31/10/2017, 13.04
RUSIA
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Un 'Muro de los Lamentos' en memoria del terror soviético

de Vladimir Rozanskij

Celebrado ayer el Día de las Víctimas de la Represión Política. Se estima que al menos 20 millones de personas fueron condenadas a los campos de detención, sin contar los confinados, los prisioneros de guerra y los internados en hospitales psiquiátricos. Una barrera de bronce con la palabra "Recuerden" en 22 idiomas y con piedras de los sitios de detención de todo el país. Controversia por un monumento a Solzhenitsyn.

  

Moscú (AsiaNews) - Ayer en todo el país se celebra el Día de la memoria de las víctimas de las represiones políticas, etapa crítica de la reconciliación con la trágica historia que comenzó hace 100 años con la Revolución de Octubre. Las víctimas se refieren principalmente a los períodos del "terror rojo" proclamado inmediatamente después de la revolución misma y durante la guerra civil entre blancos y rojos (1918-1921), y el del "gran terror" estalinista de los años 1937-1939.

El número de víctimas de la represión soviética nunca se ha establecido oficialmente. El cálculo debe tener en cuenta no solo los períodos mencionados, sino también todos los 75 años de dictadura comunista. De acuerdo a los documentos oficiales de la policía política (en sus diversas denominaciones de OGPU, NKVD, MVD y KGB) entre 1930 y 1953, el año de la muerte de Stalin, fueron condenados por razones políticas 3,8 millones de personas, y entre 1923 y 1953 800,000 personas fueron fusiladas; cifras en sí mismas impresionantes, pero según los historiadores definitivamente subestimadas.

La asociación "Memorial", que se ocupa en Rusia para la rehabilitación y la documentación relacionada a las persecuciones, fue capaz de confirmar la información relativa a 2,6 millones de ciudadanos de la URSS, establecer su identidad, su detención y su condena, pero muchas víctimas permanecen confinadas al olvido. Entre los historiadores rusos más prominentes, Okhotin y Roginsky creen que de 1921 a 1953 hubo 5.5 millones de "políticos" condenados; según otras estimaciones más generales, en los campos de concentración estalinistas pasaron no menos de 20 millones de personas, sin contar los confinados, prisioneros de guerra y los internados en hospitales psiquiátricos.

El Estado ruso no se ocupa - ni nunca se ha ocupado oficialmente, incluso después del fin del comunismo – de recoger la información sobre los campos de detención y las represiones, dejando esta tarea a organizaciones como Memorial y otros. Los archivos secretos eran sólo accesibles para unos pocos años, e incluso la Iglesia ortodoxa ha dejado de proclamar los "nuevos mártires", debido a la imposibilidad de proceder a la investigación de archivos.

Mientras tanto, en los principales campos de concentración - lo que Solzhenitsyn ha llamado "Archipiélago Gulag" - de una manera más o menos regular se llevan a cabo manifestaciones y ceremonias, como en el campo de Butovo en las afueras de Moscú, o en el bosque Sandormokh, teatro de los fusilamientos en masa de sacerdotes y obispos detenidos en los campos de detención de las islas Solovki. Justamente los monjes ortodoxos del Solovkí están a su vez eliminando todos los recuerdos de los detenidos, considerándole un insulto a la santidad del lugar.

Los Símbolos de la memoria

Con motivo del Día de la memoria, en el centro de Moscú se colocó un monumento a las víctimas de la represión política en presencia del presidente Vladimir Putin y el Patriarca de Moscú Kirill (Gundjaev). El trabajo llamado "Muro de las Lamentaciones" (Stena Skorbi en ruso) fue elegido entre los 300 proyectos presentados. Hecha por el escultor Georgy Franguljan, es una valla de bronce en la que están representadas figuras humanas, que se encuentran entre las placas con la inscripción "Recuerda" en 22 idiomas, recordando las muchas nacionalidades de ciudadanos soviéticos reprimidos. Alrededor de la escultura habrá piedras verticales elevadas, lo que según el autor debe significar que "debemos vivir de pie, sin arrodillarnos". Las piedras se tomaron de todos los lugares de prisión diseminados por todo el país.

Con motivo de las ceremonias por los perseguidos, se ha reavivado la polémica por un proyecto para construir un monumento a la memoria del escritor Aleksandr Solženicyn, Cantor de los prisioneros de los campos de concentración. La idea fue presentada por un ex convicto disidente, el poeta Vitold Abalkin, a las autoridades de la ciudad de Rostov del Don en 2013, y desde entonces no se han aplacado las controversias que dividen a la población en el juicio del gran escritor. El nombre de Solzhenitsyn es famoso en todo el mundo desde los años 70, cuando ganó el Premio Nobel por su novela "Un día en la vida de Iván Denisovič", que describe la vida en los campamentos. Fue expulsado del país en 1974, cuando comenzó el Archipiélago Gulag, basado en recuerdos de prisioneros de todo el país. El escritor regresó a Rusia en 1994 y fue uno de los inspiradores de la política nacionalista del presidente Putin. Sin embargo, para una gran parte de la opinión pública, sigue siendo un "traidor de la patria", uno de los principales culpables de la crisis y la desaparición de la Unión Soviética, de la cual muchos no han perdido su nostalgia. El monumento de Abalkin debería estar listo para el centenario del nacimiento de Solzhenitsyn, que tendrá lugar en 2018 y será otra ocasión para la reconciliación de la memoria histórica de Rusia.

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