18/05/2023, 11.54
RUSIA
Enviar a un amigo

Madres rusas por la paz

de Vladimir Rozanskij

La historia de una profesora de yoga de Petrozavodsz que fue multado por colocar carteles contra la guerra en la calle: "Somos muchas las que nos expresamos, aunque tratan de ocultarnos. Temo por el futuro de mis hijos, que no tendrán futuro y a quienes también les han robado el presente”.

 

Moscú (AsiaNews) - En Petrozavodsk, en el norte de la Rusia europea, la madre de cinco hijos Ekaterina Kukharskaja debió pagar una multa de 15.000 rublos (200 euros) porque fue declarada culpable de la habitual acusación de "desacreditar a las Fuerzas Armadas", para la cual ya solo es suficiente levantar una ceja en el momento equivocado. Ella colocaba carteles en las calles que decían "No maten a las personas" y "No a la guerra".

En una entrevista con Sever.Realii, Ekaterina explica que "en realidad somos muchos los que nos pronunciamos en contra de la guerra, aunque intenten ocultarnos". Esta valiente madre de 47 años, profesora de yoga, tiene parientes en Ucrania, y las "protestas silenciosas" han sido para ella "casi el último símbolo de esperanza" desde el principio, empezando por las publicaciones en las redes sociales. La mayor de sus 5 hijos vive en otra ciudad, mientras que los demás siguen con ella, quien los mantiene y educa sola.

Cuando las autoridades comenzaron a castigar también los mensajes en internet, Ekaterina cerró las cuentas al público como todos, dejando solo un avatar en el lugar de su foto, una nube que parece una paloma blanca en vuelo. Poco después de que comenzó la invasión llamó a un amigo de confianza, quien le dijo que no se preocupara, porque los de "arriba" saben lo que hacen y todo terminaría a más tardar en dos meses. Entonces empezó a colgar pasacalles verdes con esos mensajes, "porque el verde es el color de la esperanza".

Salía de casa por la noche, con ropa oscura y encapuchada, y colocaba los carteles incluso cuando iba a trabajar o llevaba a sus hijos a la escuela; también los entregaba a los niños "que entienden bien a lo que se refieren", aunque no tengan nada escrito. Al final las cámaras de vigilancia la reconocieron a pesar de que cambiaba de ropa, porque el perro que sacaba a pasear era siempre el mismo. El 15 de mayo a las 10 de la noche, cuando estaba colocando un pasacalles que decía “No matar”, en pocos minutos se vio rodeada por autos con sirenas y luces intermitentes.

Después de que fue interrogada por la policía, Ekaterina debió firmar un acta con su confesión: “Pego carteles porque estoy radicalmente en contra de cualquier guerra; como profesora de yoga sigo la filosofía de la no violencia y no era mi intención desacreditar a nadie”. La retuvieron durante un par de horas, hasta que "el equipo de investigación terminó su trabajo". Al final, un funcionario volvió a interrogarla. Habían revisado todas sus cuentas en las redes sociales y su teléfono celular, y ella comprendió que era un miembro del FSB que estaba tratando de obtener información sobre otros "pacifistas". "¿Alguien te dio estos carteles y te ofreció dinero?”. Sus clases de yoga también han sido puestas bajo observación, para controlar que no difunda "conceptos denigrantes" durante los ejercicios de respiración.

Kukharskaja no se asustó ante la presión de los investigadores, “el terror viene cuando matan a la gente, en todo caso temo por mis hijos, que no tendrán futuro y también les han quitado el presente”. Los hijos la apoyan, aunque los mayores tratan de advertirle contra el excesivo activismo, y muchos amigos y conocidos están de su lado, aunque otros muchos tratan de hacerle cambiar de opinión.

Algunos le han sugerido que se traslade a un lugar más tranquilo, a alguna aldea de Karelia, de la que Petrozavodsk es la capital, donde la propaganda estatal está menos arraigada. Uno de sus contactos en Ucrania es una prima, “con la que nos escribimos todos los días”, y ella le cuenta sus gestos de protesta, para que hasta en los lugares más devastados “sepan que en Rusia alguien está en contra de esta invasión”.

Ekaterina concluye que “muchas veces se dice que estos pasacalles y carteles no sirven de nada, salvo para complicar la vida, pero yo creo que son absolutamente necesarios: ¿saben cuánto bien le hace a mi corazón cuando me dicen que han puesto otro al lado del mio?".

 

TAGs
Enviar a un amigo
Vista para imprimir
CLOSE X
Ver también
La Iglesia rusa celebra la familia
09/07/2021 11:07
Servicios sociales, la misericordia en la Iglesia ortodoxa rusa
18/05/2021 13:28
Corte suprema de Moscú: Los Testigos de Jehová están fuera de la ley
21/04/2017 12:09
En la Rusia de Putin se habla también de prepararse para la guerra
26/05/2018 16:06
Las fiestas pascuales de Moscú, entre campanas, dulces y quesos
20/04/2017 12:29


Newsletter

Suscríbase a la newsletter de Asia News o cambie sus preferencias

Regístrese
“L’Asia: ecco il nostro comune compito per il terzo millennio!” - Giovanni Paolo II, da “Alzatevi, andiamo”