Cazas chinos muy similares a los de EEUU: se sospecha el robo de proyectos americanos

En la International Aviation & Aerospace Exhibition (air show) fueron presentados cerca de la mitad de los sistemas de armamentos chinos. Entre éstos figuran los discutidos cazas J-20, capaces de no ser detectados por los radares. Su semejanza con los F-35 americanos centra la atención sobre el chino Si Bin, procesado en junio por espionaje militar en perjuicio del Pentágono.

Zhui (AsiaNews)- La vigésima edición del más grande “air show” chino se inició ayer, 1° de noviembre, en Zhuai (Guangdong). Por primera vez, cerca de la mitad de los sistemas de armamento nacionales son mostrados en este encuentro, que tiene como participantes a compradores, vendedores y curiosos. Se exhiben también los nuevos cazas J-20, vehículos de quinta generación capaces de eludir radares.

Según el blog Shanghaiist, el J-20 podría haber sido copiado de los proyectos del Lockeed Martin F-35 Lightning II, el caza multi-rol de EEUU. Apoyando esta hipótesis, el arresto del hombre de negocios Su Bin, de 51 años, condenado en julio de este año por haber violado el sistema informático de defensa americano con la finalidad de robar secretos comerciales por encargo de Beijing. Su Bin admitió que conspiraba junto a algunos funcionarios del People´s Liberation Army (PLA) para comprar los proyectos de los cazas F.35 (los más costosos en la historia americana) y de otros aviones militares de los EEUU. China negó varias veces toda complicidad con las actividades ilícitas de Su Bin. Ésta espera que este prototipo de caza pueda colmar la brecha con Washington en lo que se refiere al nivel y la calidad de los armamentos.

A modo de demostración, los cazas vuelan cada día en el air show durante dos minutos, pero no se posibilita que los visitantes puedan mirarlos de cerca cuando éstos se encuentran en tierra. En mérito a la breve duración de la demostración de los J-20, un delegado de la aviación de la PLA afirma: “Dos minutos son demasiado poco, pero siendo que el modelo aún no está acabado, es justo que aún sea “misterioso”.

Otro funcionario (que pidió el anonimato) explica: “El J-20 presenta muchas tecnologías bélicas chinas de última generación y otros secretos militares, entre éstos el design, la proporción de las alas y del cuerpo y otros aspectos particulares que un experto en vehículos militares podría calcular fácilmente con solo mirarlo desde el exterior”.

Entre los prototipos revelados en el air show de este año, está el sistema de vigilancia radar SLC-7, que recién será presentado al público el 4 de noviembre. Los desarrolladores afirman que éste puede relevar objetivos como misiles y aviones-espías (como los F-35 y los F-22 americanos) ubicados a 300 y 400 km de distancia. Uno de los proyectistas (también él pidió el anonimato) afirma: El SLC-7 es el modelo que deseamos exportar. Lo propondremos a potenciales clientes como Pakistán, Egipto, Irán y a otros países del Oriente Medio que ven a los EEUU como un enemigo. Cierto, el modelo usado por la Plaaf está mucho más avanzado que el SLC-7”. El investigador rechazó dar confirmaciones en relación a las presuntas ubicaciones del sistema radar avanzado en la isla de Yongxing, situada en las disputadas aguas del Mar de China meridional.

Según el informe del Instituto internacional de investigación para la paz de Estocolmo (SIPRI), en los últimos cinco años el mercado chino de las armas creció de un modo notable, al punto que se lo puede posicionar en el segundo puesto en la clasificación mundial. Con una disminución del 25% en las importaciones y un aumento de las exportaciones del 88%, China parece dispuesta a exigir autonomía y competitividad.

Si bien el mercado de las armas chinas está en neto crecimiento -en el año 2015 gastó unos 215 millardos de dólares-no se acerca aún a las cifras que utiliza EEUU, que representan el 36% del mercado global, mientras que China ocupa un 13%.