Al-Suwayda cuenta los muertos de la batalla entre el ejército y los drusos. Preocupación en el Líbano
Los combates cesaron, en gran medida gracias a la intervención del Secretario de Estado estadounidense, Marcos Rubio. El presidente sirio interino "transfirió" a los drusos la responsabilidad de mantener la seguridad. También reiteró su deseo de evitar una "guerra abierta" con Israel. El balance provisorio de los enfrentamientos es de 350 muertos. Joumblatt: "Israel no tiene protegidos, sino sólo instrumentos".
Beirut (AsiaNews) - Tras cuatro días de violentos enfrentamientos entre las tropas regulares sirias, apoyadas por grupos extremistas sunitas, y los combatientes drusos, ha vuelto la calma a al-Suwayda, capital de la provincia homónima. Fuentes locales informaron que tanto el ejército del gobierno como la mayoría de las fuerzas bajo las órdenes del Ministerio del Interior de Damasco se han retirado de la zona. Mientras tanto, la ciudad ha amanecido contando a sus muertos: al menos 350, según una cifra provisoria. El alto el fuego, acordado ayer y en el que la población parece confiar, se mantiene a pesar de todas las incertidumbres. Contactado telefónicamente por AsiaNews, un familiar de una madre armenia que vive en al-Suwayda cuenta que la población estuvo "atrincherada durante días en sus casas, asediada por disparos y explosiones, y ahora está empezando a salir, con cautela, en busca de provisiones".
Mientras tanto, se reportan destrucciones y saqueos. Imágenes en la red muestran la principal calle comercial en el centro de la ciudad, con un negocio en llamas. "También saquearon las joyerías", dice Wissam, voluntario de una organización paramédica, internado en el hospital nacional de al-Suwayda junto con otros 300 heridos".
L'Orient-Le Jour (LOJ) informó que una granada impactó en su casa y le produjo una herida leve en el pie. "Seamos honestos, hay grupos de agresores", denuncia, "que nos han tratado con respeto, pero también hay terroristas y mercenarios que nos atacan por nuestra identidad (drusa)". Fuentes locales informan que zonas enteras de la ciudad y pueblos aledaños fueron vaciadas de sus habitantes durante los combates. La población se dirigió a zonas donde no se producían ataques, como la ciudad de Salkhad, a 35 km de distancia. Ayer comenzó un tímido movimiento de retorno. Los hombres están regresando para inspeccionar los daños antes de traer a sus familias.
Fuerzas de seguridad drusas
La calma no regresó a al-Suwayda por sí sola, sino después de la intervención del ejército israelí para apoyar a los rebeldes drusos. Ayer el presidente sirio Ahmad al-Sharaa anunció que se había transferido la responsabilidad de mantener la seguridad a las "facciones locales y a los jeques" drusos. "Hemos decidido", declaró el líder interino sirio, "que las facciones locales y los sabios jeques asumirán la responsabilidad de mantener la seguridad".
Al-Sharaa se refirió luego a la "necesidad de evitar caer en otra guerra a gran escala" tras cuatro días de violencia. "Teníamos dos opciones: una guerra abierta - añadió - con la entidad israelí, a expensas de nuestro pueblo druso, de su seguridad y de la estabilidad de Siria y de la región en su conjunto, o dar a los ancianos y jeques drusos la oportunidad de entrar en razón y priorizar el interés nacional". En su discurso, el presidente prometió "pedir cuentas" a los responsables de los flagrantes abusos cometidos durante los combates, como algunas ejecuciones sumarias reportadas por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). "El Estado sirio intervino", advirtió, "para poner fin a los enfrentamientos entre grupos armados en al-Suwayda y en las regiones aledañas".
"Salvar la región"
Al-Sharaa acusó luego a Israel de haber "recurrido a ataques a gran escala contra instalaciones civiles y gubernamentales para socavar estos esfuerzos. Esto ha complicado significativamente la situación y ha llevado el asunto a una grave escalada, a pesar de la eficaz intervención de la mediación estadounidense, árabe y turca, que salvaron la región de un destino desconocido". El jefe de gobierno sirio no especificó qué países árabes participaron en la mediación, pero se sabe que ayer el Secretario de Estado estadounidense Marco Rubio anunció "un acuerdo sobre medidas específicas que pondrán fin a esta preocupante y aterradora situación" en Siria. Ayer el ejército israelí también llevó a cabo ataques contra el cuartel general del ejército en Damasco y contra un "objetivo militar" cerca del palacio presidencial. Las autoridades sirias reportaron tres muertos, e informaron que el objetivo de los bombardeos fue "la zona que rodea el aeropuerto militar de Mezzeh", cerca de la capital. La agencia de noticias Sana informó que hubo otros ataques contra al-Suwayda y la autopista Damasco-Deraa.
Beirut: desconfianza y preocupación
Los hechos han agudizado la desconfianza entre la comunidad drusa y el gobierno islamista sirio. "No nos hacemos ilusiones al respecto", afirma Salah Takieddine, secretario general de la Orden de Editores libaneses. Israel quiere evitar que las tropas regulares sirias se establezcan cerca de sus fronteras. "Defender a los drusos", advierte, "es la última de sus preocupaciones".
Hoy a las 11 de la mañana se llevó a cabo una reunión de los diputados de la comunidad drusa en el Ministerio de Defensa libanés, a fin de coordinar los esfuerzos para calmar la situación. La carretera a Damasco, que cientos de drusos cortaron el 15 de julio pasado en respuesta a un llamamiento del ex ministro Wi'am Wahab, atacando los vehículos con matrícula siria, ahora está patrullada por el ejército a lo largo de todas las regiones de mayoría drusa que atraviesa. En algunas aldeas se ha aconsejado a los refugiados y trabajadores sirios que no circulen de noche.
"Apelamos a la conciencia del mundo [...]. Lo que este régimen [de Ahmad al-Sharaa] está haciendo no está amparado por ninguna ley. Rechazamos la violencia, ya sea que provenga de nosotros o que seamos el blanco. Vivimos con dignidad y morimos con dignidad", declaró uno de los ancianos de la comunidad, el jeque Anwar el-Sayegh, durante una gran manifestación en Charoun (distrito de Aley), a la que asistieron todos los partidos drusos. Un comunicado de prensa emitido al final del encuentro señaló "la unidad de destino de la comunidad drusa, tanto en Líbano como en Siria o en Palestina". Un lúcido Walid Joumblatt habría dicho a los drusos sirios que Israel "no tiene protegidos, sino sólo instrumentos".