Rajshahi: deudas y apuestas en línea en la masacre de una familia

de Sumon Corraya

La tragedia de la pobreza y de la adicción al juego empujaron a un padre de familia a tomar la decisión de quitarse la vida después de matar a su esposa y a sus dos hijos. En una nota, Minarul Islam habla de "deudas y hambre". La tragedia es similar a otras varias que han ocurrido en las últimas semanas. Los investigadores han abierto una investigación para identificar a la organización que le prestó dinero.

Rajshahi (AsiaNews) - “Ya no puedo soportar este sufrimiento. Es mejor morir que vivir. Nadie debería ser humillado por mi culpa”. Estas fueron las últimas palabras de Minarul Islam, de 35 años, un agricultor de la aldea de Bamanshikar, cerca de la ciudad de Rajshahi, con vistas al Ganges, cuyo cuerpo se encontró ahorcado en su casa el pasado 15 de agosto. Junto a él yacían los cadáveres de su esposa Monira Khatun, de 30 años, su hijo Mahim, de 14, y su hija Mithila, de cuatro. Mahim era alumno de octavo año en la Khadkhari High School, lleno de sueños que ahora nunca se harán realidad. La tragedia ha impresionado a toda la aldea. Los vecinos, atónitos y apenados, se reunieron en silencio, incapaces de comprender la desaparición de toda una familia por culpa de la desesperación. El dolor no era sólo personal, sino colectivo, una herida que atravesó el corazón de una sociedad que no supo escuchar.

En una carta de dos páginas escritas a mano que se encontró cerca de los cuerpos, Minarul explica el insoportable peso que llevaba en su corazón. “Hemos muerto a causa de las deudas y el hambre”, dice el hombre. “No quería que mis hijos sufrieran más. No quería que mi padre tuviera que mendigar por nosotros. Los maté con mis propias manos, así no tendrán que vivir en el dolor”.

Sus palabras hablan de un hombre agobiado por la pobreza y la humillación. Había visto erosionada su dignidad, había visto que su familia sufría y sus esperanzas se desvanecían. Con su última decisión trató de proteger a sus seres queridos de un futuro que pensaba que solo les depararía dolor. Esta no es solo una tragedia personal, es un espejo que refleja nuestra sociedad. ¿Cuántos otros Minarul viven entre nosotros, luchando silenciosamente contra el hambre, las deudas y la vergüenza? ¿Cuántos gritos que nadie escucha? Este no es un incidente aislado. Solo tres días antes una madre y una hija se quitaron la vida en Comilla, en la división de Chittagong. En junio, una pareja en Natore y un joven en Cox’s Bazar murieron agobiados por las deudas que no podían saldar. El año pasado, una madre mató a sus dos hijos en Munshiganj antes de suicidarse, porque le resultaba imposible pagar las deudas.

No se trata solo de estadísticas. Son historias de vidas destrozadas, de personas aplastadas por el peso de la pobreza y la humillación. Cada caso es una advertencia. El hambre, las deudas y el estrés mental no se pueden medir como aspectos aislados, porque destruyen lentamente la vida de las personas en todos los niveles de la sociedad. Cuando recibieron la noticia, la policía de la estación de Motihar y los investigadores recuperaron los cuerpos y los enviaron al Rajshahi Medical College para la autopsia. Los investigadores creen que Minarul estranguló a su esposa y a sus hijos antes de quitarse la vida. La nota fue hallada en la habitación donde estaba colgado su cuerpo. Los familiares confirmaron que había sido escrita por él.

La hermana de Minarul, Nazma, declaró: “Mi hermano murió porque no podía pagar la cuota del préstamo a la ONG”, aunque no supo dar el nombre de la organización implicada en la tragedia familiar. Su padre, Rustam Ali, rompió a llorar. “Vendí unas tierras para pagar su préstamo. No sabía que estaba endeudado de nuevo. Lo habría ayudado. No puedo aceptar que se haya ido de esta manera”. El presidente de la Unión Parishad local, Syed Ali Morshed, añadió: “Minarul solía jugar a las cartas. Se había endeudado y no podía pagar las deudas. Era agricultor, pero no tenía salida”. El comisario de la policía de la ciudad de Rajshahi, Mohammad Abu Sufian, acudió al lugar del crimen. “Parece que la esposa y la hija fueron estranguladas. También el hijo. Minarul se suicidó después. Lo confirmaremos - continúa el oficial - después de las investigaciones y la autopsia”. “La nota menciona problemas financieros. Investigaremos por qué eligió ese camino”.

Munshi Israil Hossain, profesor del Departamento de Sociología de la Universidad de Rajshahi, calificó lo ocurrido como un doloroso reflejo de la decadencia de los valores sociales. “El juego en pequeña escala siempre ha existido en las aldeas, pero ahora el juego en línea se está difundiendo entre los jóvenes. Si la pobreza y las deudas son las razones, las instituciones de crédito se deben considerar responsables. ¿Habían verificado la capacidad de reembolso de los prestatarios? ¿Fueron atraídos con falsas promesas?”. Analistas y estudiosos consideran que esta tragedia no es solo la desesperación de un hombre, sino el silencio de una sociedad incapaz de actuar. Se trata de sistemas que atrapan a los pobres en círculos viciosos de deudas. Se trata de la vergüenza que obliga a las personas a sufrir en silencio, hasta que ya no pueden soportarlo. “Que esta no sea otra historia olvidada” advierten. Que las últimas palabras de Minarul despierten las conciencias. El hambre hiere el cuerpo, pero la humillación destruye el alma. Estemos al lado de los que sufren antes de que sea demasiado tarde, porque la vida, por muy destruida que esté, siempre merece ser salvada, solo hace falta alguien que ayude a llevar su carga.