Wickremesinghe queda en libertad bajo fianza, pero su caso divide a Colombo

de Melani Manel Perera

El expresidente de Sri Lanka, puesto en libertad por motivos de salud, está acusado de malversación de fondos públicos por un viaje privado al Reino Unido realizado en 2023 con motivo de un homenaje académico a su esposa. Sus partidarios hablan de una amenaza para la democracia, pero también hay voces internacionales que expresan su perplejidad por el trato reservado al hombre que fue llamado para salvar al país de la quiebra. La opinión pública: la ley debe ser igual para todos.

Colombo (AsiaNews) - Tras una larga deliberación, anoche el tribunal de Colombo concedió la libertad bajo fianza por motivos de salud al expresidente de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, detenido el 22 de agosto acusado de malversación de fondos públicos. El caso gira en torno a 16,6 millones de rupias de fondos estatales (unos 47.000 euros, nota del editor) gastados en un viaje privado al extranjero. Pero los partidarios y miembros del partido de Wickremesinghe, que hablan de un ataque político contra él, se manifestaron ayer ante el tribunal y acogieron con júbilo su puesta en libertad.

El expresidente no se presentó en la sala debido a su estado de salud, pero participó en la audiencia conectado por videoconferencia desde el Hospital Nacional de Colombo. Su abogado presentó documentación médica según la cual tres de las cuatro arterias coronarias del expresidente están obstruidas. «Debe ser observado atentamente y tratado por deshidratación aguda para prevenir complicaciones graves», declaró el Dr. Rukshan Bellana. «Padece diabetes grave e hipertensión».

Ranil Wickremesinghe, economista de 76 años, fue seis veces primer ministro de Sri Lanka y luego asumió el cargo de presidente hasta 2024, tras la revuelta popular que en el verano de 2022, en plena crisis económica, llevó a la destitución de Gotabaya Rajapaksa. El fiscal adjunto Dileepa Peiris lo acusa de haber utilizado fondos públicos para un viaje al Reino Unido realizado los días 22 y 23 de septiembre de 2023 con motivo de la concesión de un doctorado honoris causa a su esposa Maithree Wickremesinghe, académica especializada en estudios de género. Inicialmente, el viaje se había indicado como una visita privada en los documentos oficiales, pero posteriormente, según se informó al tribunal, los gastos del expresidente y su séquito (diez personas) se sufragaron con fondos estatales.

Los defensores de Wickremesinghe presentaron una carta de invitación para la ceremonia, supuestamente enviada por la Universidad de Wolverhampton, de la que hasta ahora no se había hecho mención alguna ni en los documentos oficiales ni en las declaraciones recogidas por la policía. Por ello, el tribunal la considera sin validez legal y, aunque ha concedido la libertad bajo fianza, ha fijado para el 29 de octubre una nueva audiencia para abordar el fondo del asunto.

El caso judicial del expresidente, derrotado claramente en las urnas hace un año por el actual jefe de Estado, Anura Kumara Dissanayake, está caldeando los ánimos en el país. Ayer, un agente de policía fue agredido y herido por los partidarios de Wickremesinghe reunidos frente al tribunal de Colombo Fort. Erik Solheim, el diplomático noruego que desempeñó un papel crucial a principios de la década de 2000 en las negociaciones de paz entre el Gobierno de Colombo y los Tigres Tamiles, también expresó su perplejidad por la detención. En una publicación en su cuenta oficial en «X», pidió la liberación inmediata: «Todos estamos preocupados por su salud durante su detención», escribió. «Ranil fue el líder que se adelantó para salvar a Sri Lanka cuando el país tocó fondo en 2022». Solheim calificó de infundadas las acusaciones contra Wickremesinghe: «Incluso si fueran ciertas, no constituirían un delito o una conducta inaceptable en Europa», añadió. «Apoyo plenamente la campaña del Gobierno de Sri Lanka contra la corrupción —concluyó—, pero, por favor, concéntrense en los problemas reales».

Según el partido del expresidente, los presidentes de tres grandes países y grupos internacionales de derechos humanos también habrían solicitado más detalles sobre la detención. Por su parte, Wickremesinghe hizo un llamamiento a la oposición para que «permanezca unida en defensa de la democracia».

Sin embargo, no toda la opinión pública está de acuerdo con él: quienes no han apreciado su dura política de austeridad piden que se examine a fondo el caso, ya que consideran que se trata de un abuso de los bienes del Estado. «Ha sido puesto en libertad por motivos de salud —subrayan—, pero los delitos que ha cometido son graves y la ley también debe aplicarse en su caso».