmó. “Aunque los sacerdotes estuvieran dispuestos a adoptar la modalidad uniforme de la Misa, no podrán celebrarla en nuestras iglesias, porque la gran mayoría de los fieles se opone. Considerar nuestra liturgia como una variante podría resolver fácilmente la situación. Pero el ego de algunos obispos en el sínodo ha creado todos estos problemas, sabiendo muy bien que la gente y los sacerdotes de la arquidiócesis nunca aceptarán la modalidad uniforme que rechazaron hace dos décadas".

Entre tanto, el Almaya Munnetta Samiti -uno de los grupos de fieles más activos en las protestas de estos dos años- ha enviado incluso una petición al presidente de la República de la India Droupadi Murmu en la que solicita al gobierno indio que expulse del país como persona non grata a Mons. Cyril Vasil. El texto afirma que "dado que en la India existen mecanismos suficientes para resolver, juzgar y decidir cualquier disputa, la ayuda externa solicitada al jefe de una nación extranjera por el sínodo de la Iglesia siro-malabar es injustificada e ilegal, y constituye un acto contrario a la soberanía de nuestra nación".

Parece impensable que las autoridades indias acepten una solicitud de este tipo. Pero el intento de recurrir al nacionalismo indio en un contexto como el de Kerala confirma una vez más cuánto daño está provocando este asunto en el seno de la comunidad católica india.

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