Jonathan Pollard, espía iraelí, será liberado por los Estados Unidos en noviembre

de Joshua Lapide

A los 60 años de edad y oriundo de Texas, hijo de padres judíos, transfirió un importante volumen de información sensible a Israel. Acusado de espionaje, en el año ’85 buscó refugio en la embajada israelí, pero éste le fue negado. En el año ’96 Tel Aviv le concedió la ciudadanía y admitió que él era un espía de su nómina. Deberá permanecer cinco años más en los EEUU en libertad condicional. No existe vínculo alguno con el acuerdo iraní.

Jerusalén (AsiaNews)- Jonathan Pollard, un analista de la marina guerra de los EEUU, condenado por espionaje a favor de Israel, será liberado el 21 de noviembre próximo después de 30 años de prisión. Había sido condenado a cadena perpetua, pero le será concedida a libertad condicional. De hecho él deberá permanecer en los Estado Unidos por cinco años más.

La Casa Blanca ha negado que la liberación de Pollard –solicitada durante años por Israel- ocurra en este momento por motivos políticos (dada la tensión existente entre Washington e Israel debido al acuerdo con Irán). Benjamin Netanyahu mostró sin embargo una gran alegría y dijo que “esperamos con ansia ver cómo Jonathan Pollard deja la prisión”.

Pollard, de 60 años, nacido en Texas y de padres judíos, es el único hombre en la historia de los EEUU en haber sido condenado por espionaje a favor de los aliados y es también el único ciudadano norteamericano condenado a una pena mayor de 10 años por un crimen similar.

El gobierno de los EEUU lo condenó por transferir un importante volumen de información sensible a Israel, a través de técnicas de bloqueo de señales de radar y de la capacidad electrónica de los otros países aliados, como Arabia Saudita. Muchos en los EEUU lo condenaron por haber vendido secretos de Estado a cambio de dinero. Pero para muchos en Israel y para los judíos norteamericanos él tuvo una pena demasiado dura, siendo que “espiaba para países aliados”.

Acusado de espionaje en el ´85, buscó asilo en la embajada Israelí, el cual le fue negado, consignándolo a las autoridades estadounidenses. Como compensación, en 1996 Tel Aviv le concedió la ciudadanía, y dos años después admitió que Pollard espiaba para Israel.

Desde entonces, todos los primeros ministros israelíes de visita en Washington han alegado por su causa. Algunas veces las autoridades de los EEUU han jugado la carta de su liberación como “moneda de cambio” para empujar a Israel a tratar con los palestinos.