Acuerdo entre la Santa Sede y Vietnam: un representante del Vaticano residirá en Hanói

El anuncio oficial fue al término del encuentro del Presidente Vo Van Thuong con el Papa Francisco. Casi 50 años después de la expulsión del delegado apostólico -una decisión tomada por el gobierno comunista en 1975- un diplomático de la Santa Sede podrá regresar al país de forma permanente. "Brindará su apoyo a los católicos vietnamitas", a fin de que puedan "realizar su vocación de ser buenos católicos y buenos ciudadanos".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - El gobierno de Vietnam y la Santa Sede concluyeron un Acuerdo sobre el estatus del Representante Pontificio residente y su oficina en el país. Así lo anunció oficialmente la Santa Sede en un comunicado bilateral emitido esta tarde al término de la visita al Vaticano del presidente de Vietnam, Vo Van Thuong. Previo a ello, él mandatario vietnamita se había reunido con el Papa Francisco y con el cardenal y secretario de Estado, Pietro Parolin.

El Acuerdo -que abre la puerta a la presencia estable de un representante de la Santa Sede en Hanói- marca un salto cualitativo en las relaciones bilaterales y pone fin a las negociaciones que se prolongaron por años. La Santa Sede ya contaba actualmente con un representante para Vietnam, el arzobispo Marek Zalewski -nuncio en Singapur y hasta ahora, autorizado por el gobierno vietnamita a realizar visitas al país. El acuerdo anunciado hoy oficialmente es la antesala para la reapertura de una representación vaticana en el país. Un hecho que ocurre casi 50 años después de la expulsión del delegado apostólico en Vietnam, decisión tomada por el gobierno comunista en 1975.

“Las dos partes" -se lee en el comunicado conjunto- "expresaron gran aprecio por el importante avance en las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede y por las contribuciones positivas de la comunidad católica vietnamita. Expresaron su confianza en que el Representante Papal Residente cumplirá con el rol y el mandato conferidos en el Acuerdo, brindará apoyo a la comunidad católica vietnamita en su labor, en el espíritu de la ley y, siempre inspirándose en el Magisterio de la Iglesia, cumplirá la vocación de 'acompañar a la nación' y de ser 'buenos católicos y buenos ciudadanos', y contribuirá al desarrollo del país, mientras que el Representante será un puente para avanzar en las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede".

Es interesante remarcar que en el comunicado se menciona explícitamente la vocación de ser "buenos católicos y buenos ciudadanos". Se trata de un nudo que también ha surgido muchas veces en el enfrentamiento entre Roma y Beijing: precisamente la cuestión de la lealtad a la patria frente a las "influencias extranjeras" es el punto en el que siempre ha insistido el Partido Comunista Chino, a través de la Asociación Patriótica, junto con el principio de la "autonomía" de los católicos chinos. Sin embargo, Benedicto XVI -en su Carta a los católicos chinos de 2007- ya había evacuado cualquier malentendido al respecto, aclarando que la Iglesia enseña a los fieles a ser buenos ciudadanos en su propio país, pero pide a las autoridades que no obstaculicen las cuestiones relativas a la fe y la disciplina de la Iglesia.

Cabe recordar, además, que "la apertura de una oficina de enlace estable con la Santa Sede" -similar a la que hoy se ha concretado con Vietnam- es una de las peticiones que el secretario de Estado vaticano, el Card Pietro Parolin, había hecho públicamente a la República Popular China. Fue durante su reciente entrevista publicada en los medios vaticanos, cuando comentó la decisión del Papa Francisco de remediar la irregularidad canónica creada por Beijing por haber nombrado a monseñor Joseph Shen Bin como obispo de Shanghái.