Un sacerdote birmano y un laico filipino entre los 17 misioneros ’mártires’ de 2025

El informe de la Agencia Fides registra que en Asia fueron asesinados dos católicos comprometidos en la pastoral: el sacerdote Donald Martin Ye Naing Win, de la arquidiócesis de Mandalay, y el laico Mark Christian Malaca, profesor en Laur. El dato interrumpe la ausencia de víctimas asiáticas que se registró en 2024 y es parte de una cifra creciente en todo el mundo.

Roma (AsiaNews) - El informe anual de la Agencia Fides - órgano de las Obras Misionales Pontificias - no registraba misioneros asesinados en Asia en 2024, a pesar de las amenazas incesantes a los agentes de pastoral en diversos países. El nuevo informe que se conoció hoy muestra que un sacerdote y un laico perdieron la vida de manera violenta en 2025 por el hecho de ser cristianos católicos “involucrados en la obra apostólica”. Ellos son Donald Martin, de 44 años, de Mandalay, Myanmar, y Mark Christian Malaca, de 39 años, de Laur, Filipinas. Al igual que respecto de las 17 víctimas registradas en todo el mundo - en 2024 fueron 13 - la Agencia prefiere hablar de misioneros en vez de mártires. Será la Iglesia la que reconozca su eventual martirio.

El informe, que se publica habitualmente a fin de año, está introducido por las palabras del Papa León XIV el pasado 14 de septiembre, con ocasión de la Conmemoración de los Mártires y Testigos de la fe del Siglo XXI. Ellos son testigos de una esperanza - que se ha celebrado de manera especial en el Jubileo que se acerca a su fin - “colmada de inmortalidad”, pero también “desarmada”. “Nadie podrá silenciar su voz ni borrar el amor que han entregado”, dijo el pontífice. En África es donde se cuenta el mayor número de misioneros y misioneras asesinados, 10 (6 sacerdotes, 2 seminaristas, 2 catequistas). En América son 4 (2 sacerdotes, 2 religiosas), y en Europa 1 (sacerdote).

Según la Agencia Fides, hay 626 “testigos y misioneros que han ofrecido gratuitamente su vida a Cristo hasta el final” en 25 años, desde el comienzo del milenio hasta hoy. Y no se trata sólo - como explica en el nuevo informe - de “misioneros ad gentes en sentido estricto”. El objetivo ha sido registrar “todos los cristianos católicos comprometidos de alguna manera en la actividad pastoral, que murieron de manera violenta”. Y, citando la Evangelii Gaudium del Papa Francisco, recuerda: “Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador”. En este sentido, “el término ‘misionero’ puede ser referido a todos los bautizados”.

AsiaNews había recordado a Donald Martin Ye Naing Win, sacerdote católico de la Arquidiócesis de Mandalay al día siguiente de su muerte, el 14 de febrero, en una aldea en la región de Sagaing. Por ese acto atroz - algunos feligreses encontraron su cuerpo sin vida mutilado, dentro del complejo de la parroquia - fueron arrestados diez milicianos. Citando el testimonio de dos mujeres que presenciaron el hecho, la Agencia Fides recuerda que el primer sacerdote asesinado en el conflicto civil que impera en Myanmar dijo delante de sus agresores: “Sólo me arrodillo ante Dios”.

“El 14 de febrero a las 18 algunos feligreses encontraron su cuerpo dentro del complejo de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes, donde era párroco”, dice el informe. La iglesia se encuentra en la aldea de Kan Gyi Taw, distrito de Shwe Bo de la región de Sagaing. “Fue apuñalado con violencia y ensañamiento con numerosos impactos de arma blanca”. Una agresión tan violenta - los asesinos, que formaban parte de un grupo de oposición a la junta militar birmana, se encontraban en estado de alteración bajo el efecto de drogas y alcohol - hace presumir un “ataque selectivo por motivos que todavía se deben investigar”, lo que es difícil de establecer en un contexto de “violencia generalizada”.

“Donald Martin había sido ordenado sacerdote en 2018. Durante la guerra civil siguió desempeñando con celo, fe y obediencia su tarea de pastor de almas, administrando los sacramentos en la parroquia y procurando estar cerca de la comunidad sufriente. Como tantos otros sacerdotes, también colaboraba en la asistencia humanitaria a los desplazados dispersos por el territorio, para acercarles consuelo espiritual y ayuda material”, dice el informe.

El segundo agente pastoral asesinado en Asia en 2025, Mark Christian Malaca, era maestro de la St. Stephen Academy, una escuela católica de Laur, en la diócesis de Cabanatuan, provincia de Nueva Écija, en el centro de la isla de Luzón. “Fue asesinado el 4 de noviembre con disparos de arma de fuego por agresores desconocidos en la aldea de San Juan, donde vivía. Según las primeras investigaciones, los asesinos, que vestían chaquetas negras, cascos y máscaras en el rostro, se acercaron y dispararon varias veces sus armas contra la víctima. Malaca era conocido por su fe y su compromiso con la educación”, recuerda la Agencia Fides en el informe, que dedica breves notas biográficas a cada una de las 17 víctimas registradas en 2025.

Tras su muerte, la comunidad católica de Cabanatuan pidió inmediatamente “justicia y verdad”. El obispo Prudencio Andaya instó a las autoridades a “llevar a cabo una investigación rápida, imparcial y transparente para identificar a los responsables”, que todavía no se conocen. Mons. Andaya recordó a Mark Christian Malaca como un “maestro católico” que “participaba en la noble misión de formar mentes y corazones en la verdad y en la virtud” y afirmó que su muerte es una pérdida para toda la sociedad. La St. Stephen Academy también se unió al recuerdo de Malaca. En un comunicado, afirmó que su testimonio “seguirá siendo una luz y una inspiración en nuestra continua lucha por la verdad y el bien”.