El Patriarca caldeo: León XIV y las Iglesias de Oriente entre migración, diálogo y sinodalidad
En AsiaNews Card. Sako relata los días de Cónclave vividos codo con codo y el primer encuentro «muy importante» tras su elección como pontífice. La «complicada situación» de los cristianos en Oriente Medio que sufren una «falta de estabilidad» aunque «la seguridad ha mejorado». Las primeras palabras del cardenal al Papa Prevost: «Contamos con usted».
Roma (AsiaNews) - Las Iglesias de Oriente Medio «viven una situación muy complicada» determinada en primer lugar por la «falta de estabilidad», mientras que «la seguridad ha mejorado», pero el panorama sigue siendo «difícil y sembrado de desafíos. Por eso es importante el apoyo» del Papa León XIV, decidido a “evitar la desaparición de los cristianos de la región”. Esto es lo que afirma el Card. Louis Raphael Sako, Patriarca de Bagdad de los Caldeos, con quien nos reunimos en Roma al término del Cónclave y, posteriormente, de la primera audiencia jubilar del nuevo pontífice se dirigió precisamente a los fieles de las Iglesias orientales. «El encuentro entre el Papa y las Iglesias orientales -subrayó el cardenal- fue un momento significativo y especial, porque no siempre estamos aquí [en Roma], mientras que en esta ocasión estuvimos presentes para el Jubileo y la investidura».
Migración, sinodalidad y diálogo interreligioso son los grandes temas que caracterizan a las Iglesias de Oriente Medio en una fase histórica marcada por una profunda violencia en el pasado reciente (del Isis a las guerras en Siria y Tierra Santa) y por cambios igualmente rápidos y significativos. Sigue siendo prioritaria la tarea de mantener la presencia cristiana en la región, donde sólo en Irak la comunidad local se ha desplomado en 20 años de alrededor de 1,5 millones de fieles a menos de 300 mil, convertidos en «misioneros» en su propia tierra. Luego está la experiencia del sínodo general que une al patriarca con sus obispos y que puede ser un modelo que se adapte bien al trabajo que debe realizar el Papa con sus cardenales. Entre las prioridades está también la relación con otras confesiones, especialmente la musulmana, en una región donde el Islam es practicado por la mayoría de los habitantes, tanto nativos como inmigrantes.
Al repasar los días previos a la elección del sucesor del Papa Francisco, en particular el Cónclave de dos días que concluyó con la cuarta votación en la tarde del 8 de mayo, el Patriarca caldeo recordó: «Estuve a su lado todo el tiempo, le dije cuánto Oriente Medio está viviendo un momento difícil y crítico y cuán grande es la esperanza y la confianza que los fieles depositan en el Pontífice. Le dije 'contamos contigo', en un momento -añade- en el que los cristianos están amenazados». «El diálogo interreligioso es igualmente importante. En este sentido -recuerda el cardenal-, el Papa Francisco ha hecho iniciativas que han cambiado las relaciones y el mismo mundo musulmán». De modo que el diálogo, advierte, no es tanto o sólo «teológico, sino un diálogo de vida, de amistad, que es un aspecto muy importante para el Islam». Testigo de ello son «los viajes a naciones de mayoría musulmana: a Abu Dhabi para la firma del documento sobre la fraternidad, Bahrein, Jordania, el Magreb y el propio Irak, donde el Card. Sako asistió al encuentro en Nayaf con el ayatolá Ali al-Sistani.
Entre los temas abordados por León XIV en sus primeros discursos figura el de la diáspora, que el Patriarca caldeo califica de «muy importante», especialmente para la Iglesia iraquí, que debe responder al desafío planteado por las migraciones. «El Papa -continúa- ha dicho que la Iglesia católica necesita a las Iglesias orientales. Yo también digo que nosotros, como Iglesias orientales, necesitamos aún más a la Iglesia católica. Porque nuestra situación política, subraya, es muy complicada». Entre los primeros aspectos captados en estos días por el Primado caldeo está el hecho que el Pontífice «prepara sus discursos, no habla de forma directa y espontánea, y esto se vio desde el primer discurso» desde la logia central de la Basílica de San Pedro poco después de su elección.
El pontificado está en sus inicios y «se necesita tiempo» para definir una agenda y esbozar las prioridades, entre las que, según el Card. Sako está la tarea de «reorganizar la curia, que es muy importante. Identificar -continuó- colaboradores expertos, auténticos y fieles». Entre las peticiones planteadas por el cardenal en estos primeros encuentros figuran las de «reunirse, de vez en cuando, entre patriarcas católicos para profundizar en nuestra situación, para discutir cara a cara las dificultades», intentando «salir de la burocracia. Necesitamos soluciones a corto plazo», advirtió, “porque el tiempo no es uno de los factores que juegan a nuestro favor”.
De estas semanas en Roma, el cardenal se lleva a Irak, y a los cristianos del país y de la diáspora, «el saludo al Papa Francisco, los días del Cónclave, la elección del nuevo pontífice que los fieles caldeos pudieron seguir en la web del patriarcado. Y de nuevo, el tiempo pasado al lado del futuro pontífice, la misa que celebramos con los siro-malabares, los maronitas, los bizantinos, que tuvo un eco muy fuerte». A estos pasajes siguió «el encuentro con los Patriarcas orientales con ocasión del Jubileo», durante el cual pronunció un «discurso muy importante» en presencia de «más de 350 caldeos venidos en peregrinación de Irak, Estados Unidos, Canadá y todos estaban muy contentos». «Una ocasión», concluyó el cardenal, «para mostrar el rostro de la Iglesia universal y su unidad, que fue también fuente de aliento y esperanza a pesar de las dificultades».
17/12/2016 13:14