Taskent paga su deuda a los chinos con las tierras de los campesinos
Según los documentos, cientos de campesinos uzbekos han entregado sus propiedades «voluntariamente», pero muchos afirman que esto ocurrió «bajo la presión de los órganos de asuntos internos y de la fiscalía». Más de 3.500 empresas chinas operan actualmente en todo el país.
Taskent (AsiaNews) - El gobierno de Uzbekistán se ha apoderado de las tierras de cientos de campesinos de la región de Andižan, destinándolas a reservas estatales que serán entregadas a empresarios chinos. Según los periódicos, los campesinos uzbekos entregaron las propiedades «voluntariamente», pero muchos afirman que esto ocurrió «bajo la presión de los hombres de asuntos internos y de la fiscalía», y situaciones similares ocurrieron en la región de Kaškadarja.
Más de 3.500 empresas chinas operan actualmente en el territorio de Uzbekistán, dando la impresión de un gran desarrollo industrial producido por sus inversiones, con la creación de numerosos puestos de trabajo y la implantación de nuevas tecnologías. Sin embargo, varios expertos creen que Taskent abre sus puertas de par en par a los empresarios chinos debido a sus grandes deudas con Pekín y a su incapacidad para pagarlas. La expansión china en Uzbekistán parece imparable en este sentido, convirtiendo al país en una «presa económica» del Imperio Celeste.
Hace tiempo que en Uzbekistán se instalan por doquier paneles solares o sistemas de riego por goteo de fabricación china, y ahora parece haber comenzado la campaña de cesión a los chinos de parcelas de regadío y no urbanizadas para sus necesidades agrícolas. Según las investigaciones de Ozodlik, varios miles de hectáreas de tierra han sido arrebatadas por la fuerza a Andižan, y se trata de tierras de regadío para el cultivo de algodón y trigo. Según la ley uzbeka «Sobre la propiedad agrícola», los agricultores reciben tierras del Estado en arrendamiento por un periodo de 40 años, y ni los alcaldes ni los fiscales tienen derecho a confiscarlas, salvo por decisión judicial.
El campesino, como entidad independiente, puede celebrar acuerdos con cualquier cliente, o unirse a cooperativas autónomas para la producción de cultivos agrícolas, pero estos derechos legales parecen quedarse sobre todo en el papel. En las tres provincias de la región de Andižan, donde se han transferido tierras a los chinos, la policía ha obligado a los agricultores a entregarlas bajo las órdenes directas de los khokimy, los alcaldes locales. Uno de los campesinos de la provincia de Ulugnar cuenta que «los inspectores preventivos vinieron a mi casa y me llevaron por la fuerza ante el khokim, que me ordenó firmar el acta de renuncia y entregar las tierras, y cuando me negué, me gritó que era una orden del presidente, y que si no aceptaba, acabaría en la cárcel». A algunos campesinos les han confiscado todas sus tierras, a otros sólo una parte, entre 20 y 25 hectáreas.
El año pasado, Ulugnar ya había recibido 2.200 hectáreas de cultivos de algodón que pertenecían a la empresa uzbeka Vodin Sanoat Fakhri, cediéndolas a la empresa privada china Tian Ye Plastik. Este año ya han sido confiscadas y entregadas a los chinos 1.800 hectáreas, un total de 4.00 hectáreas, y los trabajadores de la región están preocupados por el posible deterioro de la economía, así como por las condiciones de aquellos a quienes se ha arrebatado la tierra. Muchos de ellos planean organizar una «oposición a la invasión china», decididos a expulsarlos de su territorio. Al parecer, los chinos pretenden cultivar otros productos, como la pimienta, utilizando diversos productos químicos desconocidos. Algunos temen que «se apoderen de todo el país y acabemos como los uigures en Xinjiang».
En palabras de un antiguo colaborador del Ministerio de Finanzas uzbeko, Saparbaj Žubaev, «Uzbekistán probablemente interesa más a China que Kazajistán», recordando cómo los kazajos se opusieron en el pasado a las demandas chinas de un millón de hectáreas de tierra para cultivar soja. Se pensaba que los chinos harían como con las empresas de Siberia, que talan árboles para llevarse madera a casa y luego dejan la tierra totalmente improductiva. La explotación de la tierra no parece favorecer a los trabajadores locales, y no hay cifras oficiales sobre cuántos chinos trabajan actualmente en Andižan, aunque más de 10.000 chinos están oficialmente registrados en la región.
Uzbekistán debe a China 3.800 millones de dólares, y entre los acreedores más importantes se encuentran también Japón, con 2.000 millones, y Corea del Sur, con casi 1.000 millones. La balanza comercial entre Pekín y Taskent para 2024 asciende a 12.500 millones de dólares, y está claro que China se está apoderando cada vez más de Uzbekistán.
10/08/2021 11:02
06/02/2024 11:31
09/01/2024 09:49
01/12/2023 10:18