El Asia que observa la chimenea de la Sixtina en la Plaza de San Pedro
Gran cantidad de filipinos en la multitud que espera la fumata para anunciar el fin del cónclave. "Muchas esperanzas en Tagle. Pero dejemos trabajar al Espíritu Santo". "Un papa asiático sería una gran esperanza para nuestro continente". Las religiosas indias rezan por la paz con Pakistán, "como hacía aquí el Papa Francisco".
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Cuando monseñor Diego Ravelli pronunció ayer el "extra omnes" y las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron al mundo, el sol alto de la tarde calentaba las calles como en los mejores días de primavera. Las personas que observaban las pantallas gigantes en la Plaza de San Pedro comenzaron a aplaudir. En el centro de prensa de Via dell'Ospedale 1, colmado por decenas de periodistas, un operador también aplaudió nerviosamente mientras todos contenían la respiración. Había un aire de celebración y alegría en el pueblo que estaba "afuera"; el desaliento que reinaba en Via della Conciliazione por la pérdida del Papa Francisco ha dado paso a la esperanza. "No antes de las 19" habían dicho. Alrededor de esa hora, 45.000 personas acudieron a la Plaza de San Pedro y a los espacios adyacentes para presenciar la primera fumata de este Cónclave, previsiblemente negra, pero en cualquier caso histórica.
Había personas de todo el mundo disfrutando de ese sol cálido e inesperado tras las lluvias ocasionales. Y muchas provenientes de Asia. Tras la segunda fumata negra de esta mañana a las 11:51, la sede sigue vacante, y la gente - en los alrededores del Vaticano y en todos los rincones de la Tierra - espera un nuevo guía que señale las coordenadas para no perder el rumbo en este tiempo "difícil, complejo y atormentado", como decía ayer por la mañana el cardenal Re en la Basílica Vaticana. Y mientras los ojos estaban dirigidos en una única dirección, el sol se ponía justo detrás de la chimenea más famosa del mundo. Una luz resplandeciente, como diciendo: "No tengan miedo".
En la Plaza Pío XII, en los alrededores del cuartel permanente de la prensa que ha venido de todos los continentes (6.000 periodistas acreditados de 90 países), hay muchas personas de la comunidad filipina provenientes de los cuatro puntos cardinales que se han acercado para vivir esta expectativa universal. AsiaNews habló con algunas de ellas, como Melba Lawrie, de 60 años, y Agnes y Joe Batucan, de 55 y 57 años, enfermeros filipinos emigrados a Escocia en 2003, que se apretaban emocionados contra las vallas que delimitan la Plaza de San Pedro. "Tenemos suerte porque estamos en Roma en una peregrinación, y podremos ser testigos de quién será el nuevo Papa", nos dijo Melba Lawrie. Miembro del movimiento Couples for Christ (CFC), desde el primer momento dió a entender su preferencia. "Conocimos en Inglaterra, en Sunderland, al cardenal Tagle - explica -. Es filipino, y para nosotros es como si fuera un hermano. Pero todo depende del Señor. Y sin duda ser Papa es una gran responsabilidad". "El Papa Francisco trabajó mucho por las personas vulnerables", continuó Agnes Batucam. "El cardenal Tagle está en esa misma línea. Como Jesús, siempre ha amado a los pobres, a los sin techo, a los marginados. Pero todo está en manos del Espíritu Santo". "Un Papa asiático sería fantástico - dijo Joe -. Aunque ahora, más que preferir es el momento de discernir cuál es el mejor Papa para este mundo, para manejar los grandes temas".
Otros filipinos miraban a su alrededor con curiosidad, en medio de la multitud que con el paso de las horas se hacía cada vez más densa en la plaza delante de San Pedro. David Mortera, de 72 años, que emigró hace mucho tiempo a Estados Unidos y vive con su familia en Carolina del Sur, también habló con AsiaNews y fue directo al grano. "Sentimos una gran alegría porque uno de nuestros cardenales se encuentra entre los principales candidatos, por eso estamos aquí, para apoyarlo - afirmó -. Esperamos que sea elegido, sería una gran esperanza para Asia". No han conocido personalmente a Tagle, quien fue ordenado sacerdote cuando ellos ya no estaban en el país. "Pero leemos sobre las cosas buenas que ha hecho en Filipinas - nos dijo -. Como Francisco, apoya las innovaciones en la Iglesia, y por eso le había concedido plena confianza".
Más cauteloso se mostró Vincent Cabutad, de 24 años, seminarista filipino que desde agosto de 2024 estudia en Roma Pastoral y Teología. "Claro que conozco el potencial de nuestros cardenales, sobre todo de Tagle, para ser Papa. Pero como persona de fe puedo decir que dejemos que obre el Espíritu Santo - nos dijo -. Ser papa no es fácil. Yo espero que quienquiera que sea tenga presente los problemas de nuestro tiempo: que preste atención a las personas LGTBQ+, que esté comprometido con la paz. En pocas palabras, espero un Papa progresista".
Poco antes de las 19, una capa de nubes ocultó el sol, ya casi escondido tras los palacios vaticanos, concediendo un descanso a los ojos. Un alivio temporal para aquellos que pensaban que tanta luz no permitiría distinguir con claridad el color del humo. La Via della Conciliazione comenzaba a llenarse, desde San Pedro hasta la reciente Plaza Pía. La gente tuvo que esperar cerca de dos horas, hasta que llegó la fumata negra a las 21:01. Yuto Higuchi, un japonés de 22 años, de la prefectura de Chiba, que está haciendo un viaje de dos meses por Europa y se encuentra de paso en Roma, es uno de los muchos curiosos que decidió estar allí personalmente. "No soy católico, pero quería ver la fumata. Estoy muy sorprendido por la cantidad de gente. En Japón los cristianos son pocos, no estamos muy familiarizados con estas cosas". Shinichiro Kondo, de 28 años, otro japonés que estudia Medicina en la universidad La Sapienza de Roma, dijo a AsiaNews que había venido a la plaza para asistir a un "acontecimiento irrepetible". "Volveré mañana - dijo después de la primera fumata-. Me gusta mucho el filipino; no creo que los cardenales japoneses tengan muchas posibilidades".
Después de la fumata, mientras la gente se marchaba rápidamente - cansados después de la larga espera muchos habían empezado a sentarse en la calle -, también habló con nosotros la hermana Vinaya, de 40 años, perteneciente a las Hermanas de la Imitación de Cristo, de Kerala, en la India. "Estamos esperando desde las 18 - dijo a AsiaNews, señalando al pequeño grupo de religiosas que la acompañaban -. Después de tanto tiempo esperábamos un resultado diferente. Estamos muy emocionadas. Esperamos que el próximo Papa sea sencillo". En cuanto a las tensiones entre la India y Pakistán de los últimos días añadió: "Estamos muy tristes. El papa Francisco rezaba mucho por la paz; ahora lo hacemos nosotros, siguiendo sus pasos". A estas alturas el sol ya se había puesto por completo, anunciando una nueva espera, con otras historias, otras esperanzas. Otro religioso, el padre José Ngo, vietnamita de 43 años, estudiante de Teología Moral en la Universidad Lateranense, nos contó: "Soy redentorista y en este Cónclave hay dos cardenales de mi instituto". El estadounidense Joseph William Tobin y el joven ucraniano Bychok. "Espero que uno de los dos sea Papa. Yo creo que hace falta un pastor que no sea demasiado progresista, que mantenga la tradición - siguió diciendo -. En Vietnam los católicos son el 7%, pero deseamos mucho una visita apostólica".
05/06/2022 11:36