09/09/2025, 16.02
TIERRA SANTA
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Ocho siglos después vuelve a sonar en Jerusalén el órgano más antiguo del mundo

Un instrumento de tubos de la Edad Media que acompañaba las liturgias en la época de los cruzados fue descubierto en Belén y restaurado como parte del proyecto Resound que dirige el musicólogo español David Catalunya. La presentación se llevó a cabo esta mañana en el convento de San Salvador, sede de la Custodia de Tierra Santa. Ahora se están realizando nuevos estudios sobre las campanas.

 

Jerusalén (AsiaNews) - Es el órgano más antiguo de la cristiandad - y del mundo - y sus notas vuelven a resonar tras más de 800 años de silencio. Este instrumento de tubos que data de la época medieval, fue descubierto en Belén y está funcionando de nuevo gracias a una cuidadosa restauración que llevó a cabo el equipo del proyecto Resound, dirigido por el musicólogo español David Catalunya, quien afirmó que el trabajo había sido "un milagro". La presentación oficial se hizo esta mañana en el convento de San Salvador de Jerusalén, sede de la Custodia de Tierra Santa, en el marco de un evento internacional organizado por los religiosos.

El instrumento fue construido en Francia en el siglo XI y lo llevaron a Tierra Santa en el siglo XII para acompañar la liturgia de los cruzados, por eso se puede considerar que es el más antiguo del mundo que todavía es capaz de producir sonidos. Es incluso más antiguo que el de la Basílica de Valère en Sion, en el cantón de Valais, Suiza, construido entre 1430 y 1435, como explica en un artículo el sitio terrasanta.net.

El proyecto "Órgano de Belén" se pudo concretar gracias al Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU) en colaboración con el Museo Terra Sancta y los franciscanos de la región. La investigación fue dirigida por el español Catalunya, cuya pasión por los instrumentos históricos lo llevó a la ciudad santa en busca de un tesoro litúrgico enterrado en el siglo XIII. En 1906 una excavación realizada por arqueólogos franciscanos del Studium Biblicum Franciscanum (SBF) bajo el jardín de la basílica de la Natividad en Belén sacó a la luz 222 tubos de bronce, un carillón de trece campanas y otros objetos litúrgicos escondidos por los cruzados. Este patrimonio único ha sido cuidadosamente conservado por los religiosos, que aceptaron con entusiasmo el innovador proyecto de investigación.

El "Órgano de Belén" habría sido escondido por los cruzados con la ayuda de clérigos latinos agustinos antes de ser expulsados de Tierra Santa. Fue enterrado junto con campanas y objetos litúrgicos dentro de la iglesia de la Natividad. Posteriormente el instrumento fue trasladado al convento de la Flagelación, donde se fundó el Studium hace más de un siglo.

Los hallazgos fueron ignorados durante mucho tiempo por el mundo académico, hasta que en 2019 Catalunya, entonces joven investigador en la Universidad de Oxford, encontró una nota manuscrita que hacía referencia al instrumento. El descubrimiento lo llevó a organizar un ambicioso proyecto de estudio y recuperación que se concretó en Madrid con el proyecto Resound, financiado por el Consejo Europeo de Investigación (ERC) y coordinado por el Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU).

Inesperadamente el 20 de mayo se produjo un punto de inflexión en el trabajo cuando los investigadores descubrieron que ocho de los 222 tubos originales del órgano se encontraban en tan buen estado de conservación que todavía se podían escuchar sin necesidad de restaurarlos. "Sonaban", explica el musicólogo español, "como si los hubieran hecho ayer. Fue como abrir la tumba de un faraón: durante días sentimos que estábamos en un sueño". Los investigadores intentaron insertar uno de los tubos medievales en el cuerpo de un órgano portátil y obtuvieron un sonido claro y potente que marcó el regreso a la vida del instrumento después de ocho siglos de silencio. Catalunya señala que el timbre de este órgano medieval es diferente de los renacentistas o modernos: "Es un sonido sorprendente, con mucho carácter, rico y variado en los registros bajos, medios y altos", explica. Una sonoridad "que nos permite imaginar, en la medida de lo posible, la atmósfera de la liturgia medieval".

Como primicia mundial, David Catalunya tocó música con algunos de los tubos originales, produciendo la misma vibración que acompañaba las liturgias de los cruzados en la iglesia de la Natividad de Belén. "Hoy - explica - esta voz olvidada se puede escuchar de nuevo, no solo como objeto de estudio, sino como una experiencia viva que conecta arte, historia y emoción. Como una Pompeya musical, es una ventana única al pasado, una reliquia viviente".

Álvaro Torrente, director del Instituto Complutense de Ciencias Musicales - principal centro de investigación musical de España - declaró: "El órgano de Belén no es solo un tesoro del pasado que ahora podemos contemplar y escuchar. También es una fuente única de conocimiento sobre la música, la ingeniería y la organología europea, que puede transformar radicalmente nuestra visión de la cultura medieval. Es como encontrar un dinosaurio vivo: algo que antes - concluye - parecía imposible y de pronto se vuelve real ante nuestros ojos y oídos". Pero el trabajo de los investigadores y musicólogos todavía no ha concluido: una de las investigaciones que siguen abiertas se refiere a la posible relación entre el órgano y las campanas que se encontraron en las mismas excavaciones de Belén.

 

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