León XIV a los nuncios apostólicos: 'Siéntanse misioneros. Construyan puentes donde haya dificultades'
Esta mañana Prevost se reunió en la Sala Clementina con 98 representantes del cuerpo diplomático de la Santa Sede. Ellos son, dijo el Papa, un modelo "ciertamente no perfecto" del mensaje de la Iglesia en favor "de la fraternidad humana y la paz entre todos los pueblos", "al servicio de la dignidad de la persona humana".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Un ministerio "insustituible", "imagen de la Iglesia católica" en el mundo, "en comunión con los obispos locales". A menudo desempeñado entre pueblos que son "víctimas de guerras, de violencias y de injusticias", dijo esta mañana León XIV a los 98 nuncios apostólicos - representantes del Papa ante los Estados y las organizaciones internacionales de todo el mundo - que recibió esta mañana en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano. Prevost elogió al cuerpo diplomático de la Santa Sede, al que describió como el más "universal" y "unido" del mundo, porque se funda en una comunión no "funcional", porque "estamos unidos en Cristo y estamos unidos en la Iglesia", afirmó.
En el contexto del Jubileo de la Santa Sede, el pontífice agradeció a los presentes, expresando "reconocimiento a todos los que me ayudan a desempeñar día a día mi servicio", en estas primeras semanas de ministerio petrino. Los nuncios apostólicos, con su labor, son un modelo "ciertamente no perfecto", del mensaje que propone la Santa Sede. "Es decir, el mensaje de la fraternidad humana y la paz entre todos los pueblos", añadió en su discurso. Prevost también expresó la convicción de que el trabajo de los representantes pontificios en el mundo "precede" al servicio del Papa. "La red de Representaciones Pontificias está siempre activa y operativa", dijo. Y, citando a Pablo VI: "Mediante sus representantes [...] el Papa se hace partícipe de la vida misma de sus hijos y [...] puede conocer [...] sus necesidades y también sus aspiraciones".
Luego, el Papa León XIV presentó a los asistentes una imagen bíblica: la curación del paralítico por parte de Pedro, que se narra al comienzo de los Hechos de los Apóstoles (3, 1-10). Él, "en los albores de la experiencia cristiana", cerca de la puerta del templo, le pide que lo mire a él y a Juan. Y dice: "No tengo plata ni oro, pero te doy lo que tengo: en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y camina". "Mirarse a los ojos significa construir una relación", afirmó el pontífice. "El ministerio de Pedro es crear relaciones, puentes; y un representante del Papa está ante todo al servicio de esta invitación". "Sean hombres capaces de construir relaciones allí donde resulta más difícil. Pero al hacerlo, conserven la misma humildad y el mismo realismo de Pedro, que sabe muy bien que no tiene la solución para todo", dijo a los presentes.
Llevar a Cristo a los pueblos significa ante todo "dar amor". Dirigiéndose de nuevo a los nuncios, el pontífice añadió: "Cuento con ustedes para que en los países donde viven todos sepan que la Iglesia está siempre dispuesta a todo por amor, que está siempre del lado de los últimos, de los pobres, y que siempre defenderá el sacrosanto derecho a creer en Dios, de creer que esta vida no está a merced de los poderes de este mundo, sino que está atravesada por un significado misterioso". Solo el amor es, por tanto, "digno de fe". Sobre todo en aquellos contextos en los que está presente el "dolor de los inocentes", "los crucificados de hoy", así como el "falso bienestar que engaña y decepciona". Prevost entregó a los presentes un anillo con la inscripción "Sub umbra Petri". "Siéntanse siempre unidos a Pedro, protegidos por Pedro, enviados por Pedro", añadió.
Por último, el Papa León XIV invitó a los nuncios a tener "una mirada de bendición", capaz de "ver siempre el bien, incluso el que está oculto, el que está en minoría". "Siéntanse misioneros - continuó -. Enviados por el Papa para ser instrumentos de comunión, de unidad, al servicio de la dignidad de la persona humana, promoviendo en todas partes relaciones sinceras y constructivas con las autoridades con las que serán llamados a cooperar". Esta presencia de la Iglesia católica en el mundo está "iluminada" por ilustres ejemplos de santidad que también fueron miembros del cuerpo diplomático de la Santa Sede y predecesores del 267º pontífice: san Juan XXIII y san Pablo VI. "La presencia de ustedes hoy, aquí, refuerza la conciencia de que la función de Pedro es confirmar en la fe".
22/04/2022 15:52