El 'turismo industrial' de los jóvenes chinos
Desde las plantas automovilísticas hasta los talleres textiles, las visitas guiadas a las empresas están agotando las entradas en la República Popular. Recorridos que incluyen "atracciones" diseñadas especialmente para mostrar las industrias no solo como lugares de trabajo, sino sobre todo como símbolos de los logros alcanzados como nación.
Milán (AsiaNews/Agencias) - Una nueva forma de ocio está ganando terreno inesperadamente en China: el "turismo industrial" (gongchang you). Desde las plantas automovilísticas hasta las plantaciones de café, los talleres textiles y las líneas de embotellamiento de bebidas, los tours por las empresas chinas están agotando las entradas y atraen sobre todo a los jóvenes.
En el primer día que se abrió al público la planta automovilística Xiaomi de Beijing, en enero pasado, más de 4.600 personas reservaron para solo 20 plazas disponibles. Las entradas para visitar la empresa de robótica Unitree se revendieron por hasta 3.000 yuanes (unos 360 euros) debido a la demanda.
Comentando esta nueva tendencia, el director del Museo de la Cerveza de Qingdao, Sun Ji, declaró: “Este verano hemos registrado un número enorme de visitantes diarios. Las entradas generalmente se agotaron con dos o tres días de antelación. Julio y agosto registraron un número récord de visitantes y de ingresos por entradas”.
A nivel mundial el "turismo industrial" no es nada nuevo. Desde que los talleres de Citroën abrieron al público en la década de 1950, las empresas europeas siguen recibiendo a millones de visitantes cada año. Para China, en cambio, todavía es un sector nicho, que actualmente constituye solo el 5% de la facturación turística total, frente al 10-15% en otras economías desarrolladas. No obstante, su enorme potencial ya resulta evidente.
Pero, ¿qué lleva a los jóvenes chinos a elegir las fábricas en vez de los destinos tradicionales de fin de semana, como centros comerciales o parques temáticos?
Como afirma el China Daily, para la Generación Z china las industrias no son solo lugares de trabajo, sino símbolos de los logros alcanzados como nación y del ingenio moderno. Visitar una fábrica es al mismo tiempo una actividad educativa, una manifestación cultural y una declaración de identidad.
En otras palabras, los tours a las fábricas reflejan el deseo de los jóvenes chinos de comprender su lugar en una sociedad en continua evolución y de reivindicar un sentido de pertenencia a la historia industrial del país, fuente de orgullo colectivo.
El éxito de las visitas guiadas a las fábricas no sólo pone de manifiesto una especie de cambio de imagen de la industria china, del "Made in China" al "Experienced in China", sino que también es indicativo de la evolución del turismo chino hacia formas de entretenimiento más diversificadas y personalizadas, que privilegian las actividades de tipo experiencial.
Con sus cintas transportadoras, los brazos robóticos y las cadenas de montaje automatizadas, la fábrica resulta algo similar a un parque de Disneylandia, que se puede explorar a través de exposiciones interactivas, talleres y visitas temáticas guiadas. También el lugar donde las personas pueden satisfacer su curiosidad sobre cómo se fabrican algunos de los productos que consumen o utilizan en la vida cotidiana, así como la filosofía que los sustenta.
Muchas fábricas y granjas han organizado incluso talleres para entretener a los más pequeños, convirtiéndose así en el destino preferido de muchas familias chinas en su tiempo libre. Liu Haoxuan, director de un rancho en el distrito de Zengcheng, en la provincia oriental de Zhejiang, afirmó que en los meses de julio y agosto de este año se registraron 300 visitantes más que los cerca de 4.200 de 2024, la mayoría de ellos con edades comprendidas entre los 3 y los 12 años.
Precisamente esta combinación de entretenimiento y educación parece ser la fórmula que ha popularizado el "turismo industrial" en China, como demuestra el boom que se registró el verano pasado. Actualmente, el país cuenta con más de mil atracciones de este tipo, entre empresas multinacionales y realidades locales.
El personal de Yuexiu Fengxing, empresa láctea de Guangzhou, en la provincia meridional de Guangdong, informó que este verano recibieron un promedio de más de 2.000 visitantes al mes, un 10% más que en el mismo periodo del año anterior. Las reservas para los fines de semana estaban siempre completas y debían hacerse con semanas de antelación.
Aunque el sector del "turismo industrial" en China está en fuerte crecimiento, todavía quedan muchos desafíos.
Zhang Xiaofeng, director del Instituto de Investigación de Ciencias del Turismo de Zhejiang, señala sobre todo la escasa eficiencia de los servicios relacionados con las "visitas a las fábricas", que en su opinión deberían mejorarse e incrementarse. Como declaró a China Radio International: “Muchas fábricas se encuentran en zonas suburbanas con transportes incómodos y los restaurantes, alojamientos y otras instalaciones de apoyo cercanas son inadecuadas, lo que implica un aumento de los costos de viaje e incomodidad para los turistas. Algunas empresas tampoco disponen de espacios internos apropiados para las visitas guiadas, lo que obstaculiza la experiencia de los visitantes”. Otro aspecto poco eficiente tiene que ver con la capacidad de acogida de las empresas chinas, ya que las reservas superan con creces el número de entradas diarias que ponen a disposición.
Zhang considera que estos problemas se pueden resolver fácilmente reforzando la cooperación con las plataformas turísticas y ampliando los canales de reserva de visitas guiadas. Las administraciones locales también deberían establecer líneas de autobús dedicadas exclusivamente a los que visitan las empresas interesadas. Solo así el turismo industrial podrá evolucionar de una curiosidad de nicho a un pilar del turismo cultural del país.
25/02/2022 13:24