Yakarta, alerta por enfrentamientos entre bandas: involucrados (también) niños de primaria

de Steve Suwannarat

La violencia sigue aumentando y afecta cada vez más a los jóvenes, incluso a los de primaria. Hasta ahora, la reacción de las autoridades ha sido tímida, mientras que las redes sociales contribuyen a dar cada vez más visibilidad al fenómeno. Los enfrentamientos se deben también a «motivos fútiles». Entre las causas se encuentran la mayor frustración y agresividad que se da hoy en día durante la edad formativa.

Yakarta (AsiaNews) - Violentos, impredecibles y altamente peligrosos para quienes se ven involucrados y, en general, para la cohesión social. Los enfrentamientos entre bandas juveniles se multiplican y la edad de quienes participan es cada vez más baja, llegando a involucrar incluso a estudiantes de primaria. La reacción, hasta ahora tibia, ha adquirido tintes de emergencia después de que las redes sociales, que desde hace tiempo difunden imágenes y vídeos, hayan publicado el vídeo del enfrentamiento entre una veintena de jóvenes estudiantes (de 10 a 11 años) de dos escuelas primarias diferentes.

Las bandas rivales se enfrentaron al final de las clases en Depok, ciudad que forma parte del área metropolitana de la capital, Yakarta. Según algunas fuentes, el origen de la violencia habría sido que un grupo se burló del otro por motivos insignificantes.

Las reacciones, solicitadas por varias partes, hasta ahora no se han concretado en un plan de acción oficial, sino en propuestas como una mayor vigilancia policial en las escuelas o la promoción de actividades deportivas para permitir un uso pacífico de la energía. También hay quienes proponen difundir ideales de compartir y competitividad positiva.

A principios de este mes, la muerte de un estudiante durante un enfrentamiento entre bandas de dos institutos de Java suscitó gran preocupación y reacciones en las redes sociales; al mismo tiempo, en las Molucas sudorientales, otros dos jóvenes murieron y al menos una decena resultaron heridos, también en un conflicto entre jóvenes armados con rifles de aire comprimido, flechas y machetes. No se trata de fenómenos nuevos en absoluto en el gran archipiélago indonesio, donde la competitividad y el espíritu de grupo están siempre presentes y, con ellos, la necesidad de defender colectivamente sus razones, con el primer caso mortal registrado por la prensa que se remonta a 1968 en Yakarta.

Sin embargo, lo que hoy preocupa y plantea más de una pregunta es la corta edad de los participantes, así como la futilidad de los motivos de los conflictos actuales. La disminución de la edad se explica por una mayor frustración y agresividad hoy en día durante la edad formativa y la exposición precoz a la idea de que puede ser justo y normal llevar las disputas personales o colectivas, a veces de poca importancia, a un plano de conflicto, incluso letal.

Sin embargo, otro elemento es la escasa disuasión legal, por lo que una pelea en la que se utiliza un arma de cualquier tipo es perseguible, mientras que los enfrentamientos a mano limpia se declasan a simples disputas, aunque con una fuerte carga de violencia. Su extensión al ámbito escolar, mientras que antes eran en su mayoría fenómenos internos del vecindario y las comunidades, es destacada por los expertos, entre ellos el sociólogo Bagong Suyanto, de la Universidad Airlangga de Surabaya.

Además, la mejora de los sistemas de comunicación y transporte facilita la extensión geográfica de los conflictos, que desde su lugar de origen pueden manifestarse fácilmente con violencia en zonas incluso lejanas, así como su frecuencia. Por último, no hay que olvidar que estos conflictos surgen generalmente, aunque no de forma exclusiva, en comunidades con menor bienestar y menos posibilidades de educación y empleo, por lo que la solución requiere una fuerte voluntad política para intervenir en las causas.