Aoun: tras la cumbre de Sharm, Beirut está lista para «contactar» con Israel
En el clima abierto por la reunión en territorio egipcio, el jefe de Estado libanés ha anunciado su disposición a mantener conversaciones con el Estado hebreo. Sin embargo, no ha especificado si serán directas o no. Las similitudes entre el desarme de Hezbolá y Hamás en Gaza. Hezbolá y Amal miran hacia las elecciones políticas de mayo de 2026 para mantener el liderazgo en el bando chiíta. Y pretenden bloquear cualquier acuerdo que pueda resultarles desagradable.
Beirut (AsiaNews) - El Líbano vivió la cumbre de paz del pasado 13 de octubre en Sharm el-Sheikh, Egipto, a través del prisma de su propio drama. Una reunión de la que, por otra parte, se sintió excluido al no haber recibido ninguna invitación para participar, a pesar de que, después de Gaza, fue precisamente el Líbano el que pagó el precio más alto del ataque de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023. Y, de esta operación que desencadenó durante más de dos años un conflicto devastador en la Franja con repercusiones en toda la región de Oriente Medio, la cumbre en la ciudad turística egipcia fue el epílogo ambiguo y aún embrionario. «Es un día histórico, pero la historia aún debe escribirse» concluyó con realismo el presidente francés Emmanuel Macron, uno de los líderes mundiales presentes en territorio egipcio.
Con una moderación unida a un pragmatismo que muchos comienzan a apreciar, el presidente libanés Joseph Aoun eligió precisamente el 13 de octubre para sorprender a la clase política libanesa, y en primer lugar a Hezbolá. Ese mismo día, de hecho, el jefe de Estado anunció que el Líbano iniciará negociaciones con Israel «cuya forma se definirá a su debido tiempo», para resolver las cuestiones pendientes entre ambos países. «El Líbano no puede quedarse al margen del proceso de resolución de las crisis en curso en la región», precisó ante un grupo de periodistas, sin descartar la posibilidad de que dichas negociaciones sean directas.
Según una fuente ministerial consultada por AsiaNews de forma anónima, es precisamente este «contacto directo» lo que piden los Estados Unidos. Un enfoque basado en el modelo sirio, con hechos consumados seguidos de acuerdos de seguridad, algo que Israel ya ha logrado al ocupar las colinas en territorio libanés y mantener en ruinas, prohibiendo su reconstrucción, una franja de cinco kilómetros de ancho a lo largo de toda su frontera con el Líbano.
En este contexto, el presidente Aoun cuenta con el apoyo de su homólogo francés, Emmanuel Macron. En una carta dirigida ayer al jefe de Estado libanés, el inquilino del Elíseo escribe que ha acogido con satisfacción las «valientes decisiones» del Líbano destinadas a garantizar que las armas permanezcan exclusivamente en manos de las fuerzas legítimas del Estado. El presidente francés reitera además su compromiso de organizar antes de finales de año dos conferencias internacionales en favor del Líbano, centradas en el apoyo a las fuerzas armadas libanesas y a los esfuerzos de reconstrucción del país.
La «solución» evocada por el presidente Aoun pasa, contradictoriamente, por el restablecimiento de su soberanía sobre el territorio ocupado por Israel. Y, paralelamente, por el desarme total de Hezbolá, sin que los Estados sepan aún cuál de estos acontecimientos debe preceder al otro, ni si esto se producirá de forma pacífica o violenta.
El desarme, condición previa para la reconstrucción
Por su parte, Israel sabe muy bien lo que quiere. El Estado judío insiste en un desarme preventivo total (de Hezbolá), dejando claro a los libaneses que se trata de una condición indispensable para cualquier reconstrucción. Con este objetivo en mente, acaba de atacar Msayleh, al norte del Litani, no lejos de la residencia meridional de Nabih Berry, un gran parque con un centenar de máquinas de construcción. En esta ocasión, ha reiterado que todos los libaneses, conductores de maquinaria u operarios de perforación, tienen prohibido desplazarse al sur sin autorización previa: el pase debe especificar el nombre del conductor, las características de la maquinaria y la naturaleza de los trabajos a realizar, con un tiempo máximo de permanencia de tres horas.
La decisión del 13 de octubre del jefe de Estado confirma que es perfectamente consciente de los retos actuales; al mismo tiempo, debe actuar con delicadeza para satisfacer tanto las necesidades de seguridad de Israel como las de protección del Líbano, sin arrastrar al país a luchas internas que desgarrarían su tejido social.
A este respecto, debe tener en cuenta la insistencia de Estados Unidos en poner fin a la misión de la fuerza provisional de paz de las Naciones Unidas (FPNUL) a partir de 2027. Una decisión que la opinión pública interpreta acertadamente como el deseo de Washington de involucrar al Líbano e Israel en negociaciones directas. De hecho, de conformidad con esta resolución, la misión de la ONU acaba de anunciar una reducción del 25 % de su personal. Entre bastidores se rumorea que la Casa Blanca está considerando la idea de enviar marines al Líbano para supervisar las fases de aplicación del acuerdo de alto el fuego, siguiendo el modelo previsto en Gaza.
Desaparición del horizonte militar
La desaparición voluntaria de Hezbolá del panorama militar regional es ciertamente aleatoria y temporal, pero no tan inconcebible como parece, advierten algunos círculos políticos, que trazan un paralelismo entre este proceso y el desarme de Hamás en Gaza. Las próximas semanas dirán con mayor claridad si Israel podrá contar con algunos países árabes, como Egipto y Qatar, para lograr la reconversión política de Hamás, la versión palestina de los Hermanos Musulmanes. Los líderes del movimiento podrían considerar la posibilidad de entregar las armas, siempre que se haga de forma digna y que se entreguen a un organismo cuya legitimidad nacional reconozcan. Una postura que sin duda no encontraría la oposición del presidente estadounidense Donald Trump, sensible al caos que podría producirse en la Franja durante el periodo de transición sin la presencia de ninguna fuerza de seguridad interna.
Según la periodista y analista Scarlett Haddad, lo mismo podría aplicarse a Hezbolá, que afirma estar dispuesto a discutir sus armas en el marco de un acuerdo general sobre seguridad nacional. Con la certeza de que sus armas no serán confiscadas por la fuerza por el Estado libanés, el partido ha vuelto a jugar la carta de su representatividad popular, en particular con una gigantesca concentración scout en la Cité sportive de Beirut. Según la fuente citada, el verdadero reto se jugará a partir de ahora en la Cámara de Diputados, con vistas a las elecciones políticas en el país de los cedros previstas para mayo de 2026.
Cualquier acuerdo entre el Líbano e Israel, recuerda la periodista, debe ser ratificado por el Parlamento, y es por eso que el tándem Amal-Hezbolá está haciendo en esta fase lo imposible para impedir una enmienda a la ley electoral solicitada por las fuerzas soberanistas. Un cambio que, advierte, concedería el derecho de voto a los emigrantes con doble nacionalidad en sus países de residencia. Tal disposición inclinaría la balanza en contra del tándem, privándolo del monopolio de la representación chiíta que ostenta actualmente.
17/12/2016 13:14
11/10/2023 16:32