Vicario de Arabia: Iglesia migrante, ‘diversa y unida’ por la Pascua y el bautismo
En su mensaje con motivo de la Pascua, Mons. Martinelli se refiere a la comunidad local, formada por "naciones, culturas, lenguas y ritos diferentes". La llamada a testimoniar que es posible "ser diversos y unidos" al mismo tiempo. Marcado por guerras, divisiones, extremismos y muros, el mundo necesita del "testimonio" cristiano.
Abu Dabi (AsiaNews) - Somos una "Iglesia de migrantes" formada por "personas de diferentes naciones, culturas, lenguas y ritos". Su unidad y cohesión se basan en la misma "fe en la Pascua" y en "un mismo bautismo" que la convierte en una comunidad viva. Con un llamamiento a la unidad en la diversidad, Mons. Paolo Martinelli, Vicario Apostólico de Arabia Meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen) se dirige a los fieles de la región del Golfo -la mayoría de ellos, migrantes- con ocasión de la Pascua. En su discurso, enviado a AsiaNews, el prelado recuerda que "estamos llamados a testimoniar que es posible ser diferentes y estar unidos". Porque, advierte, el mundo actual, marcado por guerras, divisiones, extremismos y muros, necesita "más que nunca este testimonio".
Valores como la unidad en la diversidad, el encuentro y el diálogo son algunos de los elementos fundadores de la "Casa de la Familia Abrahámica", inaugurada a mediados de febrero en Abu Dabi. El complejo interreligioso es fruto de la visita del Papa Francisco a los Emiratos Árabes Unidos en 2019, y la firma del documento sobre la fraternidad con el imán de al-Azhar. Está formado por una iglesia, una mezquita y una sinagoga, y se define como un símbolo "contagioso, vivo y luminoso". Al presentar el lugar de culto, el ex secretario personal del Papa Francisco, monseñor Gaid Yoannis Lahzi, señaló que la comunidad cristiana está formada por trabajadores migrantes, algunos "hijos de la segunda generación". En los Emiratos, añadió, viven personas de "más de 200 nacionalidades diferentes y es un país donde todos pueden ejercer" su fe "libremente".
A continuación publicamos el mensaje completo de Mons. Martinelli con motivo de la Pascua:
Queridos hermanos y hermanas:
Que el Señor infunda en ustedes la paz y la alegría de Cristo resucitado.
A todos ustedes, les deseo bendiciones y alegría para esta Pascua.
En efecto, la fiesta de Pascua no es una celebración más. Es la razón que funda nuestra fe cristiana. La fe cristiana es una fe pascual que tiene su fundamento en la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.
En el cristianismo, todo tiene su origen en esa mañana de domingo, cuando algunas mujeres y una parte de los apóstoles hallan vacío el sepulcro donde había sido sepultado Jesús. De un modo tan misterioso como real y concreto, Jesús se aparece ante ellos. De ahí surge también el anuncio que forma parte de la fe cristiana: ¡Jesucristo, el crucificado, ha resucitado, verdaderamente ha resucitado!
Y este anuncio de alegría y esperanza resuena todavía hoy en un mundo afligido por enormes sufrimientos y una gran incertidumbre. Hay guerras y conflictos que son presagios de muerte y destrucción para muchos, en distintas partes de la tierra. A veces incluso en nuestros corazones, cuando albergamos dudas y nos asaltan temores sobre el futuro. Necesitamos una esperanza activa sobre la que construir relaciones y a través de la cual promover el bien común, junto con todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Justamente en estos días los invito a todos a redescubrir la belleza de nuestro bautismo, por el que somos llamados a participar en la resurrección de Cristo y a convertirnos en hijos de Dios.
Recibamos con alegría el anuncio de la Pascua, que proclama la victoria sobre el mal y la muerte, y convirtámonos en promotores de la reconciliación y de un mundo más fraterno..
Somos una Iglesia de migrantes, formada por personas de diferentes naciones, culturas, lenguas y ritos. Pero estamos unidos por la misma fe en la Pascua y por un mismo bautismo. Estamos llamados a dar testimonio de que es posible ser diferentes y, al mismo tiempo, estar unidos. Porque el mundo necesita hoy más que nunca este testimonio.
Por último, invoco la bendición de la Santísima Trinidad, sobre todos ustedes y sus familias.
Que el Señor infunda paz y alegría en sus corazones. Cristo ha resucitado. ¡Verdaderamente ha resucitado!
¡Feliz Pascua a todos!
* Vicario Apostólico de Arabia Meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen
17/12/2016 13:14
11/01/2020 10:53
