03/02/2021, 13.16
VATICANO
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Papa: mañana se llevará a cabo el encuentro con Al-Tayyeb y Guterres por el Día de la Fraternidad humana

En la audiencia general, Francisco se refirió a la celebración de mañana. Explicando la oración en la liturgia, dijo que "en la liturgia existe" esa mediación objetiva que requiere el hecho de que Jesucristo no es una idea o un sentimiento, sino una Persona viva, y su Misterio es un hecho histórico". “Un cristianismo sin liturgia me atrevería a decir que es un cristianismo sin Cristo”.

 

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Que el diálogo entre "todos los grupos religiosos" sea hoy "nuestra oración y que sea nuestro compromiso todos los días del año". El Papa Francisco recordó hoy, al terminar la audiencia general, que mañana se celebra el primer Día Internacional de la Fraternidad Humana, “tal como lo ha establecido una reciente resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas. Esta iniciativa también tiene en cuenta el encuentro del 4 de febrero de 2019 en Abu Dhabi, cuando el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb, y yo firmamos el Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia común. Me complace mucho - siguió diciendo - que las naciones del mundo entero se unan a esta celebración, destinada a promover el diálogo interreligioso e intercultural. Por eso mañana por la tarde participaré en un encuentro virtual con el Gran Imán de Al-Azhar, con el Secretario General de Naciones Unidas, Sr. António Guterres, y con otras personalidades. La mencionada Resolución de la ONU reconoce «la contribución que el diálogo entre todos los grupos religiosos puede hacer para mejorar la conciencia y la comprensión de los valores comunes compartidos por toda la humanidad»".

Previamente, en el discurso para la audiencia general - que todavía se realiza en la biblioteca privada - continuando el ciclo de catequesis sobre la oración, abordó el tema "Orar en la liturgia".

“Muchas veces en la historia de la Iglesia - observó Francisco - existió la tentación de practicar un cristianismo intimista, que no reconoce la importancia espiritual de los ritos litúrgicos públicos. A menudo esta tendencia reivindicaba la presunta mayor pureza de una religiosidad que no dependiera de ceremonias exteriores, que se consideraban una carga inútil o dañina”.

"De hecho, en la Iglesia se pueden encontrar ciertas formas de espiritualidad que no han sabido integrar adecuadamente el momento litúrgico" y "muchos fieles" han recurrido a "otras fuentes, de tipo devocional". Sin embargo, en la liturgia existe “esa mediación objetiva que requiere el hecho de que Jesucristo no es una idea o un sentimiento, sino una Persona viva, y su Misterio es un hecho histórico”. “La oración de los cristianos -continuó- pasa a través de mediaciones concretas: la Sagrada Escritura, los Sacramentos, los ritos litúrgicos. En la vida cristiana no se prescinde de la esfera corpórea y material, porque en Jesucristo ésta se ha convertido en camino de salvación”. “El cuerpo - añadió - entra en la oración”. Y "no hay espiritualidad cristiana que no tenga sus raíces en la celebración de los santos misterios".

“La liturgia, en sí misma, no es sólo oración espontánea, sino algo cada vez más originario: es un acto que da fundamento a toda la experiencia cristiana y, por tanto, también a la oración. Es un evento, un acontecimiento, es presencia, es encuentro. Cristo se hace presente en el Espíritu Santo a través de los signos sacramentales: de aquí deriva para los cristianos la necesidad de participar en los misterios divinos. Un cristianismo sin liturgia, me animaría a decir que es un cristianismo sin Cristo. Incluso en los ritos más despojados, como el que han celebrado y celebran los cristianos cuando están en la cárcel u ocultos en una casa en tiempos de persecución, Cristo se hace verdaderamente presente y se entrega a sus fieles. La liturgia, precisamente por su dimensión objetiva, requiere que se celebre con fervor, para que la gracia derramada en el rito no se disperse sino que llegue a la vida de cada persona”.

“Muchas oraciones cristianas - explicó más adelante - no proceden de la liturgia, pero todas, si son cristianas, presuponen la liturgia, es decir, la mediación sacramental de Jesucristo. Cada vez que celebramos un Bautismo, o consagramos el pan y el vino en la Eucaristía, o ungimos el cuerpo de un enfermo con los santos Óleos, ¡Cristo está aquí! Está presente de la misma manera que cuando curó los miembros débiles de un enfermo o entregó su testamento para la salvación del mundo en la Última Cena. La oración cristiana hace suya la presencia sacramental de Jesús. Algo que es exterior a nosotros pasa a formar parte de nosotros. La liturgia lo expresa incluso con el gesto tan natural de comer. La Misa no se puede 'escuchar' solamente, como si fuéramos solo espectadores de algo que ocurre sin involucrarnos. La Misa siempre se celebra, y no solo por el sacerdote que la preside, sino por todos los cristianos que la viven. ¡Y el centro es Cristo! Todos nosotros, en la diversidad de dones y ministerios, todos nos unimos a su acción, porque Él es el protagonista de la liturgia”.

 

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