Desde los rehenes hasta los Acuerdos (de Abraham), crece en Israel el frente de diálogo con los palestinos

de Dario Salvi

Israel contabiliza 21 soldados muertos en un día y se plantea una tregua de dos meses en los combates. Se abre el juego para la devolución de los rehenes. Entre los israelíes crece el respaldo a un acuerdo con los palestinos: el 51,3% apoya el regreso de los rehenes a cambio de un Estado palestino desmilitarizado. Yesh Din certifica la impunidad de los colonos: el 94% de las denuncias palestinas por violencia quedan archivadas sin respuesta.

Milán (AsiaNews) - Algo se mueve bajo las aguas turbulentas y ensangrentadas de Tierra Santa, donde - desde hace más de 100 días - se libra en Gaza una guerra dramática entre Israel y Hamás, en respuesta al ataque terrorista perpetrado el pasado 7 de octubre por grupo que controla la Franja. Una guerra que en estas mismas horas está registrando un saldo altísimo, tanto para las FDI -las fuerzas armadas del Estado judío- que han informado la muerte de 21 soldados, como para el frente palestino, donde hay más de 25.000 víctimas, la gran mayoría de las cuales son civiles, mujeres, niños y ancianos. La muerte de civiles y reservistas en las últimas horas de la tarde de ayer, cuando se derrumbó un edificio por la explosión de un tanque alcanzado por un cohete, vuelve a abrir el enfrentamiento latente entre el frente de guerra y los que quieren dialogar, también y sobre todo para recuperar a los rehenes que siguen en manos de Hamás. En esta perspectiva se lee la "apertura" de Israel a los mediadores de Egipto y Qatar, que proponen hacer una "pausa" de dos meses en los combates a cambio de la liberación programada de los prisioneros. Crece así el frente de aquellos que quieren aislar al ala más radical y extremista, que en los últimos años ha empujado a un conflicto frontal con los palestinos, tanto en Gaza como en Cisjordania, haciendo la vista gorda -cuando no respaldando abiertamente- la violencia de los colonos en los Territorios. Un elemento no secundario entre las numerosas cuestiones pendientes que congelan el diálogo y las perspectivas de paz, como lo certifica la investigación de una ONG israelí que demuestra la casi total impunidad incluso ante denuncias documentadas.

Armas y diplomacia: los Acuerdos de Abraham

Por un lado, el Primer Ministro Benjamín Netanyahu -que también cuenta con el conflicto para salvar su carrera política- y los ministros de la derecha radical y ultraortodoxa Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich: este frente se mantiene firme en la posición de la guerra a toda costa, para lograr la "destrucción total" del movimiento radical palestino y el "completo control" de la Franja; una hipótesis inverosímil. Por otro lado, adquiere cada vez más consistencia en Israel, un movimiento que abarca una parte del mundo político, apoyado por la sociedad civil, que se propone destituir al actual ejecutivo y seguir una vía de negociación en Gaza. El principal objetivo es el regreso de los prisioneros -[ayer algunos familiares irrumpieron en una sesión de la Comisión de Finanzas de la Knesset, el Parlamento israelí, para protestar contra la inercia del gobierno]- y el comienzo de un proceso de transición.

En estas horas la diplomacia vuelve a tejer su trama para tratar de silenciar las armas, reactivando la propuesta de un Estado palestino junto a Israel, a cambio del reconocimiento y de las relaciones plenas entre el Estado judío y Arabia Saudita. Esto último podría constituir una nueva pieza de esos "Acuerdos de Abraham" que, aunque tambaleantes en las últimas semanas, siguen vivos y vigentes en la agenda regional e internacional, en un clima en el que -al menos por el momento- sigue prevaleciendo el ruido de las armas. En esta línea se debe leer la propuesta que presentaron cinco países árabes para la Franja, que apunta a iniciar el camino hacia el nacimiento de un Estado palestino a cambio del reconocimiento saudita y la "normalización" con Israel, una nueva pieza de los Acuerdos. Así lo informó el Wall Street Journal, según el cual la propuesta se difundió a través de los canales diplomáticos estadounidenses a pesar de la oposición de Netanyahu, quien precisamente en los últimos días había reiterado su oposición, en una conversación telefónica con el presidente estadounidense Joe Biden. Este último está interesado en enfriar el clima desde una perspectiva electoral interna, de cara a las elecciones para el próximo mandato de cuatro años en la Casa Blanca.

Los israelíes y la guerra

La escalada del conflicto, la cuestión no resuelta de los prisioneros en manos de Hamás y el creciente número de víctimas humanas en el ejército están empujando a un segmento cada vez más amplio de israelíes a buscar nuevas formas, además de las militares, para alcanzar una solución a largo plazo. Esto es lo que se desprende de una investigación publicada por Iniciativa de Ginebra -una ONG favorable al acuerdo- que se llevó a cabo entre diciembre de 2023 y los primeros días de este año, sobre una muestra de 500 encuestados y un margen de error del 4,4%. A la pregunta de cuál sería la solución "más viable" para resolver el conflicto palestino-israelí: 31,7% elige la perspectiva de "dos Estados para dos pueblos", un 26,2% la "expulsión masiva" de palestinos de Gaza y Cisjordania, un 19,2% la "anexión" de los dos territorios "sin garantizar" la ciudadanía a los palestinos y un último 2,9% que quiere la anexión pero con "igualdad de derechos" (cerca del 20% no expresó su opinión). Aún más significativa es la cifra correspondiente a la segunda de las cinco preguntas planteadas. En caso de un acuerdo mediado por Estados Unidos que incluya la devolución de los rehenes, un futuro Estado palestino desmilitarizado en Cisjordania y la Franja, y la normalización de las relaciones con Arabia Saudita, los resultados indican: el 51,3% dice que “apoya” esta opción; sólo el 28,9% está en contra, mientras que el 19,8% está indeciso y espera para ver cuáles serán los pasos futuros. Y si el 50,5% "no quiere ver" que los soldados israelíes sigan presentes en Gaza "dentro de tres años", la última pregunta resulta muy significativa: "Si uno de los partidos políticos existentes que se presentarán en las próximas elecciones prometiera trabajar por una solución política del conflicto palestino-israelí", para un 30,4% "aumentaría sus posibilidades de voto", mientras que un 15,7% se opone a esa posibilidad y un 53,9% se declara "indiferente" a la posición que adopte.

La impunidad de los colonos

Uno de los aspectos no resueltos que se ha vuelto a plantear en las últimas semanas, en paralelo al conflicto de Gaza, es la violencia de los colonos judíos en Cisjordania, que ha contribuido a alimentar el clima de desconfianza entre las partes y alejar las perspectivas de una solución diplomática. Y si bien es cierto que el gobierno actual parece haber alentado los ataques, hay que decir que estos también han gozado durante mucho tiempo de una impunidad considerable. Lo certifica un estudio de los últimos 19 años de la historia local que llevó a cabo el instituto israelí Yesh Din, según el cual "más del 80% de las investigaciones" de los órganos policiales relativas a las denuncias de ataques terminaron "en un punto muerto", y esto indica una "deliberada política israelí" de opresión, abuso y negación de derechos. El estudio de Yesh Din se basa en 1.664 expedientes de investigación (que no son la totalidad de los mismos) que se abrieron por incidentes de presunta violencia israelí contra palestinos en Cisjordania, y que van desde 2005 hasta septiembre de 2023.

Aproximadamente el 94% de las investigaciones se cerraron sin una incriminación y sólo el 3% informa una condena (por diversas razones). Más del 80% de los casos se cerraron debido a la incapacidad de la policía para identificar al responsable o encontrar las pruebas necesarias para procesar a los autores. Además, los palestinos tienen un alto nivel de desconfianza hacia los servicios de policía israelíes, y por esa razón en 2023 el 58% de las víctimas palestinas de delitos optaron por no presentar una denuncia. “El hecho de que este fracaso sistémico se haya prolongado durante al menos dos décadas - señala Yesh Din en una nota - demuestra que el Estado de Israel normaliza y apoya la violencia ideológicamente motivada perpetrada por los colonos israelíes contra los palestinos en Cisjordania”. Además, la elevada tasa de “investigaciones sin solución” muestra la incapacidad “sistémica y deliberada”, de larga data, “de las fuerzas del orden israelíes para dar respuesta a los delitos por motivos ideológicos”.

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