Papa: creatividad y sencillez, el estilo de la misión guiada por el Espíritu Santo

E la audiencia general de hoy, Francisco volvió a confiar la lectura del texto de la catequesis a un colaborador. El anuncio del Evangelio no es un manual de uso, sino obra del Espíritu. Nuevo llamado a la oración por la paz "especialmente en Ucrania, Israel y Palestina. La guerra siempre es una derrota, los únicos que ganan son los fabricantes de armas".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- El Espíritu Santo es el protagonista de la misión, porque “la Iglesia no se anuncia a sí misma, sino que anuncia una gracia, un don”, dijo hoy el Papa Francisco a los peregrinos reunidos en el Aula Pablo VI para la audiencia del miércoles.

Debido a la inflamación respiratoria que lo aqueja desde hace algunas semanas, el Papa volvió a confiar hoy la lectura de su catequesis a monseñor Filippo Ciampanelli, funcionario de la Secretaría de Estado. “Todavía estoy luchando. Me siento mucho mejor, pero me canso si hablo demasiado”, explicó. Continuando con el ciclo de reflexiones sobre la evangelización, el Papa Francisco habló hoy sobre "una última característica esencial: el anuncio se debe hacer en el Espíritu Santo". Porque "el Espíritu es el protagonista, precede siempre a los misioneros y hace nacer los frutos". La misión - en efecto - "no es un manual que debemos aplicar sino una obra del Espíritu".

El primado del Espíritu - añadió - "no debe inducirnos a la indolencia". La valentía de la audacia que infunde el Espíritu nos lleva a imitar su estilo, que siempre tiene dos características: la creatividad y la sencillez". “En nuestra época, que no nos ayuda a tener una visión religiosa sobre la vida y en la que el anuncio se ha vuelto, en muchos lugares, más difícil, agotador y aparentemente infructuoso – explicó – puede nacer la tentación de desistir del servicio pastoral. Quizás nos refugiamos en zonas de seguridad, como la repetición habitual de cosas que siempre hacemos, o en el tentador reclamo de una espiritualidad intimista, o incluso en un sentido mal entendido de la centralidad de la liturgia. Son tentaciones que se disfrazan de fidelidad a la tradición, pero que a menudo, más que respuestas al Espíritu, son reacciones a la insatisfacción personal. En cambio - advirtió - la creatividad pastoral, ser audaces en el Espíritu, arder con su fuego misionero, es prueba de fidelidad a Él".

Y luego la sencillez, "porque el Espíritu nos lleva a la fuente, al primer anuncio". Cada acción misionera debe llevarnos a repetir a cada persona que encontramos: "Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte y ahora está vivo a tu lado todos los días, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte". “Dejémonos cautivar por el Espíritu Santo e invoquémoslo cada día - concluyó la catequesis de Francisco - que Él sea el principio de nuestro ser y de nuestro obrar; que sea el principio de toda actividad, encuentro, reunión y anuncio. Él vivifica y rejuvenece a la Iglesia".

En el momento de saludar a los grupos de peregrinos que estaban en la plaza, el Papa recordó a todos la inminente solemnidad de la Inmaculada Concepción: "María 'creyó' en el amor de Dios y respondió con su 'sí'. Aprendamos de su plena confianza en el Señor a dar testimonio de la bondad y del amor evangélico en todas partes".

Por último, invitó nuevamente a rezar por todos aquellos que sufren la tragedia de la guerra, "sobre todo por las poblaciones de Ucrania, Israel y Palestina. La guerra siempre es una derrota - insistió una vez más -. Nadie gana, todos pierden. Los únicos que ganan son los fabricantes de armas".