La disputa entre Arabia y los Emiratos en la partida por la inteligencia artificial.
Desde Riad y Abu Dabi se realizan inversiones millonarias en inteligencia artificial y centros de datos. Una carrera a dos seguida con atención, y cierto temor, por Washington y Pekín, que tratan de reforzar sus alianzas. El Golfo dispone de energía y dinero, pero aún carece de talentos cualificados y mentes brillantes. En el primer trimestre, el PIB saudí experimentó un auge impulsado por el sector no petrolero.
Milán (AsiaNews) - En la lucha por la supremacía regional que enfrenta a Riad y Abu Dabi, aliados pero rivales en el Golfo y ambos comprometidos con la diversificación de sus economías, hasta ahora centradas en el petróleo y los hidrocarburos, se ha abierto una nueva partida que los enfrenta en el sector de la inteligencia artificial (IA). Una competencia cada vez más agresiva, en la que Arabia Saudita está superando a los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en la capacidad futura de los centros de datos (2200 megavatios frente a 500), con el objetivo de dominar las infraestructuras de IA a largo plazo. A este respecto, los analistas y expertos consultados por PYMNTS subrayan que los dos países del Golfo cuentan con dos requisitos que los centros de datos necesitan urgentemente: energía y dinero, aunque se necesitará tiempo para crear un sistema funcional.
Inversiones millonarias
En concreto, Riad ha creado Humain, una empresa de IA respaldada por el Estado en el marco del Fondo Público de Inversión (PIF), que está planeando lanzar un capital riesgo de 10 000 millones de dólares; Google Cloud y PIF están invirtiendo otros 10 000 millones de dólares para construir y gestionar conjuntamente un centro de IA en el reino; y además, AWS y Humain han anunciado una inversión conjunta de 5000 millones para construir una «Zona de IA» gracias a la cual se incrementará la demanda de servicios avanzados en el sector. Esto se suma a los 5300 millones de dólares anunciados anteriormente por AWS, que mira con creciente interés al país, además de Oracle, que está dispuesta a invertir otros 14 000 millones de dólares en la nube digital y en infraestructuras durante los próximos 10 años. Por último, Equinix estaría construyendo un centro de datos de mil millones para satisfacer la creciente demanda de nube, IA y cargas de trabajo empresariales.
En cuanto a los Emiratos, aquí también se multiplican las inversiones y las iniciativas: recientemente, Abu Dabi ha lanzado MGX, una realidad centrada en la IA y respaldada por la sociedad de inversión estatal Mubadala y el holding de desarrollo de IA G42. Su objetivo es invertir 100 000 millones de dólares en infraestructuras, chips y tecnologías básicas. MGX es también uno de los inversores de Stargate, el proyecto de centro de datos de 500 millones de dólares de OpenAI elaborado en colaboración con G42, Oracle, Nvidia y SoftBank, que prevé la construcción de un clúster de un gigavatio, con 200 megavatios que deberían entrar en funcionamiento en 2026. Por último, un proyecto de 3540 millones para automatizar todos los procesos gubernamentales a través de la Estrategia Digital del Gobierno de Abu Dabi para 2025-2027.
Partido a cuatro (con China y EE. UU.)
Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos están gastando —y atrayendo— auténticas fortunas para alimentar sus respectivas ambiciones, forjando alianzas estratégicas con los gigantes tecnológicos estadounidenses y planificando la construcción de algunos de los mayores clústeres de centros de datos del mundo. La rivalidad entre Riad y Abu Dabi se desarrolla en el marco de un juego aún más amplio que enfrenta a Estados Unidos y China, ambos inmersos en un desafío en todos los ámbitos que va mucho más allá de la inteligencia artificial. En este contexto, el presidente estadounidense Donald Trump presiona para que los países del Golfo sigan dependiendo de la tecnología estadounidense, en lugar de converger hacia China, que desde hace tiempo presta cada vez más atención a la zona. En un gesto diplomático (y económico), el inquilino de la Casa Blanca ha eliminado las restricciones sobre los chips impuestas por su predecesor Joe Biden en la región. En la Visión 2030 saudí, la IA desempeña un papel esencial en la perspectiva de la transformación económica, con el 70 % de sus objetivos estratégicos relacionados con los datos y la IA, tal y como explican los funcionarios de la Autoridad Saudí de Datos e IA. Al mismo tiempo, los Emiratos incluso nombraron un ministro de Estado para la IA en 2017 y crearon una universidad dedicada al sector, la Universidad Mohamed bin Zayed de Inteligencia Artificial (Mbzuai), que está abriendo un laboratorio en Silicon Valley. Al principio, los Emiratos parecían llevar la delantera gracias a su estrategia y sus asociaciones proactivas, pero Arabia Saudí ha recuperado terreno con importantes inversiones e iniciativas respaldadas por el Estado.
La supremacía en IA requiere cálculos, lo que implica centros de datos de gran tamaño y con un gran consumo energético, que ambos países compiten por construir. A principios de 2025, Riad tenía una capacidad de centros de datos de más de 300 megavatios, en línea con la capacidad de los Emiratos Árabes Unidos de más de 250 megavatios, según ResearchAndMarkets.com. Sin embargo, al analizar los proyectos futuros, los saudíes parecen poder distanciarse de sus rivales emiratíes con un objetivo de 2200 megavatios frente a los 500 de sus rivales. A día de hoy, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, la preparación para la IA varía mucho: Israel está a la cabeza, seguido de los EAU, Arabia Saudí, Qatar, Omán y Baréin. Después de todo, Oriente Medio cuenta con dos factores que los centros de datos necesitan: energía y dinero. Con alrededor de 5 billones de dólares en riqueza soberana, explican los expertos, los Estados del Golfo tienen los medios financieros para convertirse en serios competidores en IA y centros de datos. Sin embargo, hasta ahora ninguno de los dos gigantes del Golfo ha producido modelos a la altura del GPT-4 de OpenAI o del DeepSeek chino. Los talentos cualificados y las mentes brillantes en este campo siguen siendo escasos y, aunque la riqueza soberana y los bajos costes energéticos ofrecen ventajas, la construcción de un ecosistema de innovación llevará tiempo. Por otro lado, ahora es evidente que la carrera por la IA ya no se limita a Silicon Valley o Shenzhen, sino que también puede ser moldeada por Riad y Abu Dabi.
Riad: crecimiento récord
Mientras tanto, Arabia Saudí registra un nuevo auge en términos de crecimiento económico, con cifras aún mejores de lo que habían previsto los expertos en el primer trimestre de 2025, según los datos publicados estos días por el Gobierno. A esto se suma el impacto mínimo de los bajos precios del petróleo, que han afectado mucho menos al desarrollo de lo que se había previsto en un principio. En el periodo de referencia, el producto interior bruto (PIB) creció un 3,4 % con respecto al mismo trimestre del año anterior, superando las estimaciones del 2,7 % publicadas en mayo por la Autoridad General de Estadística de Arabia Saudí. En concreto, en el sector petrolero, el PIB se redujo un 0,5 %, mientras que las estimaciones apuntaban a una contracción del 1,4 %, ya que el aumento de la producción compensó en parte la caída de los precios. En el sector no petrolero, alcanzó el 4,9 %, frente a las previsiones que se situaban en el 4,2 %.
Arabia Saudí se encuentra inmersa en un costoso programa de transformación —por no decir revolución— económica conocido como Visión 2030, cuyo objetivo es liberar a la economía de su dependencia del petróleo, invirtiendo miles de millones de dólares en nuevos y ambiciosos proyectos de desarrollo. El ministro de Finanzas saudí, Mohammed Al-Jadaan, afirmó que el reino «revisaría» sus prioridades de gasto en respuesta a la significativa caída de los ingresos petroleros, según informó el Financial Times en mayo. Daniel Richards, economista senior de Emirates NBD, advierte, sin embargo, que el gasto seguirá siendo elevado. «El gasto en los proyectos ya en marcha es suficiente para sostener el crecimiento al menos durante este año y el próximo», explica la institución en un comunicado. Después de todo, el país se ha comprometido a acoger varios grandes eventos internacionales, cada uno de los cuales requiere importantes inversiones en construcción y desarrollo. Entre ellos, los Juegos Asiáticos de Invierno de 2029, que contarán con nieve artificial y un lago de agua dulce artificial, y la Copa Mundial de Fútbol de 2034, para la que se construirán 11 nuevos estadios y se renovarán otros.
LA «PUERTA DE ORIENTE» ES EL BOLETÍN INFORMATIVO DE ASIANEWS DEDICADO A ORIENTE MEDIO.
¿QUIERES RECIBIRLO CADA MARTES EN TU CORREO ELECTRÓNICO? SUSCRÍBETE AL BOLETÍN INFORMATIVO EN ESTE ENLACE
26/09/2023 13:04
31/10/2023 10:51
24/10/2023 11:12
01/02/2022 13:11