Paetongtarn destituida: los jueces de Bangkok liquidan el Gobierno de Shinawatra

de Steve Suwannarat

Según el Tribunal Constitucional, la primera ministra violó la obligación de integridad en la controvertida llamada telefónica cuyo audio difundió el camboyano Hun Sen. El frente cercano a los militares se encamina hacia un acuerdo con Anutin, antiguo aliado de los Shinawatra en el Gobierno. Mientras, el ejército se declara dispuesto a reaccionar con las armas ante nuevas «provocaciones» de Phnom Penh.

Bangkok (AsiaNews) El Tribunal Constitucional tailandés ha destituido a Paetongtarn Shinawatra de su cargo de primera ministra solo un año después de su nombramiento. Para los nueve jueces, Shinawatra, de 38 años (quinto jefe de Gobierno en 17 años que termina su mandato por iniciativa del Tribunal), habría violado la ética que debe guiar sus acciones, infringiendo los artículos 161.4 y 161.5 de la Constitución vigente, que obligan al jefe de Gobierno a mostrar «integridad evidente» y a «no tener un comportamiento que conduzca a graves violaciones de las normas éticas o a la incapacidad de cumplirlas».

Las mismas razones por las que el 14 de agosto de 2024, también un año después de su nombramiento, otro miembro del mismo partido Pheu Thai, Srettha Thavisin, fue obligado por el Tribunal a dimitir por haber propuesto para un cargo ministerial a una persona que había sido condenada en el pasado a una pena de prisión.

En el «caso» de Paetongtarn Shinawatra, la culpa fue haber puesto en mal lugar a los mandos militares tailandeses en una conversación telefónica con el presidente del Parlamento camboyano, Hun Sen, que desde hace mucho tiempo mantiene relaciones de interés e incluso de parentesco político con la familia Shinawatra. La «traición» de Hun Sen a la ex primer ministro tailandesa con la difusión de la conversación, tras el recrudecimiento de las tensiones en la frontera entre ambos países, provocó una reacción generalizada en Tailandia y la solicitud de 36 senadores de que interviniera el Tribunal Constitucional. A esto le siguió, el 1 de julio, la suspensión de Paetongtarn Shinawatra de la dirección del Gobierno, pero no de su cargo de ministra de Educación.

La sentencia del Tribunal abre un periodo de incertidumbre para el país, que ya se enfrenta a la crisis económica y al riesgo de un conflicto abierto con Camboya, después de que el enfrentamiento armado desde finales de mayo haya provocado decenas de víctimas, cientos de miles de desplazados y el bloqueo de los pasos fronterizos. Poco antes de la sentencia de hoy, se ha registrado un renovado compromiso de los mandos militares tailandeses de reaccionar con las armas ante nuevas provocaciones y la imposición de la ley marcial en una zona de la frontera en disputa.

Al mismo tiempo, se anunció un acuerdo entre el partido opositor filomilitar, el Palang Pracharath, y el que era numéricamente el segundo partido de la coalición gubernamental en el poder, el Bhumjaithai, para confiar el cargo de primer ministro durante un período de seis meses al líder de este último, Anutin Charnvirakul, que lleva años buscando un papel de liderazgo nacional. Hasta ahora, ha sido castigado por los votantes, que han preferido a grupos y representantes progresistas o al Pheu Thai de Paeongtarn Shinawatra, de 38 años, y, entre bastidores, a su padre, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra. Anutin podría intentar asegurarse el apoyo, tal vez externo, de los partidos filomilitares, nacionalistas y filomonárquicos, o bien llevar al país a las urnas con muchas posibilidades de que tanto el Pheu Thai como, sobre todo, los reformistas en su última expresión parlamentaria, el Partido del Pueblo, vuelvan a ganarlas, reabriendo un ciclo de inestabilidad.