Medan: capuchinos apoyan a los indígenas Tano Batak contra la explotación de las tierras
Desde hace años se libra una batalla entre las poblaciones locales y el coloso industrial de la celulosa PT Toba Pulp Lestari (TPL). Ayer una protesta degeneró en violencia tras la dura intervención de la policía. Los religiosos han planteado el tema ante el Parlamento. La biodiversidad y los ecosistemas naturales están en peligro.
Yakarta (AsiaNews) - Los capuchinos de Medan y los líderes religiosos de la provincia de Sumatra del Norte están prestando ayuda a los tribales Tano Batak en la larga batalla por la defensa de sus tierras, que se encuentran en el punto de mira del gigante industrial PT Toba Pulp Lestari (TPL). Ayer se produjo un nuevo capítulo del conflicto. La población indígena había organizado una manifestación de protesta que fue reprimida con fuerza por la policía hasta la intervención del padre Walden Sitanggang, miembro del departamento de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) de la arquidiócesis de Indonesia. El religioso acudió al lugar de los incidentes para tratar de proteger la vida de decenas de personas cuyo futuro está en peligro. "Nunca dejaré solas a estas personas", declaró.
El conflicto, violento y a menudo mortal, entre las comunidades indígenas y el gigante de la celulosa PT Toba Pulp Lestari (TPL) se arrastra desde hace casi cuarenta años. Miles de hectáreas de tierra tradicional en Tano Batak han sido reclamadas por los directivos como zona de concesión exclusiva de la empresa productora de celulosa y papel. Las consecuencias son graves: los habitantes de las aldeas han perdido sus medios de subsistencia, han talado los bosques ancestrales y decenas de personas han sido criminalizadas. Desde 1986 la empresa ha sido acusada en reiteradas oportunidades de convertir los bosques tradicionales en plantaciones de monocultivo de eucalipto.
En declaraciones a AsiaNews sobre el incidente de ayer, el joven sacerdote capuchino explicó que el compromiso del organismo diocesano de ayudar a los pueblos indígenas no se limita al distrito de Simalungun, en Sumatra del Norte. Junto a otras organizaciones activistas y personalidades de la política, explica, “hemos venido a Yakarta para plantear en el Parlamento (Dpr Ri) la cuestión de expropiación de tierras, como acaba de ocurrir el pasado 9 de septiembre”. El religioso contó con el apoyo del Grupo de Desarrollo de Iniciativas Comunitarias (Ksppm), la Alianza de los Pueblos Indígenas del Archipiélago (Aman) Tano Batak, líderes eclesiásticos (Hki), los capuchinos de Medan y asociaciones católicas de la provincia, que manifestaron a los diputados su preocupación por el medio ambiente y denunciaron casos de violaciones y abusos, además de pedir el cese inmediato de las actividades de TPL en Tano Batak.
El departamento JPIC de la arquidiócesis de Medan, dirigido por los Capuchinos, ha denunciado la creciente explotación ambiental en la región del Lago Toba y ha subrayado la necesidad de proteger los derechos de los pueblos indígenas y preservar los ecosistemas. El director, padre Sumitro Sihombing, capuchino, advirtió que la explotación incontrolada ha provocado “inundaciones, corrimientos de tierra, sequías, pérdida de biodiversidad y conflictos territoriales, causando un profundo sufrimiento a las comunidades que durante generaciones han dependido de la naturaleza”.
El ente católico de Medan declaró entonces que apoya los esfuerzos del gobierno y de la sociedad civil para conservar el lago Toba y las zonas de amortiguación; rechaza las prácticas de explotación guiadas exclusivamente por el lucro, que ignoran la justicia y las generaciones futuras; se opone a la presencia de PT Toba Pulp Lestari, que ha dañado la biodiversidad y los ecosistemas; pide al gobierno que proteja los derechos de los pueblos indígenas, salvaguarde las tierras tradicionales e impida intimidaciones y violencia.
Rusliana Marbun, agricultora indígena de la aldea de Matio, en la regencia de Tobal ha sufrido en primera persona el conflicto entre la población indígena local y la planta de producción de celulosa. En 2015 su arrozal quedó sepultado con tierra por la maquinaria pesada de TPL. Cuando protestó, fue criminalizada. Rusliana fue acusada de agredir a un empleado de la empresa y condenada. “Fui a la cárcel - explicó - solo por preguntar por qué la empresa había destruido mi arrozal”.
La Alianza de los Pueblos Indígenas del Archipiélago (Aman) explica que Tano Batak y KSPPM, TPL han reclamado más de 20.754 hectáreas de tierra indígena en cinco regencias. La Organización para la Asistencia Jurídica y la Defensa del Pueblo del Norte de Sumatra (BAKUMSU) ha documentado al menos 93 casos de indígenas criminalizados por diversos cargos, la mayoría de las veces en virtud del artículo 92 de la ley n.º 18/2013 sobre la prevención y eliminación de la destrucción de los bosques. “Mientras la ley siga siendo represiva contra las comunidades, persistirá la amenaza de la criminalización”, declaró el director de BAKUMSU, Tongam Panggabean. Pero los pueblos indígenas también se quejan de la pérdida de sus medios de subsistencia debido a la tala de árboles de incienso, que han sido su principal fuente de ingresos durante siglos; los pesticidas de las plantaciones de eucalipto han contaminado las fuentes y los cursos de agua y también se han destruido muchas tumbas ancestrales.
12/05/2020 11:44
11/10/2024 11:27