Vicario de Alepo: Al Nusra ha arrastrado a los otros grupos combatientes a romper la tregua

Mons. Georges Abou Khazen confirma una escalada en los enfrentamientos entre las partes y habla de una “confusión total”. Desde el exterior hay “presiones e intereses” para sembrar la división y la ruina del país. Al menos 30.000 prófugos presionan en la frontera turca, pero Ankara los rechaza abriendo fuego. En el Año jubilar, obras de misericordia para los más necesitados.

Alepo (AsiaNews) – En Alepo y en muchas zonas de la provincia “lamentablemente se ha retomado el combate”. Tras varios días “de calma y de tregua, que han traído mayor optimismo entre la gente, ahora “han vuelto a comenzar los episodios de violencia”. Es cuanto refiere a AsiaNews el vicario apostólico de Alepo de los Latinos, Mons. Georges Abou Khazen, narrando los últimos desarrollos de la guerra en el área en torno a la “capital del norte” de Siria. “Parece ser que el Frente de al Nusra ha retomado los combates –afirma el prelado-, llevando consigo a otros grupos [rebeldes y opositores], que anteriormente habían firmado la tregua”.

Donde los enfrentamientos se han enardecido- cuenta el vicario apostólico- “la situación se ha complicado; la ciudad está más o menos a salvo de la violencia, se combate sólo en dos vecindarios, uno de los cuales es el kurdo”. En las zonas de provincia, “están activos el Estado islámico y otros grupos armados”. La confusión “es total”, advierte, “todos combaten y no se vislumbra una salida”. La lógica, advierte, “es siempre esa: hay intereses y presiones del exterior que empujan hacia la división y la ruina del país”

En los últimos días se han intensificado los combates en el norte de Siria, en la provincia de Alepo; se pone en riesgo la frágil tregua vigente desde el 27 de febrero pasado, que ha permitido un mejoramiento de la situación humanitaria. Las fuerzas del gobierno, apoyadas por las tropas rusas, han conquistado zonas que hasta ahora estaban en manos de los rebeldes, cortando así sus líneas de aprovisionamiento.

Yendo más al norte de la ciudad, que es la segunda ciudad de Siria en cuanto importancia, los combatientes yihadistas del Estado islámico (EI) y los rebeldes han causado la huida de más de 30.000 personas, que presionan contra la frontera turca. Activistas y ONGs internacionales piden a Ankara que abra sus fronteras; en respuesta, el ejército ha disparado contra los desplazados, en un intento por ahuyentarlos y hacerlos regresar a sus aldeas de origen.

“Turquía está bajo la presión de la Unión Europea –cuenta Mons. Georges Abou Khazen -, que pide adoptar una política de rechazos. Y ahora Ankara también tiene miedo, por las infiltraciones extremistas en su propio territorio. Confirmo que actualmente los prófugos son rechazados con mayor frecuencia, veremos qué sucederá en un futuro”. El gobierno turco, subraya, está manteniendo una actitud ambigua y negativa”.

El conflicto sirio se inició en marzo de 2011 como una revuelta popular pacífica contra el presidente Bashar al Assad; con el tiempo ésta se transformó en una guerra civil, con infiltraciones yihadistas, que ha causado, hasta ahora, 270.000 muertos, millones de prófugos y una crisis humanitaria sin precedentes.

La violencia arriesga hacer pasar a un segundo plano los coloquios de paz en curso en Ginebra, Suiza, bajo la égida de las Naciones Unidas. En la vigilia de los encuentros, representantes de la oposición dijeron estar dispuestos a reunirse con miembros del gobierno “no implicados” en las matanzas, excluyendo, sin embargo, un encuentro cara a cara con Assad y sus seguidores incondicionales. En respuesta, los delegados de Damasco han confirmado que la suerte del presidente no es materia de negociación. El enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, advierte, tanto al gobierno como a la oposición, que es necesario moverse en dirección a una transición política, manteniendo vigente la tregua para permitir así la entrega de ayuda humanitaria.

En el plano diplomático, cuenta el vicario de Alepo, “se ha dado un paso mínimo a través de la tregua, esperamos que otros pequeños pasos más de estos sean dados. Ciertamente, no podemos esperar el fin del conflicto, pero sí confiamos en que acepten dialogar”. Esto, agrega, ”sería una gran cosa… como dice un filósofo chino: incluso un viaje de mil millas comienza con un primer paso. Luego, en lo que hace al resto, está en manos de las potencias internacionales hacerlo… construir un plan de paz para el futuro, evitar este río de sangre. La tregua ha representado el primer paso”.

En este contexto de guerra y violencia, los cristianos de Alepo continúan organizando gestos de misericordia en el marco del Año Jubilar, respondiendo así al llamado del Papa Francisco. “En las iglesias de todos los ritos, y en particular en nuestros centros pastorales –afirma Mons. Georges – hay obras de misericordia corporal y moral. En la parroquia de San Francisco tenemos un centro de asistencia, que se ocupa de la distribución de comida, agua, y artículos de primera necesidad, así como vestimenta. Y también de asistencia médica, de la escuela y de la instrucción para los más pequeños”. Lo bello es que “allí operan decenas de voluntarios; y no sólo jóvenes, como era en otro tiempo, sino que hoy en día tenemos también hombres y mujeres que ayudan en las tareas de preparación y distribución. En medio de esta oscuridad, hace bien esperar ver candelas encendidas, como son estas”, concluye el prelado.