30/11/2022, 14.58
VATICANO
Enviar a un amigo

Papa: el diablo se vale de las cosas que más queremos, aprendamos a leer la vida

En la audiencia general, Francisco invitó a vivir el Adviento con oración, penitencia y obras de caridad. El saludo al Patriarca Bartolomé en la fiesta de San Andrés: “Que la intercesión de los Apóstoles conceda a la Iglesia gozar plenamente de la unidad y paz en el mundo entero”.

 

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- “Hay que aprender a leer en el libro de nuestro corazón lo que ha sucedido durante el día. Háganlo, aunque sea dos minutos, pero les hará bien. Se los aseguro”. En la audiencia general con los fieles en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco ha vuelto a insistir hoy en la importancia de la práctica del examen de conciencia diario.

Continuando el ciclo de catequesis dedicado al discernimiento, se centró en cómo reconocer lo verdadero de lo falso en las consolaciones del espíritu. Tomando como referencia un pasaje de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, invitó a reflexionar sobre "el principio, el medio y el fin" de nuestros pensamientos para comprender "si todo está orientado al bien".

“¿Qué quiere decir que el principio está orientado hacia el bien?", se preguntó Francisco. Por ejemplo, tengo el pensamiento de orar, y noto que va acompañado del afecto por el Señor y por el prójimo, me invita a realizar gestos de generosidad y de caridad: ése es un principio bueno. Por otra parte, puede suceder que ese pensamiento surja para evitar un trabajo o una tarea que me han encomendado: cada vez que tengo que lavar los platos o limpiar la casa ¡tengo muchísimas ganas de ponerme a rezar!... Pero la oración no es una evasión de los deberes, al contrario, es una ayuda para hacer ese bien que estamos llamados a realizar, aquí y ahora".

Luego está el medio, es decir, el uso que se hace de un determinado pensamiento, "Si empiezo a rezar y, como hace el fariseo de la parábola (cf. Lc 18, 9-14) tiendo a complacerme de mí mismo y a despreciar a los demás, quizás con ánimo resentido y ácido, entonces esa es una señal -explicó el Papa- de que el espíritu maligno ha usado ese pensamiento como llave de acceso para entrar en mi corazón y transmitirme sus sentimientos".

En cuanto al fin, ¿adónde me lleva un pensamiento? “Puede suceder que trabaje duro por una obra hermosa y digna -prosiguió el pontífice- pero esto me empuja a no rezar más, porque estoy ocupado con muchas cosas, estoy cada vez más agresivo y rabioso y creo que todo depende sobre mí, hasta el punto de perder la confianza en Dios. Evidentemente aquí está la acción del espíritu maligno”.

Las falsas consolaciones -continuó Francisco- son el estilo del diablo: “Presentarse de manera astuta, disfrazada: él parte de lo que más queremos y después nos atrae hacia sí, poco a poco: el mal entra a escondidas, sin que la persona se dé cuenta. Y con el tiempo la suavidad se convierte en dureza y ese pensamiento se revela tal como es realmente".

“Por eso -explicó- es tan importante el examen de conciencia diario: antes de terminar la jornada, detenerse un poco. ¿Qué ha pasado? No en los periódicos ni en la vida: ¿qué ha pasado en mi corazón? Es el valioso esfuerzo de releer lo que se ha vivido desde un punto de vista particular. Ser consciente de lo que está pasando es importante, es una señal de que la gracia de Dios está obrando en nosotros, ayudándonos a crecer en libertad y conciencia. Porque el discernimiento -concluyó- "no se centra simplemente en el bien o en el máximo bien posible, sino en lo que es bueno para mí aquí y ahora: sobre esto estoy llamado a crecer, poniendo límites a otras propuestas, atractivas pero irreales, para no ser engañado en la búsqueda del verdadero bien”.

Después de la catequesis el Papa saludó a los peregrinos de lengua italiana y los invitó a vivir el Adviento que acaba de comenzar “con la oración, la penitencia y las obras de caridad. Prepárense para celebrar el nacimiento de Jesús -recomendó- escuchando con asiduidad la Palabra de Dios y respondiendo con generosidad a su gracia”.

También recordó que hoy se celebra la fiesta de san Andrés, patrono de la Iglesia de Constantinopla, el pontífice expresó "un afecto especial por mi querido hermano el patriarca Bartolomé y su Iglesia". “Que la intercesión de los santos hermanos apóstoles Pedro y Andrés -añadió- conceda pronto a la Iglesia gozar plenamente de su unidad y la paz en el mundo entero, y especialmente en este momento a la querida y martirizada Ucrania, que está siempre en nuestro corazón y en nuestras oraciones”.

Con motivo de la fiesta de san Andrés, se hizo presente en Constantinopla, como todos los años, una delegación vaticana encabezada por el card. Leonardo Sandri, prefecto emérito de la Congregación para las Iglesias Orientales. En un mensaje entregado por esta delegación al patriarca Bartolomé, el Papa Francisco dice: "Podemos estar agradecidos a Dios porque nuestras Iglesias no se resignan a la experiencia de divisiones pasadas y presentes, sino que, por el contrario, a través de la oración y la caridad fraterna, intentan alcanzar la plena comunión que nos permita reunirnos un día en la misma mesa eucarística".

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
Papa: El hombre nos es dueño del tiempo, que pertenece a Dios
26/11/2013
Papa: el examen de conciencia nos enseña las ‘contraseñas’ de la vida espiritual
05/10/2022 14:43
Bartolomé: un rol fundamental de las religiones per crear comunión entre los pueblos
05/12/2016 17:00
Papa: Estoy cerca del sufrimiento de las madres de los detenidos
07/09/2022 14:45
Releer la propia vida para descubrir los pequeños milagros de Dios
19/10/2022 14:22


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”