Uttar Pradesh, la guerra de los carteles: bulldozers contra los carteles «I love Muhammad»
La campaña lanzada por los musulmanes durante la fiesta del nacimiento del profeta ha provocado una dura reacción por parte de las autoridades indias: más de 1300 denuncias y 38 detenciones en cuatro estados, además de varios enfrentamientos violentos. El BJP ha respondido con carteles que celebran al ministro principal de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath, y su «política de las excavadoras», símbolo de las demoliciones selectivas contra las minorías.
Lucknow (AsiaNews) - Desde hace semanas, el norte de la India está inmerso en una «guerra de carteles»: a principios de mes, la comunidad musulmana colocó carteles con la inscripción «I love Muhammad» con motivo de la fiesta que celebra el nacimiento del profeta. Pocos días después aparecieron carteles gigantes con mensajes como «I love Yogi Adityanath», el ministro principal de Uttar Pradesh, y «I love bulldozer», vehículo que se ha convertido en símbolo de su política: oficialmente contra las ocupaciones abusivas, pero a menudo utilizado para demoler casas y tiendas en barrios musulmanes.
Los carteles fueron colocados por Amit Tripathi, secretario general de la sección local del Bharatiya Janata Party (BJP), el partido ultranacionalista hindú liderado por el primer ministro Narendra Modi. Para la población musulmana se trata de una provocación directa: «No es solo un cartel, es un mensaje que nos dice que la excavadora está en contra nuestra», comentó Mohammad Salim, un comerciante de Lucknow. Las organizaciones de derechos humanos y las asociaciones de minorías han denunciado a menudo la práctica de las demoliciones selectivas.
El asunto se remonta a Kanpur, donde el 9 de septiembre, durante una procesión por el Barawafat, se exhibieron pancartas con la inscripción «I love Muhammad». Los grupos nacionalistas hindúes protestaron contra los carteles y nueve personas fueron detenidas por la policía. Los agentes informaron de que la acción no estaba dirigida al contenido del mensaje, sino al hecho de que los carteles se habían colocado en una zona normalmente reservada a otras comunidades.
Sin embargo, la retirada de los carteles en Kanpur desencadenó una campaña nacional: en varias ciudades, las comunidades musulmanas exhibieron carteles y pegatinas con la inscripción «I love Muhammad». Las autoridades indias respondieron con una dura represión: hasta el 24 de septiembre se habían presentado 21 denuncias en cuatro estados (First information report, FIR), que afectaban a 1300 personas y habían dado lugar a 38 detenciones.
El 26 de septiembre, en Bareilly, en Uttar Pradesh, estallaron las tensiones: cientos de fieles musulmanes se habían reunido para entregar un memorándum a las autoridades por invitación del líder religioso Tauqeer Raza Khan. La policía intervino con cargas, varios agentes resultaron heridos y algunos vehículos fueron dañados. Ocho personas, incluido Khan, fueron detenidas.
También se registraron enfrentamientos en el estado de Uttarakhand: en Kashipur, una marcha con entre 400 y 500 participantes se tornó violenta tras la intervención de la policía. Una investigación independiente denunció demoliciones punitivas, controles exhaustivos e incluso la detención de menores.
Los grupos hindúes lanzaron campañas con lemas como «I love Mahadev» o «I love Mahakal», en referencia a Shiva. En Varanasi, los carteles «I love bulldozer» aparecieron incluso durante el Ganga Aarti (la fiesta hindú de agradecimiento a la diosa Ganga). En Lucknow, los carteles colocados por el BJP relacionaban explícitamente la excavadora con la imagen de Yogi Adityanath.
El clima se ha caldeado. Adityanath ha prometido que «los alborotadores recordarán la lección durante siete generaciones». Amit Tripathi ha defendido la decisión: «La excavadora representa la acción contra los corruptos y los que violan la ley. No hay nada ofensivo: quien lo interprete como un ataque a los musulmanes distorsiona la verdad». Para los líderes musulmanes, en cambio, el significado es claro. «Si realmente fuera un símbolo de justicia, las demoliciones no se producirían solo en los barrios musulmanes», replicó Maulana Farhan Qasmi, imán de Lucknow.
La nueva oleada de carteles ha reavivado el sentimiento de miedo entre los fieles musulmanes de Uttar Pradesh: «Primero se ataca nuestra fe, luego se derriban nuestras casas y ahora nuestro dolor se convierte en propaganda política», afirmó Abdul Rauf, un anciano de la comunidad.