En Ucrania cerca de los refugiados: el testimonio de la hermana Ligy (VIDEO)

de Nirmala Carvalho

La superiora de las Hermanas de San José de San Marcos se encuentra en Mukachevo, en la parte occidental del país. Originaria de la India, no tiene intención de irse: "Por ahora tenemos provisiones de alimentos, pero no dinero para la calefacción".

Nueva Delhi (AsiaNews)- “Dios me está usando para salvar a la gente de la muerte en Ucrania”, dice la hermana Ligy Payyappilly, originaria de la provincia de Sanjo, en Kerala, India. Con otras 17 religiosas de las Hermanas de San José de San Marcos, presta asistencia a los civiles que huyen de la guerra. La superiora, de 48 años, vive en Ucrania desde hace 20 años.

La casa de la congregación - fundada en Francia en 1845 por el P. Pierre Paul Blanck - se encuentra en Mukachevo, en el oeste de Ucrania, en la ruta por la que pasan los refugiados que se dirigen a Eslovaquia, Hungría o Rumanía. “Por ahora estamos a salvo, la policía está haciendo un gran trabajo”, comentó la religiosa a AsiaNews. “La mayoría de los estudiantes indios que estaban aquí han regresado a la India”, agregó, refiriéndose a las decenas de miles de jóvenes que se trasladaron a Ucrania antes de la invasión rusa para estudiar medicina. "Es difícil evacuar a la gente, pero estamos haciendo todo lo posible". Esta mañana fueron atacadas las primeras ciudades del oeste del país, como Lutsk, en la parte noroeste, no lejos de Polonia.

Mientras los estudiantes indios fueron trasladados en tren a los países vecinos y luego repatriados desde allí en varios vuelos, los ucranianos no saben adónde huir. “Para ellos es terrible salir de su país, no saben el idioma de los países a los que tendrán que ir, no conocen a nadie, no tienen dinero”, explica la superiora. “He visto escenas muy conmovedoras, padres que despiden a sus hijos sin saber qué será de ellos. Los evacuan para alejarlos de la guerra, pero tienen 8, 9, 10, 12 años y se van solos en tren sin saber cuál será su destino final”, sigue diciendo la hermana Ligy. “Algunos encuentran refugio aquí. Ahora tenemos con nosotras a unos 60-70 refugiados, de los cuales solo 4 son hombres, los demás son mujeres y niños”.

"Por el momento no necesitamos mucha ayuda material porque estamos recibiendo asistencia humanitaria de Alemania y de la misma Ucrania, y tenemos suficiente para comer, pero mi preocupación es cuántos meses se prolongará esta situación". Lo más difícil es la calefacción: "El costo ahora es muy alto, para un mes necesitamos cerca de 3 mil euros". Pero la hermana Ligy ni siquiera piensa en irse: “Las otras dos hermanas indias y yo no tenemos intención de irnos, queremos quedarnos. Quizás Dios nos mandó aquí para salvar a estas personas”.