La UE y Dusambé debaten sobre el radicalismo en Asia Central

de Vladimir Rozanskij

Un seminario promovido en los últimos días por la representación de la Unión Europea y el Gobierno de Tayikistán ha reunido a políticos, especialistas de las fuerzas del orden y representantes de la sociedad civil para intercambiar conocimientos y reforzar la colaboración con el fin de responder a las crecientes amenazas de acciones violentas con motivaciones extremistas.

Dusambé (AsiaNews) - Los días 4 y 5 de junio, el Servicio de Instrumentos de Política Exterior (Fpi) de la Comisión Europea se reunió en Dusambé con la representación local de la UE, la organización Rusi Europe, el Ministerio de Asuntos Exteriores y la Fiscalía General de Tayikistán, en un seminario para debatir la oposición y las medidas necesarias contra el extremismo violento.

El encuentro reunió a políticos, especialistas de las fuerzas del orden y representantes de la sociedad civil, con el objetivo de intercambiar conocimientos y reforzar la colaboración para reaccionar ante las crecientes amenazas de radicalización y acciones violentas con motivaciones extremistas. Como señaló el lituano Raimundas Karoblis, embajador de la UE y jefe de la representación en Tayikistán, « el extremismo violento no es un concepto abstracto, sino una amenaza global con consecuencias muy específicas en cada dimensión local», un fenómeno que «pone en peligro la convivencia pacífica, aviva los conflictos sociales e impide que todas las agrupaciones aprovechen su potencial humano y los proyectos comunes de desarrollo».

La UE se compromete a estar disponible para «trabajar codo con codo» con Tayikistán con el fin de apoyar un desarrollo «seguro, constante e inclusivo» en toda Asia Central. Karoblis asegura que los europeos pretenden presentarse «no solo como socios para la seguridad, sino también como socios para la paz», y se felicita por el entendimiento común entre Tayikistán y la UE sobre los riesgos que se corren en la situación actual y las medidas que deben adoptarse.

Durante el seminario se analizaron diversas cuestiones de actualidad en Tayikistán y se debatieron las respuestas políticas. Durante el debate se destacaron las principales fuerzas del extremismo violento, las perspectivas de apoyo a la juventud tayika, el papel de los órganos administrativos regionales y municipales, y la necesidad de mantener separados a los combatientes tayikos de organizaciones extranjeras que regresan a su país, encontrando formas de desradicalizarlos y reintegrarlos en la sociedad.

Los temas más candentes que se destacaron fueron la «radicalización en línea», con el uso de plataformas digitales, la importancia de la colaboración entre países vecinos para apoyar la reintegración de los migrantes laborales que cruzan continuamente las fronteras, y la elaboración de contra-narrativas eficaces frente a aquellas que atraen a las personas hacia expresiones radicales violentas. Las investigaciones internacionales sobre estos temas han ayudado a contextualizar mejor estas reflexiones, y entre los ponentes destacaron las intervenciones sobre la experiencia de Indonesia, también centrada en la desradicalización de sus migrantes laborales, pero también la de Bosnia-Herzegovina, que ilustró las diversas medidas de perfilado a nivel de asociaciones y agrupaciones de diversa índole en el país.

El seminario propuso varios ejercicios interactivos en grupo, que permitieron a los participantes aplicar estrategias muy eficaces en materia de prevención, centrándose en los numerosos casos de las distintas regiones. Se destacó la importancia de la colaboración entre los organismos estatales e internacionales, a partir del apoyo constante de la Unión Europea a las políticas de inclusión social y al desarrollo del potencial positivo de todas las formas de agrupación.

Estos enfoques prevén la participación de toda la sociedad en temas tan delicados, dando mayor confianza a las experiencias de colaboración dentro de la vida social y a la apertura a las que se están llevando a cabo en otros países. La UE garantiza una participación cada vez más activa y amplia de todos los países de Asia Central en la búsqueda de la seguridad, la estabilidad y el desarrollo sostenible para todos los sectores de la población local.